Pierre Larousse, el del diccionario enciclopédico, también pertenece a esta estirpe de hombres que no se acoquinan frente al tiempo. Cuentan que Larousse pudo concluir su descomunal trabajo de veinticinco mil páginas, aunque no las escribió todas él, pero sí una gran parte, debido a una energía casi sobrenatural. Esa energía sobre humana procedía, según el propio Larousse, de lo que él calificaba de résorption, voz que el mismo aclaraba en su diccionario. La résorption es un concepto de resonancias tántricas y freudianas que se produce cuando el esperma no se expulsa al exterior, produciendo –siempre según Larousse- una exaltación de las facultades físicas e intelectuales al ser reabsorbido y vertido al torrente sanguíneo. Estimuladas las potencias del alma mediante ese penoso procedimiento, al parecer a quien lo practicará no le estaría nada vedado en lo que a desarrollo intelectual se refiere. Así, si se quiere componer un gran poema épico, por ejemplo, basta con una gran retención de esperma, pensaba Larousse. ¿Practicará Jordi Serra i Fabra, ganador de la última edición del premio de novela ciudad de Torrevieja, el mismo método que Larousse durante sus cuatro meses de encierro en su montaña, en los que puede llegar a escribir cinco, seis, siete obras, tanto infantiles (pocas páginas), como adultas (muchas páginas).?
