Revista Política

NO somos tan culpables.

Publicado el 30 agosto 2010 por Francissco

NO somos tan culpables.Por fin los rescataron y volvieron a casa y estoy contento como el que más. Estoy incluso feliz de verles saludar  con gesto de ¿triunfo? cuando desembarcan en el aeropuerto y les recibe Montilla y agradecen al gobierno español todas sus gestiones, un acto que, con el mencionado Montilla al lado, no deja de tener su mérito.

Entre esas gestiones zapateriles, como se sabe, se encuentra la de presionar a un tercer país para que libere a un terrorista, pobre angelito el,  además de apoquinar ocho millones de machacantes los cuales, no lo dudemos, serán sumamente eficaces para el desarrollo del tercer mundo.

Pero ya los tenemos a toditos en casa, ya está cada mochuelo en su olivo y podemos, por tanto, meter un poquito de seso en el rebaño. A partir de ahora, se decreta la madurez personal obligatoria a la hora de salir del país, cosa que deberá demostrarse mediante certificación psiquiátrica, ale, para chinchar.

Igualmente y en paralelo, todo fulano que se aventure por donde líbremente elija hacerlo firmará un pliego de descargo, por el cual renuncia a ser rescatado de las consecuencias de sus gilipolleces, al menos con fondos públicos. Sus amigos y familiares pueden aflojar cuanta pasta deseen, no problem.

Pero la cosa quedaría incompleta si no declaráramos nuestra absoluta desolación por las condiciones del tercer mundo…en nuestra propia casa. Poseemos un millón de familias mal contadas donde ningún miembro ingresa el más mínimo sueldo. Y alguno de ellos  - a tal extremo llega el chantaje emocional, mediático e ideológico-  hasta apoyarán las quijotadas de los cooperantes pijos y las ONGs  vocingleras, que tiene bemoles la cosa.

Para liberarles de ese espejismo y, de paso liberarnos todos, urge una intensa campaña de concienciación. Concienciarnos de que también es chachi y fasión ayudar en el propio barrio y de que los peatones normales no somos en modo alguno culpables de la miseria en Africa. No la hemos colonizado  -yo no recuerdo haberlo hecho ¿y vosotros?-   ni le sacamos los cuartos en connivencia con multinacionales para guardarlos en Suiza, como hacen sus dictadores.

Las responsabilidades, o son individuales o no lo son de nadie. No podemos heredar las maldades de nuestros antepasados colonialistas, porque es genéticamente imposible. Recientes descubrimientos científicos lo indican bien claro, creedme: en esos países apaleados de los telediarios, muchos de sus habitantes también tienen alguna responsabilidad, sin negar la cooperación de ciertas empresas occidentales, claro. Pero alto ¿y China depredando a Darfur y  a otros? El dragón asiático ya es el principal prestamista y la esclavitud africana la inauguraron los árabes vendiendo cautivos negros, tanto a los europeos como a ellos mismos.

Y ya puestos, ninguna ONG de las narices tiene derecho a restregarme las miserias de países lejanos con anuncios efectistas y lacrimógenos. A mí no tanto, pero sé de quien se queda tan impactado que ni razona. Estos bienpensantes sin fronteras no tienen autoridad moral ni intelectual alguna y, si así fuera, la tendrían en el mismo grado en que muestran transparencia financiera: ninguno. Son burocracias que llevan su contabilidad como una empresa más y que están en el punto de mira por fraudes variados.

La presión propagandística sobre ciudadanos normalitos, que no tienen mas que lo que les queda después de impuestos, es intolerable. No te pueden dejar así como así con la sensación de ser en parte culpable del hambre en el mundo, cuando ya bastante tienes con fichar en el curro y llegar a fin de mes con tu hacienda y con tu vida. Es curioso, la leche, el como solamente te llegan noticias en tono emotivo cuando las cosas van mal, para epatarte y que sientas remordimiento. Pero, ojito, que cuando algo sale bien  -que también-  es solamente por los méritos de los autóctonos.

El caso paradigmático ha sido China. Durante décadas, la propaganda maoísta culpaba a los “demonios burgueses y occidentales” de casi todo. Ahora que destacan, no dicen ni pío de los millares de patentes robadas ni de sus esclavos produciendo baratito. Lo curioso es que, encima, nosotros si nos culpabilizamos  de ello por comprarles, de tan concienciadísimos que estamos, dioss.

En fin, vuelta a casita pero, culpabilidades, las justas.


 


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossier Paperblog

Revistas