Los especialistas en salud infantil recomiendan no viajar con menores a países de riesgo, concretamente con niños menores de dos años de edad. Destinos como los países africanos, los países del Sudeste Asiático o centroamericanos son potencialmente peligrosos para la salud de los más pequeños por varias razones, las posibles enfermedades que les pueden afectar y que no son habituales en los países donde viven los pequeños, un sistema inmunológico menos desarrollado que no puede combatir las enfermedades infecciosas con la misma eficacia que los organismos adultos, productos de alimentación o bebidas cuyo riesgo de contaminación es más elevado, una higiene más precaria… muchas razones de peso que cuestionan un viaje a uno de esos países con menores de dos años.
En el caso de tener que viajar a un país de riesgo con menores, es necesario tener en cuenta algunos consejos que nos proporcionan los especialistas. En primer lugar, es necesario acudir al pediatra para que nos asesore y podamos recibir información sobre las vacunas de viaje que son necesarias según el país de destino, como ya sabemos, las enfermedades son distintas. Conocer el tipo de clima es fundamental, del mismo modo que las medidas preventivas que se deben adoptar con respecto a las bebidas y la alimentación, la higiene, etc.
El agua es un conductor de enfermedades infecciosas, no se puede beber agua del grifo y tampoco se debe utilizar para preparar papillas o cepillarse los dientes. Las condiciones sanitarias del país de destino son diferentes, pero en todos los casos a los niños se les debe vacunar, en este punto hacemos un pequeño inciso, los riesgos no se encuentran únicamente en los países tropicales o más desfavorecidos, también están presentes en otros países industrializados aunque sea en menor grado, también es recomendable asesorarse sobre estos destinos.
Una vez en el destino y a pesar de haber recibido las vacunas oportunas, se deben extremar las precauciones, no dejar que los niños gateen, asegurarse de que no se puedan llevar nada a la boca, verificar la limpieza de todo lo que pueda entrar en contacto con los menores, etc. Hablábamos de la comida, para los menores de dos años el mejor alimento que se les puede ofrecer en estos destinos es la lactancia materna, les aportará los nutrientes necesarios y además reforzará el sistema inmunitario. Por otro lado, es el alimento que más garantías sanitarias ofrecerá. Si se trata de leche de fórmula o papillas, el agua embotellada es indispensable.
En el artículo de ABC nos explican que los especialistas están detectando casos de enfermedades que se creían erradicadas, como puede ser el sarampión, enfermedades que parecen ser nuevamente importadas y uno de los focos de entrada pueden ser los viajes a países de riesgo y los niños que vienen de ellos, por eso es necesario que estos pequeños cuenten con un calendario de vacunas que contemple la inmunización de las enfermedades desterradas en nuestro país. Es lo que tiene la globalización, con ella las enfermedades infecciosas pueden viajar de un país a otro con rapidez.
Volviendo al tema tratado, no es que se prohíba viajar con menores a países de riesgo, pero se recomienda encarecidamente que se adopten las medidas oportunas, recomendamos leer un post al respecto, Vacunas infantiles para viajar a zonas tropicales.
Foto | vsurkov
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No viajar con menores a países de riesgo