Las imágenes más hermosa de los nogales se consiguen en verano (cuando está tupido y cargado de verde nueces), en otoño (con la recolección; luego con la caída de la hoja) y en invierno, cuando solo se les ve el esqueleto. Pero es ahora, en primavera, cuando el nogal comienza a planificar su cosecha. Apenas es un esqueleto donde surgen pequeños brotes que aspiran a ser hojas y las flores.
¿Flores? Si, y además unisexuales. Los machos de mayor tamaño (alargados) que las hembras, redondeadas. Con la peculiaridad que las flores macho y hembra conviven en una misma rama. Aparentemente hay un desfase entre el desarrollo de ambas, pero solo lo parece. Cuando llegue el momento, las dos estarán listas para fecundar/ser fecundados por la flor de otro nogal. El viento y los insectos se ocupan de ello.
En la Sierra Norte podemos observar los nogales en todos sus estadios; solo hay que pararse a mirar. Y bien que merece la pena.
Lar-ami
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