Vuelvo con algo salado, aunque no demasiado ligero… eso sí, muy rico y muy fácil, aunque lleva su tiempo.
Ingredientes:
- 1 kg de patatas (más o menos 5 o 6 patatas no muy grandes)
- 200 gr de harina (aproximadamente, depende mucho de lo que “pida” la patata)
- Tomate triturado
- Nata vegetal
- Aceite, sal y perejil
Preparación:
En primer lugar ponemos a hervir el agua y añadimos las patatas (yo las puse sin pelar). Cuando la patata empieza ya a romper la piel por el hervor, retiramos del fuego y dejamos enfriar ligeramente para después pelar.
Una vez limpias las patatas, las machacamos un poco y las pasamos por el pasapuré. Una vez tengamos el puré, le ponemos sal al gusto y vamos añadiendo poco a poco harina: amasando continuamente para conseguir una masa lo más homogénea posible. Yo empecé amasando en un bol y cuando la masa estuvo menos pegajosa pasé a la encimera bien enharinada. Debe de quedar una pasta firme, suave y que no se pegue en absoluto a las manos.
Una vez tenemos la masa, separamos bolas que estiramos “haciendo un churro” que luego cortaremos en trocitos del tamaño aproximado de una cucharilla. Podemos marcar con un tenedor, o como yo hice, simplemente darles una forma un poco redondeada uno a uno.
Cuando tengamos todos los ñoquis listos, añadimos al agua hirviendo en una cacerola lo suficientemente grande como para que no se peguen mucho (o por tandas). Al echarlos los ñoquis se quedarán en el fondo, cuando estén listos subirán a flote: será el momento de retirarlos rápido.
En mi caso los acompañé con una salsa simple de tomate, pero seguro que quedarán bien con cualquier otra salsa que se os ocurra, un pesto, por ejemplo.
Para hacer la salsa de tomate ponemos un poco de aceite de oliva a calentar en una sartén, añadimos tomate triturado y un par de cucharadas de nata vegetal, removemos bien y dejamos que los ingredientes se hagan juntos unos 5 minutos a fuego lento. Por último añadimos un poco de perejil y servimos con los ñoquis.
¡Que aproveche!