Revista Cultura y Ocio

Norte y sur

Publicado el 02 julio 2015 por Molinos @molinos1282

Norte y surVamos al barro, a la polémica. 
Nos creemos modernos, digitales y diferentes de nuestros padres y nuestros abuelos pero ¿de qué obviedad hablamos  todo el año? ¿De política? Si pero no quiero hablar de eso. ¿De lo cara que está la vida? Sí, pero tampoco quiero hablar de eso. ¿De lo horroroso del tráfico? Sí, pero tampoco. 
¿Del tiempo? Sí. 
"Está lloviendo". "Espectacular tormenta en Madrid". "El cielo cae sobre nuestras cabezas".
Los de Madrid y zona sur del país llenamos las redes con estos comentarios y fotos de la lluvia, los charcos o las granizadas. Enseguida recibimos un montón de respuestas de airados y aguerridos norteños "joder con los de Madrid, llueve y ya estáis todos petando las redes", "pues qué novedad que llueva". 
A ver como explico esto, de Madrid para abajo no somos saharauis pero casi. La lluvia es un acontecimiento en Madrid o Sevilla o Cáceres porque aunque a los del norte os resulte difícil creerlo ¡es muy muy raro que llueva! Cuando vives por aquí te HARTAS de días y días y días y días de cielo despejado y ni una puñetera gota. ¿Os acordáis de vuestras clases de Ciencias Sociales en el colegio y lo de "clima continental"? Vale, pues después ponía "inviernos secos y veranos muy calurosos. Precipitaciones escasas". Todo el mundo sabe que escaso es un eufemismo por "ni de coña". ¿Cuánto sexo practicas? Escaso...No hay más preguntas. 
Por esta razón, porque hemos crecido creyendo que "escasas" era "pocas", porque nos compramos botas de agua y nos morimos antes de poder ponérnolas 4 veces, porque se nos olvida que tenemos paraguas, porque se nos olvida cómo suena la lluvia y sólo porque viajamos sabemos que la lluvia puede ser de muchos tipos, nos fascina que llueva y tenemos la necesidad de contarlo en las redes y pregonarlo. 
Los del Norte os encabronáis. Pero... ¿os habéis visto cuando no hay nubes en vuestras zonas? Que me caiga  muerta ahora mismo,fulminada por un rayo, si no he visto 3 millones de veces la memez esa de "Bilbaínos, no os asustéis, esa bola de fuego es el sol"...o "Euskadi tropical" cuando tenéis 28 grados. 
He dicho "cuando no hay nubes" y no "cuando sale el sol" porque tengo noticias para vosotros. En el Norte todos los puñeteros días del año sale el Sol. Todos. Los 365. Y esa es la diferencia con los del Sur... por aquí podemos estar días y días y días sin ver una nube...y meses sin ver lluvia. 
Los del sur, celebramos las nubes y la lluvia por la novedad y porque nos saca de la rutina meteorológica. Los del norte no sabéis apreciarlo. Os creéis que toda la vida es diversión, incomodidad y sorpresa. ¿Qué día hará hoy? ¿Lloverá por la mañana y por la tarde iré a la playa? ¿Podré salir en chanclas por la mañana y ponerme el chubasquero por la tarde? Hay nubes grandes y compactas, altas y grises, bajas y amenazadoras. Y así pasáis los días entretenidos. 
En el sur funciona así. Ni miras por la ventana porque sabes exactamente que tiempo hace: DESPEJADO...con inviernos crudos y veranos muy calurosos. 
Los del Norte también os quejáis cuando los saharauis protestamos por el calor en Madrid. "Siempre estáis protestando, os querría yo ver con calcetines y botas el 1 de julio". 
Vamos a ver, vamos a ver. Los de Madrid somos saharauis aguerridos. Aguantamos la sequía, los inviernos crudos y el verano extremo y cuando viajamos nos adaptamos a todo... pero tenemos criterio. Sabemos que es mejor sol que lluvia para hacer turismo, que ver llover 40 días seguidos puede convertirse en algo monótono y también sabemos que los del Norte no tenéis ni la más remota idea de lo que es vivir en la boca del infierno. 
El calor en Madrid es "Euskadi tropical" u "Orense extremo" multiplicado por 100. Madrid en verano es como vivir en tu horno arrinconado en una esquina mientras un enorme pavo asado se recuece en su grasa a tu lado. El calor en Madrid en los veranos extremos (que son todos) no te deja dormir, ni pensar, ni sentir, ni vivir. En Madrid el sol te quema si no vas por la sombra, y no hablo de quemaduras solares por no darte protección, hablo de sentirte arder la piel y decir "joder, joder, joder...que se ponga en verde el semáforo o voy a arder". En Madrid, cruzas la calle y el asfalto se te pega a los zapatos, suelta un calor que crees que te va a devorar. En Madrid, a las cuatro de la tarde en medio de La Castellana ves espejismos de agua en medio del asfalto. 
Del calor no se puede huir, puedes tratar de esconderte en casa, hacerte fuerte en la oficina o tratar a vivir en el coche pero el calor te persigue como un Alien y acaba encontrándote. La lluvia es mucho menos letal; te metes en casa y dejas de mojarte. 
El calor extremo es amarillo, pegajoso y se traga en forma de polvo, arena. El calor desespera. La lluvia moja (La araña pica, parezco Gloria Fuertes), resbala y cala pero es verde. 
En Madrid el calor extremo dura 90 días, no una semanita, ni 10 días ni 15. Como poco 3 meses de agonía, de no poder dormir, de sentirte el sudor correr por la cara, los párpados, las aletas de la nariz y cualquier pliegue de tu cuerpo...cualquiera. 
En Madrid es imposible escapar al sudor de canalillo y creedme, es muchísimo peor que los pies fríos o el pelo mojado.
Aguerridos pobladores del norte peninsular reconoced que sois afortunados y dejadnos disfrutar de la lluvia, saltar en los charcos y petar las redes sociales con fotos. Eso, o que el cambio climático os obligue a sufrir sudor de canalillo... entonces,  veréis y oleréis lo que es bueno. 

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