Desde hace un tiempo parece que veo siempre lo mismo por ahí, como que ya está todo inventado. Debe de ser que desde que tengo el blog me paso horas y horas en Internet buscando inspiración. Hay cosas que me sorprenden y otras que me dejan con la boca abierta.
Hoy les teletrasporto a Berlin, al histórico barrio Kreuzberg, a la calle Postam 61, es decir, a Hallesches Haus. Un espacio diseñado para comer, comprar, reunirse y disfrutar. Un espacio industrial con 280 metros para perderse, para fotografiar, para disfrutar… La frescura de los elementos naturales y la luz que entra por las inmensas ventanas consiguen un lugar muy hogareño.
Casi por casualidad descubrí esta tienda/cafetería/espacio de eventos. Un espacio multiusos si así se puede llamar lleno de pequeños encantos que enganchan.
Es de esos espacios en los que en cuanto pones un pie dentro ya te ha absorbido, te pegas al móvil y no paras de hacer fotos hasta que tu tarjeta dice “¡BASTA!, que ya no caben más”.
No me digan que sólo viendo las fotografías no les apetece ir a dar una vuelta por allí.
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¿Se vienen conmigo a Berlin para visitar la tienda?