Por un lado se paga un sueldo de 5.500 € mensuales a una persona por dirigir un centro de arte que no existe. Sí, esto es cierto y ocurre en Barcelona desde hace bastantes meses.
Y por otro lado el mantenimiento de un museo sin programación cultural, y únicamente con una conservadora al frente, y cómo en la actualidad existen contables dirigiendo fundaciones culturales y decidiendo, incluso, la programación de éstas. Esto lo podéis escuchar en la interesante intervención de Rafael López en la radio explicando la verdadera situación de la cultura en Salamanca que ya pre-anuncié en este post.
¿Qué opináis?