Nos vamos de boda con Pati y Jose a Ibiza

Nos vamos de boda con... Pati y Jose, otra vez a Ibiza, el 29 de junio del año pasado en la Iglesia de Nuestra Señora de Jesús. La celebración fue muy cerquita, en el restaurante Sa Punta, con una maravillosas vistas a la parte vieja de Ibiza que conquistaron a todos los invitados. 

Al tratarse de una boda en la isla (sin ser ellos de allí), los invitados aprovecharon a llegar días antes y disfrutar de la isla blanca y de una divertida preboda que casi deja sin voz a la novia para dar el tan importante "Sí Quiero"  ;) Pati nos ha contado que no tenía muy claro el tema del vestido, lo único que sabía era que quería llevar trenza, una corona de flores y que el vestido no tuviera cola. Con esas 3 directrices se plantó en La Tua Pelle (el primer atelier de su larga lista) y quedó prendada con las sugerencias e ideas que le propusieron, así que no visitó ninguno más. Incluso su madre se hizo también allí el vestido.     "Hacerse un vestido de cero ha sido una experiencia genial. Prueba tras prueba íbamos rehaciendo las ideas. Aunque inicialmente quería algo más hippie no pudieron acertar más: un vestido muy romántico pero a la vez nada convencional y muy yo. La espalda era alucinante, y las capas y más capas de tul y de tul con plumeti le hacían parecer más informal. Para reforzar que mi punto fuerte es que soy muy estrecha de cintura, me pusieron un cinturón de guipur antiguo que más tarde adornamos con un broche de diamantes de mi abuela. En una de las pruebas se me quedaron mirando y me ataron un trozo de puntilla a la muñeca, y en la siguiente prueba se había convertido en un brazalete chulísimo que no tuve duda que quería", nos cuenta Pati.  En cuanto a los zapatos, Pati no es de mucho tacón así que buscaba algo comodísimo, y para eso, qué mejor que unas cuñas de novia de Castañer. ¡Ideales!
El ramo lo decidió solo una semana antes, pero tenía claro que tenían que ser margaritas, a juego con la decoración de la iglesia y porque es la flor más hippie. Finalmente, Pati llevó un ramo de margaritas blancas combinadas con flor de cera, igual que su corona, con un manguito hecho con rafia. Las únicas joyas que llevaba la novia eran unos pendientes de diamantes de su madre y el anillo de pedida, que también fue en Ibiza, y que Jose le regaló un año antes. 
Los otros protagonistas de la boda tampoco pasaron desapercibidos. Jose llevó un chaqué hecho a medida muy elegante con el toque de un chaleco con topitos muy discreto. Y los niños fueron perfectamente vestidos acorde con el entorno, vestidos a modo ibicenco con menorquinas y las niñas con diademas de margaritas. ¡Una monada!!!

El secreto mejor guardado del día fue el coche nupcial. Como no podía ser de otro modo para Ibiza, Pati llegó a la iglesia en Westfalia. Además de ser la sorpresa, la furgoneta hippie por excelencia también puso el toque de humor, porque a la salida de la iglesia no arrancaba y los invitados tuvieron que empujar a los novios!!!   

 
Un año de preparativos en el que la pareja disfrutó muchísimo decidiendo cada uno de los detalles de la boda, desde la elección de las flores para el restaurante hasta las cartas, los meseros y los libretos de la iglesia.  Además, Pati se encargó de toda la gráfica y decoración, pintó las cajas de fruta, hizo chapas para todos los invitados, compró las gominolas para la Candy bar y recolectó millones de tarros para meter velas. 

Tras todos los preparativos de su boda, a Pati le nació la vena bloguera y lanzó Giulia & Minot, una web en la que encontraréis asesoramiento para todas vuestras fiestas y celebraciones. Además, tienen una tienda online con productos seleccionados del norte de Europa que serán el detalle sofisticado y diferente que estáis buscando. 

¿Qué os ha parecido la boda?