Nos vamos de boda con Yara y Jesús a Málaga

Este viernes nos vamos a Málaga a la boda de Yara y Jesús que destaca por la sofisticación andaluza. La pareja quería una boda que pudiese unir la naturaleza y la frescura del campo, con la elegancia andaluza, “lo que nosotros llamamos en broma campo-chic”, explican los novios. 

Tanto la ceremonia como el banquete se celebraron en la Finca Los Ortejones, en Mijas Costa, propiedad de la familia de la novia y donde crían su yeguada. Un entorno que reunía el campo y la naturaleza y también la elegancia.

La ceremonia tuvo lugar entre árboles de aguacates, en plena naturaleza, con una decoración muy sutil. “Fue lo más especial de nuestra boda”, comenta Yara: el altar muy sencillo con las imágenes de la Virgen del Roció, el Gran Poder de Sevilla y Mª Stma. De Lagrimas y Favores de Málaga.

Yara eligió para el gran día un vestido de Pronovias de la colección 2013, que complementó con unos pendientes de diamantes en forma de flor y una pulsera regalo de su madre alcumplir los 18 años y el anillo de pedida. Los zapatos de tacón cerrados color blanco perlado eran de Cuplé. Para el ramo optó por combinar lo silvestre con un toque romántico, en colores verdes y blancos en el que predominaban losranúnculos y lisianthus. Siguiendo las tradiciones, Yara colocó en la liga (que era el toque azul) un anillo de hace más de 60 años de su abuela para llevar algo viejo, y como prestado llevaba los pendientes.Para la decoración y para que no faltara el mínimo detalle, Yara y Jesús quisieron contar con los servicios de wedding planning de Sí! Quiero. Así nos lo cuenta la novia: 

"Cada momento de la boda lo celebramos en una zona diferente para que cada decoración tuviera un punto distinto. En cada momento, Sí! Quiero diseñó y dio forma a nuestros gustos. Una ceremonia natural, campestre y flamenca. El cóctel con un toque moderno con carpa stretch, moqueta gris y unos barriles blancos con unos violeteros muy actuales y centros grandes en cristal blanco opaco y flor blanca. Para la cena, mantelería gris perla y sillas con funda stretch a juego y un gran centro de cristal lleno de flor verde y blanca. Y por último, la zona de barra libre, una zona chill out con alfombras en gris, sofás en blanco y lámparas plata colgando de los arboles. Me encanta el flamenco y como andaluza y malagueña quería reflejarlo de alguna forma en nuestra boda. Así́ que el toque flamenco lo dieron mis cinco pajes: las niñas de flamenca y los niños de corto". 

Para la cena eligieron a Catering Goyo y los invitados siguen recordando el delicioso buffet de postres. 

Otro detalle es que durante los seis meses previos a la boda, los novios crearon un grupo de Facebook para los invitados donde iban contando lo que iban haciendo. Pidieron sugerencias de canciones y pusieron la canción más votada en la boda y los novios la bailaron como locos con unas manoplas de "me gusta".  La última canción de la noche fue el himno del Málaga (en honor al novio). En el momento que sonó, todo el mundo estaba dentro de la plaza de toros y sus amigos lo cogieron a hombros para darle la vuelta al ruedo. 
Para las fotos eligieron al Marco Rojo, unos fotógrafos excepcionales de los que somos muy fans. 

“No podía imaginar lo mucho que disfrutamos los dos de todo el proceso y en el día. Es verdad que se pasa rápido pero lo vivimos intensamente y disfrutando de cada momento”.