Revista Cultura y Ocio

NOSOTROS, LOS QUE CONOCEMOS, NOS DESCONOCEMOS A NOSOTROS MISMOS / F. Nietzsche

Por Rhenriquez
NOSOTROS, LOS QUE CONOCEMOS, NOS DESCONOCEMOS A NOSOTROS MISMOS / F. Nietzsche

ANTHONY CUDAHY, “Mirrored”, oil on canvas, 2016

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Anthony Cudahy, “Mirrored”, oil on canvas, 2016

Nosotros, los que conocemos, nos desconocemos a nosotros mismos: y por buenas razones. Nunca nos hemos buscado: ¿cómo podría suceder que un día nos encontrásemos? Con razón se ha dicho: “donde está vuestro tesoro, allí está también vuestro corazón”; nuestro tesoro está donde están las colmenas de nuestro conocimiento. Siempre estamos en camino hacia ellas, como insectos voladores natos y recolectores de miel del espíritu; preocupándonos tan solo de una cosa: “traer algo a casa”. Y en cuanto al resto de la vida, a las llamadas “vivencias”, ¿quién de nosotros tiene la seriedad suficiente para ellas? ¿O siquiera el tiempo suficiente? Me temo que en tales asuntos nunca estamos del todo “en lo que estamos”: nuestro corazón no está allí; ¡y ni siquiera nuestro oído! Como quien, distraído de un modo divino y sumido en sí mismo, vuelve en sí de pronto, cuando las doce campanadas del mediodía han retumbado estrepitosamente en su oídos, y se pregunta: ¿Qué es lo que ha sonado?”, así algunas veces nos frotamos nosotros los oídos cuando ya todo ha pasado y nos preguntamos, muy sorprendidos, muy consternados: “¿Qué es lo que hemos vivido, más aún: quiénes somos en realidad?”, y, como ha dicho, solo cuando ya han pasado contamos las doce campanadas de nuestra vivencia, de nuestra vida, de nuestro ser… ¡ay! y nos equivocamos en la cuenta… Seguimos siendo necesariamente extraños a nosotros mismos, no nos comprendemos, debemos equivocarnos, para nosotros rige por toda la eternidad el principio de que “cada cual es el más lejano para sí mismo”; para nosotros mismos no somos “cognoscentes”…

Friedrich Nietzsche
Prólogo a La genealogía de la moral (1886)

NOSOTROS, LOS QUE CONOCEMOS, NOS DESCONOCEMOS A NOSOTROS MISMOS / F. Nietzsche


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