La propia industria musical habla del 'fenómeno Alborán'. En un sector en plena reconversión y en horas bajas -por la piratería, la caída de las ventas y la crisis en general-, una voz joven pulveriza todas las marcas recientes. Lleva cuatro años en activo y los cuatro en el número uno del país, acumula 31 discos de Platino y tres millones de copias vendidas hasta la fecha y ha cerrado para este 2015 una gira mundial de 80 conciertos. Este sábado, actúa en Granada, en el Palacio de Deportes, a partir de las diez de la noche. La expectación es máxima, y las entradas están agotadas desde hace mucho tiempo.
Cada disco que lanza es éxito seguro. Siete semanas le bastaron para que 'Terral', su último álbum, fuera el más exitoso del país en 2014. En solo 51 días vendió más ejemplares que otros reconocidos artistas que estuvieron más de cuarenta semanas en lista (David Bisbal, Enrique Iglesias, Alejandro Sanz, Dani Martín...).
«Tenemos un amplio historial de artistas de éxito, que no solo triunfan aquí sino en toda Latinoamérica. Pero fenómenos de tanta dimensión como el de Pablo Alborán no ocurren a menudo», asegura Antonio Guisasola, presidente de Promusicae, la asociación que agrupa a los productores musicales.
Con 26 años, Pablo Alborán es el chico de oro de la música, una voz que triunfa en las estadísticas y también a pie de calle. Pocos consiguen movilizar a las fans como él: más de 2,6 millones de personas le siguen en Twitter por todo el mundo.
Acampadas en Granada
Y hace ya diez días que muchos seguidores le esperan acampados a las puertas del Palacio Municipal de deportes. Al otro lado del escenario, corearán sus canciones unas 8.000 personas, el aforo del recinto. El autor de 'Solamente tú', 'Perdóname', 'Tanto', 'Pasos de cero' y otros muchos éxitos se reencuentra con el público granadino tras una gira por Latinoamérica en la que ha colgado el 'no hay billetes' en todas sus actuaciones. Y en escenarios tan míticos como el Luna Park de Buenos Aires o el Auditorio Nacional de México DF. En España abrió el tour el pasado 15 de mayo en Donosti y cuatro días después debutó en el Teatro Trianon de París. Fue su estreno en Francia, como lo será próximamente en EE UU. Ahora, en este mes, este viernes actúa en Córdoba, y en noviembre, el malagueño actuará por primera vez con su banda en teatros y auditorios de Nueva York, Los Ángeles y San Diego.Triple nominación a los Grammys Latinos
Pablo Alborán tiene una doble cita en Andalucía donde ya se le espera con gran expectación después de la triple nominación a los Grammys Latinos 16ª edición. Pablo es candidato en las categorías de Mejor Canción del Año (por su interpretación de Por fin), Mejor Álbum Vocal Pop Contemporáneo (por Terral, su tercer álbum de estudio), y Mejor Vídeo Musical Versión Larga (también por Terral), confirmándolo como uno de los grandes triunfadores de la presente temporada.Hasta la fecha, más de 300.000 personas de un lado y otro del charco han vivido el show 'Terral', dos horas de música en las que Alborán presenta sus nuevas canciones y rescata un buen número de temas de sus otros trabajos. Le arropan sobre el escenario seis músicos: Adrián Schinoff, teclista; Carlos Martín a los metales y la percusión; Lolo Álvarez y Porty a las guitarras; Antonio de Haro al bajo y Jorge García a la batería.
En opinión del representante de los promotores musicales españoles, «no debería de sorprender que el público premie el buen trabajo de un artista». «Pablo Alborán ha sabido encontrar el camino del éxito desde su primera canción. El verdadero fenómeno no es solo llegar y triunfar, sino mantenerte. Y el paso del tiempo demuestra la fortaleza de su música, sobreviviendo a modas, evitando crisis y creciendo en ventas y fans», analiza Guisasola.
La clave sea, quizás, que Pablo Alborán no solo se ha ganado al público por sus composiciones, sino también por su forma de ser. Con la prensa y los fans, el artista siempre se muestra amable, respetuoso y diplomático. Se esfuerza por dar un trato cercano a su público a través de las redes sociales y siempre intenta normalizar su realidad. Pese al éxito desmesurado, no se le conocen desfases ni salidas de tono. «Yo vuelvo a mi casa y me hacen lavar los platos, limpio el jardín, ordeno mi cuarto. No ha cambiado nada en mi familia», dijo recientemente. En el fondo, esa es la base de todo.
Fuente: Ideal