Revista Cultura y Ocio
Respecto a la elección del título del disco, ha afirmado: “Terral es una palabra con la que estoy muy familiarizado, como todos los que somos de Málaga. Es ese viento muy caliente y que de noche se convierte en una brisa cálida que te envuelve. Es una expresión muy malagueña pero que define también muchas cosas que explican este álbum. Terral es también un título que tiene muchas raíces y se dice en todos los idiomas”.
Desde luego, su corta carrera ha sido muy fructífera y fulgurante: ”Me han pasado muchas cosas en estos tres últimos años, y muchas de las cosas que pasaron fueron muy bonitas, con muchas emociones. Yo firmé mi primer contrato con 18 años recién cumplidos y desde entonces no he parado. Ha sido toda una experiencia, con momentos buenos, momentos malos, pero que sirvieron para que aprendiéramos todos. Así que cuando acabó la última gira sentí lo mismo que cuando uno se despierta”.
Con la vorágine de su trabajo, Pablo se había olvidado un poco de las cuestiones cotidianas, así que necesitó parar: ”Llegó un momento en el que pensé que si no vivía, no podría componer. Sin vivencias no tendría nada que contar. Decidí entonces que tenía que volver a vivir. Había dejado de ir al cine, de ir a la compra, de exponerme, porque era muy difícil. Hoy en día es todavía más difícil, pero si sales, te das cuenta de que no pasa nada. Que me vean comprando o yendo al cine hace ver a la gente que soy humano, que soy como todo el mundo. Además, a mí me gusta ir a la compra, y me gusta ir al cine, y pasearme por Málaga y pensé que tenía que hacer todo eso. Yo no aguanto estar encerrado en una casa 24 horas”.
Y Pablo se dedicó a viajar para vivir nuevas experiencias: ”Estuve en Francia, en Asia, en África… Intenté visitar todos los continentes quitándome el chip del trabajo. Quería tener experiencias fuera del ámbito profesional porque así es como se compone. Yo compongo a través de los sentimientos. Y si no tienes vivencias y experiencias nuevas, te estancas. Yo también sabía que para preparar el nuevo disco necesitaba un tiempo de reflexión. 2013 había sido un año de muchos cambios y me vi envuelto en ellos sin pedirlo. Pensé entonces que había llegado el momento de respirar, de tomar impulso, de volver a trabajar con calma, con los estímulos casi primarios de cuando hice el primer disco, cuando no había condicionantes”. Pablo salió de viaje evitando tener la necesidad de componer. ”Era difícil pero yo quería vivir las experiencias sin tener en la cabeza ese deseo. A veces iba con una guitarra pero otras iba solo con mi teléfono. Lo único que hacía cuando tenía una ocurrencia era grabar unas notas de audio en el móvil”.
Fuente: Semana