Revista Cultura y Ocio
[NOTA] Un recorrido por el corazón de Pablo Alborán
Publicado el 29 marzo 2015 por Marta @muyalboranistaLos instrumentistas del español son un espectáculo aparte. Sin embargo, la estrella del concierto es Pablo Alborán. Las canciones de su repertorio en vivo hablan del enamoramiento, la ruptura, los momentos de superación, y de todo aquello que nos envuelve cuando llegamos a desarrollar un apego emocional bastante fuerte por alguien en particular. No es ninguna novedad, porque todas estas cuestiones ya fueron tratadas con anterioridad en la música local e internacional. Lo que hace Alborán es sacar el éxito de aquellas ideas y sentimientos utilizando su voz; una imagen fresca, y movimientos de cadera que elevan los gritos de sus admiradoras. En algún momento incluso se levanta la remera para encender aún más a su público.
Quizás este malagueño que anda robándose los corazones de miles de chicas en Europa y América, organizó el listado de temas de su concierto para que sea interpretado como un tramo sentimental por el cual todos, alguna vez, hemos transitado al momento de toparnos con una decepción amorosa. El punto de partida, la caída dolorosa, y la recuperación. El cantante empieza ese recorrido con Está Permitido, una canción que se incluye en su ùltimo disco (Terral) y habla sobre un nuevo amanecer a lado de la persona especial que ha tocado su corazón. Y otros corazones dejados atrás.
Su show comienza con unos minutos de retraso, luego de las 21.30, en un escenario muy simple con algunos reflectores y otras telas blancas que reflejan las luces que lo envuelven por momentos, tanto a él como a los demás músicos que lo acompañan. En realidad, al público solo le importaba esperar el momento en que dijera: "Hoy soy vuestro, familia". Y añadiera: "Doy fe de que el amor está aquí en Paraguay, y no sé yo si me lo voy a llevar a España, eh". Entonces así las chicas comenzarían con sus reacciones desaforadas. Y esa es la efectiva fórmula de Alborán. Un guiño, miles de conquistas.
El español continúa con canciones como La Escalera, Pasos de cero y Ecos, en donde añade unos meneos picantes a su presentación. Continúa su ruta con Recuérdame, una de las más coreadas de la noche, sobre todo por las chicas que se ubicaron en el sector de preferencias, donde en todo momento se escucharon gritos de jóvenes que, mirándolo, aseguraban ser dueñas del amor.
Alborán comenzaba a tocar el teclado desde este punto, y por momentos breves y más extendidos se dedicaba a enseñar lo que sabía hacer en la guitarra acústica, la eléctrica, el timbal e incluso la caja peruana. Demostraba así su faceta de multiinstrumentista. Y antes de interpretar Quién, (del disco Tanto, 2012), destacaba la participación de Jorge García, el baterista de la presentación.
Además acompañaron los guitarristas Antonio Portillo, Lolo Álvarez, y el bajista Antonio de Haro, a quienes se escuchó mejor al principio de Éxtasis, el penúltimo tema antes del encore. Es decir: Solamente tú, Despídete, Por Fin, Gracias, y Vívela, donde Alborán toca bombos, baila con ritmos de salsa y levanta las palmas de sus seguidoras, que a gritos expresan su sed de romanticismo.
Quien interprete su show puede notar fácilmente que el producto lírico no es excepcional. La parte instrumental es buena. Y se puede notar que los músicos son talentosos. Hubiese sido bueno que tuvieran sus solos extendidos en algún punto. Porque es un poco aburrido quedarse siempre con la impronta del recurrente cantautor sentimental que es ovacionado por su aparente afectividad.
Aun así, sus fans quedan encantadas con canciones impregnadas de sensaciones sinceras. Es finalmente una renovación de las melodías románticas. No sabemos si esa sinceridad emana del mismo cantante. Debería de ser así. Porque logra dibujar estados mentales que son fácilmente reconocibles para cualquier enamorada/o que se haya dejado llevar por las pasiones desmedidas. Al final del show, el cantante dejó al público en mano de sus músicos. Así concluyeron casi dos horas de un recorrido por el corazón afligido y soñador que se observa en la obra de Pablo Alborán.
Setlist: Está permitido, La escalera, Pasos de cero, Ecos, Recuérdame, Quimera, Desencuentro, Volvería, Quién, Caramelo, El olvido, Miedo, El Beso, Perdóname, Te he echado de menos, Ahogándome en tu adiós, Dónde está el amor, Tanto, Éxtasis, Volver a empezar, Solamente tú, Por fin, Gracias, Despídete, Vívela.
Fuente: Última hora.