Las noticias son una institución muy curiosa. Tanto en el noticiario de la televisión como en los periódicos abundan las noticias negativas y alarmistas. El drama y la miseria venden mejor que la felicidad, así que los medios de comunicación se concentran en lo que va mal, en vez de destacar lo que va bien. Estar informada sin sucumbir a la depresión parece una tarea casi imposible.
Entre noticias, drama y sensacionalismo
Además, las noticias siempre tienen la misma duración (TV) o el mismo tamaño (periódico). ¿Alguna vez te has puesto a pensar, cómo es que cada día pasan exactamente tantas novedades como caben en la programación o el número de páginas predefinidas? ¿No habrá días en los que pasen más cosas y días en los que el mundo amanece más tranquilo?
La dificultad de las noticias por lo tanto es encontrar lo que es realmente relevante. Hay días en los que las noticias abundan con historias irrelevantes que sirven tan solo para rellenar las páginas. En vez de aprovechar la oportunidad para publicar noticias positivas y proyectos esperanzadores, muchos medios de comunicación incrementan sus ventas a base del morbo por el sensacionalismo negativo y dramático. En el otro extremo se encuentran los días con mucha actividad digna de ser noticia. Las protestas sociales en Bangladesh pierden importancia ante a la renegociación de la deuda con Chipre, el encuentro del Eurogrupo y el concierto del famoso de turno.
Ver las noticias o no ver las noticias…
¿Vale la pena mantener la tele en casa para poder ver el noticiario por las noches? ¿Vale la pena comprar el periódico o suscribirte a tu boletín de noticias? Si, y no. Igual que con la publicidad, es imposible escapar del todo de las noticias. Durante muchas temporadas he ido completamente sin consumo “oficial” de noticias, y mismo así me he enterrado de lo más relevante. Los acontecimientos importantes suelen comentarse entre amigos, en el bar y en el metro, así que siempre estuve informada de lo más relevante sin tener que leerme las historias negativas de relleno.
Al mismo tiempo puede que las noticias sean relevantes para el tipo de actividad que realizas. Si trabajas como economista, tendrás que revisar regularmente el apartado de economía de los periódicos importantes. Si estudias ciencias políticas, no podrás ignorar el apartado de “política” en tu pausa del café. Lo que sí puedes hacer, es seleccionar que tipo de noticia vas a consumir.