Nötterkaka, un pastel con sabor navideño para el verano

A veces, me apetece hacer una pausa para disfrutar de la tranquilidad de mirar al jardín y pensar a solas, y mientras tanto estar tomando un café recien hecho, acompañándolo de un trozo de pastel que me haga evadir a recuerdos del pasado para así desconectar durante un pequeño rato.

En este caso se trata de un pastel muy sencillo y rápido de preparar y del que seguro no podrás comer un sólo trozo, sino que tendrás que tener la fuerza de voluntad de no comer más de tres.

Además este es un pastel con sabores que me recuerdan mucho a los aromas de la Navidad, lo que hace que sea algo más memorable.

Pero no sólo eso, por ejemplo esta misma receta fue la que preparé para los pasteles de Pascua, aunque dupliqué los ingredientes, pero de lo que no quedó ni las migas.

De hecho lo he preparado tantas veces que es habitual tener guardado algún trozo para otro día o preparar alguno para el fika del día siguiente con los compañeros.

Origen de la receta: Suecia

Tiempo de preparación: 30 minutos

Tipo de receta: Postre

Ingredientes:

- 100 gr de nueces
- 100 gr de mantequilla con sal
- 150 gr de harina
- 200 gr de azúcar de remolacha
- 2 huevos medianos
- 1 cucharita de café de canela en polvo

Elaboración:

En un cazo echa la mantequilla, cortada en daditos y caliéntala hasta que esté líquida.

Echa el azúcar en el cazo y dale vueltas hasta que esté totalmente disuelta con la mantequilla.

Retira del fuego y déjala reposar.

En un tazón, echa las claras de los huevos y bátelas, ten en cuenta que cuanto más batidos estén, más esponjoso saldrá el pastel al final.

Echas las llemas y la canela sigue batiendo.

Echa todo en el cazo que había retirado antes y dale vueltas con una espátula o cuchara de madera con movimientos envolventes.

Precaliente el horno a 180 grados.

Ve añadiendo poco a poco la harina sin dejar de darle vueltas con la espátula.

Déja toda la mezcla reposar unos minutos.

Mientras tanto, pica las nueces, yo suelo hacerlo con la batidora, para que queden trozos muy finos, pero eso ya depende de los gustos de cada uno, ya que las nueces no se deshacen en el horno, así que tal y como los dejes en este punto, estarán en el pastel una vez terminado.

Echas las nueces en la mezcla anterior y mézclalas bien para que estén bien repartidas.

Coge un molde de horno y fórralo con papel vegetal.

Echa la mezcla y métela en el horno hasta que la pinchar con un pincho veas que sale límpio, lo que será en unos 20 minutos, pero como ya sabes el tiempo dependerá de cada horno.

Saca el pastel y déjalo reposar, tapándolo con un trapo de cocina para que termine de asentarse, necesitarás una hora y media, pero este tiempo puede variar dependiente del calor y la humedad del lugar donde lo hayas dejado.

Y ya está todo listo para servir.

Últimos detalles: Este pastel es un buen acompañante para un café con leche pero sin nada de azúcar en el café.

Además puedes añadir un poco de mermelada de naranja a unos trozos de pastel y acompañarlo de una café solo y sin azúchar, ya verás como resulta una buena combinación.

Por lo sencilla y rápida que es esta receta, a los niños les resulta divertida y es un postre ideal también para una tarde de juegos, así que la incluyo como pitufo-receta.

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