Revista Cine

Notting Hill: dar en el clavo

Publicado el 28 abril 2019 por Juancarrasco @JuanCdlH

Veinte años celebramos este 2019 del estreno de la exitosísima Notting Hill, que siguiendo la estela de Cuatro bodas y un funeral (1994), vino a reafirmar la manera impecable de plantear el género romántico del elegante cine británico. Luego llegó la no menos atinada Love Actually (2003), que acabó de cerrar el círculo de lo que en su momento se definió como cine comercial, ligero, de fórmula asegurada, pero a la vez de cuidado guion y gran manufactura.

Notting Hill: dar en el clavo
Y justo ahora que nos encontramos en una industria que ha girado clarísimamente hacia el megapresupuesto en efectos especiales y la avalancha de películas de superhéroes anual (para deleite de muchos y horror de muchos otros, pero en cualquier caso, del todo excesiva), eso es ahora lo comercial. Por aquel entonces Notting Hill se encontraba en la cima de aquello que abarcaba a espectadores en cantidades suficientes como para hablar de negocio redondo.

El gran reparto supuso dar en el clavo con una pareja de protagonistas con innegable química, perfecto él (Hugh Grant) para hacer el papel de encantador atontado con un toque seductor, idónea ella (Julia Roberts) para interpretar a la inaccesible estrella de cine estadounidense (con seguridad no tuvo que trabajar demasiado el papel).

La puesta en escena tiene el original envoltorio del famoso barrio londinense que da nombre a la película, donde el protagonista tenía su pequeña librería de guías de viaje, que simboliza la resistencia ante el pez grande, ironías del cine, porque esta propuesta era justo eso, gran presupuesto e ir a lo seguro. Pero el caso es que fuera de las fronteras británicas, el barrio de Notting Hill no tenía antes de esta cinta ni siquiera las aspiraciones de ser lo conocido que es ahora en todo el mundo por obra y gracia de esta historieta sencilla, con gancho e imposible; la del tipo normal y la artista mundial que se enamoran a primera vista y que comen perdices.

El enorme reparto está completado por un elenco británico en su mayoría, entre los que podemos destacar nombres como los de Emily Mortimer o un colosal Rhys Ifans, alias “spyke”, en el desternillante papel de su vida. Incluso Alec Baldwin se da un paseo por el metraje en forma de cameo como el acompañante sentimental y también de portada de revista del personaje de Julia Roberts…

Para la posteridad del cine ya momentazos como el de las gafas de bucear graduadas, el maravilloso de la pugna grupal por quedarse con el último brownie, o la divertidísima parte de la entrevista en el hotel.

Nos sumamos a la celebración del estreno de esta estupenda película expectantes ante el futuro rumbo que tome el cine, tan cambiante en estas épocas, y alucinados mirando un poco atrás ante lo que han cambiado los cánones de lo que antes y ahora se denomina “cine comercial”.

Dirección: Roger Mitchell. País: Reino Unido. Duración: 104 min. Año: 1999. Género: Comedia romántica. Intérpretes: Hugh Grant, Julia Roberts, Rhys Ifans, Hugh Bonneville, Emma Chambers, James Dreyfus, Tim McInnerny, Gina McKee, Dylan Moran, Alec Baldwin, Matthew Modine, Emily Mortimer. Guion: Richard Curtis. Música: Trevor Jones. Fotografía: Michael Coulter. Productora: Polygram Filmed Entertainment / Working Title Films.


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