Revista Religión

Novena de la divina misericordia

Por Joseantoniobenito

NOVENA DE LA DIVINA MISERICORDIA

NOVENA DE LA DIVINA MISERICORDIA

CORONILLA:

 Dice Jesús:

Lo primero que harás es rezar es un Padre Nuestro, un Ave María y el Credo de los Apóstoles. 

 Después, en las cuentas del Padre Nuestro del Rosario dices: 

"Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero.”   

En las cuentas del Ave María dices:

"Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero."

 Al terminar las cinco decenas concluyes con estas palabras:

"Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.” 

Al final de la Coronilla se puede agregar la poderosa oración por la conversión de los pecadores que es: "Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confío."

NOVENA DE LA DIVINA MISERICORDIA 

El Primer Día (o sea Viernes Santo). . .“Hoy, tráeme a Toda La Humanidad y especialmente a todos los pecadores, y sumérgelos en el mar de Mi misericordia.  De esta forma Me consolarás de la amarga tristeza en que Me sume la pérdida de las almas.”

El Segundo Día (o sea Sábado Santo). . . “Hoy, tráeme a Las Almas de los Sacerdotes y de los Religiosos, y sumérgelas en Mi misericordia insondable.  Fueron ellas las que Me dieron fortaleza para soportar Mi amarga Pasión.  A través de ellas, como a través de canales, Mi misericordia fluye hacia la humanidad.”

 El Tercer Día (Pascua)...“Hoy, tráeme a Todas Las Almas Devotas y Fieles, y sumérgelas en el mar de Mi misericordia.  Estas almas Me consolaron a lo largo del Vía Crucis.  Fueron una gota de consuelo en medio de un mar de amargura.”

El Cuarto Día. . . “Hoy, tráeme a aquellos que No creen en Dios, y aquellos que todavía No me conocen.  También pensaba en ellos durante Mi amarga Pasión y su futuro celo consoló Mi Corazón.  Sumérgelos en el mar de Mi misericordia.”

El Quinto Día. . . “Hoy, tráeme a las almas de los hermanos que se han separado de Mi Iglesia, y sumérgelos en el mar de Mi misericordia.  Durante Mi amarga Pasión, desgarraron Mi cuerpo y Mi Corazón, es decir Mi Iglesia.  Según regresan a la Iglesia, Mis llagas cicatrizan y de este modo alivian Mi Pasión.”

El Sexto Día. . . “Hoy, tráeme a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños, y sumérgelas en Mi misericordia.  Éstas son las almas más semejantes a Mi Corazón.  Ellas Me fortalecieron durante Mi amarga agonía.  Las veía como ángeles terrestres que velarían al pie de Mis altares.  Sobre ellas derramo torrentes enteros de gracias.  Solamente el alma humilde es capaz de recibir Mi gracia; concedo mi confianza a las almas humildes.”

El Séptimo Día. . . “Hoy, tráeme a las almas que veneran y glorifican Mi misericordia, y sumérgelas en Mi misericordia.   Estas almas son las que más lamentaron Mi Pasión y penetraron más profundamente en Mi espíritu.  Ellas son un reflejo viviente de Mi Corazón compasivo.  Estas almas resplandecerán con un resplandor especial en la vida futura.  Ninguna de ellas irá al fuego del infierno.  Defenderé de modo especial a cada una en la hora de la muerte.”

El Octavo Día. . . “Hoy, tráeme a las almas que están detenidas en el purgatorio, y sumérgelas en el abismo de Mi misericordia.  Que los torrentes de Mi sangre refresquen el ardor del purgatorio.  Todas estas almas son muy amadas por Mí.  Ellas cumplen con el justo castigo que se debe a Mi justicia.  Está en tu poder llevarles alivio.  Haz uso de todas las indulgencias del tesoro de Mi Iglesia y ofrécelas en su nombre.  Oh, si conocieras los tormentos que ellas sufren ofrecerías continuamente por ellas las limosnas del espíritu y saldarías las deudas que tienen con Mi justicia.”  

El Noveno Día. . .  “Hoy, tráeme a las almas tibias, y sumérgelas en el abismo de Mi misericordia. Estas almas son las que más dolorosamente hieren Mi Corazón.  A causa de las almas tibias, Mi alma experimentó la más intensa repugnancia en el Huerto de los Olivos.  A causa de ellas dije: ‘Padre, aleja de Mí este cáliz, si es Tu voluntad.’  Para ellas, la última tabla de salvación consiste en recurrir a Mi misericordia.”


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