Revista Cine
"I don't want anybody coming close to me that we don't already know."
Enoch "Nucky" Thompson
Esta sentencia que pronuncia Nucky Thompson (Steve Buscemi) en el último episodio de la magnífica tercera temporada de Boardwalk Empire, resume con exactitud la evolución que ha realizado el personaje en esta impactante season.
Hasta ahora, Nucky siempre se había manejado acorde al lema "half a gangster, half a citizen". Pero, tras los hechos acontecidos, el patriarca de Atlantic City ha comprendido que ya no puede seguir transitando por ese camino.
En adelante, la cara amable y las acciones benéficas ya no tendrán cabida en su vida. Para prevalecer y mantener el tinglado, tendrá que abrazar su parte más oscura para poder reinar en las sombras. Y en el camino, deberá aprender de sus enemigos y dotarse de nuevas cartas que le garanticen una pieza del gran juego. Disponer de un ejército, como Joe Masseria en Nueva York, será poco menos que imprescindible para garantizar la supervivencia.
Pero lo más importante es el cambio humano, la evolución de un personaje. En este sentido, es especialmente significativa la última escena en el paseo marítimo, cuando una pareja parece reconocerle pero ya no hay buenas palabras ni sonrisas. Nucky es ahora una presencia amenazante, que produce el temor y que debe alimentarse de él para mantenerse.
Su talento para la maquinación y su habilidad de negociación le ha permitido salvar una situación límite. Su jugada maestra ha diezmado los efectivos de Masseria y ha aislado a Arnold Rothstein. Mientras la alianza con Johnny Torrio y Al Capone en Chicago se ha visto fortalecida, ha barrido la injerencia externa en Atlantic City cortando las alas del que creía haber usurpado su imperio: Gyp Rosetti (se le echará en falta la próxima temporada...). Pero, a lo largo de este proceso, de este juego maquiavélico en el que ha sido fundamental su alianza de conveniencia con el Secretario del Tesoro, Andrew Mellon, Nucky ha perdido la poca humanidad que le quedaba.
En su ámbito más personal también ha recibido golpes muy duros que le han transformado: la muerte de su amante Billie Kent, y el abandono de su esposa, enamorada del mejor sicario que había tenido a sus órdenes . Por consiguiente, el ambiente más íntimo y familiar ha evolucionado en paralelo a su casi defenestración en el mundo del hampa. Renacido de sus cenizas cual Ave Fénix, no estará dispuesto a cometer más errores y aquellos que pretendan ser sus amigos deberán "pagar" más de lo habitual.
Nucky va a ser ahora gangster a "full time" y su grito resonará en todo el país, desde los despachos de Washington hasta los barrios más humildes de Nueva York y Chicago. Una nueva era ha empezado.