Revista Cultura y Ocio

Nuestra amada Heda

Publicado el 11 marzo 2016 por Magik
Ya tengo en mi disposición el episodio que ayer se emitió de The 100, es decir, el octavo de la tercera temporada, aunque todavía no lo he visto. Me da más miedo que un nublado, la verdad sea dicha. Y, sí, esta entrada trata sobre The 100. Sí, otra vez. ¿Qué le vamos a hacer si a cada episodio van a más y la lían más parda y nos traumatizan más?
Así que, bueno, si eres uno de esos afortunados que a estas alturas no se ha comido el gran giro que hizo que Internet ardiera de indignación, pues te recomiendo encarecidamente que no leas esta entrada. Va a haber spoilers y, si vas a ver la serie, mejor que no lo sepas.
En el séptimo episodio de esta temporada, Thirteen, los guionistas nos sorprendieron con una nueva crueldad, que es algo marca de la casa: Lexa moría en brazos de Clarke y, de paso, descubríamos los orígenes de los grounders y de algunos de los aspectos de su sociedad como el cargo de commander o su religión, uniendo así la trama de La ciudad de la luz y ALIE con la nueva guerra que lleva cociéndose desde el primer episodio de esta temporada.
Nuestra amada Heda
Sin embargo, esta entrada va sobre nuestra Heda y su muerte y la que se ha liado.
Lo curioso que tiene The 100 es que puedes adorar a un personaje, odiarlo a muerte después y acabar queriéndole de nuevo. Por poner un ejemplo, al principio odiaba a Kane y ahora es de mis favoritos o Bellamy era insoportable, luego de los mejores y ahora quiero darle una somanta hostias a ver si espabila. En el caso de Lexa también me pasó eso: me intrigó, me moló, luego los deja tirados en Mount Weather y la odié (ya, ya sé que tuvo sus razones, pero una es vehemente) y luego me reconcilié con ella a lo largo de estos siete episodios y le cogí aún más cariño.
Vamos, que Lexa siempre ha molado mucho. Era una mujer fuerte, sensata y con las ideas muy claras, además de una completa badass a la que nadie tosía. Recordemos esa épica pelea contra el príncipe Roan y la más que épica resolución en la que mata a la reina de hielo y se quita un enemigo y se gana un aliado, además de callar bocas.
Y precisamente esa era una de las razones por las que tenía que morir.
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Ojo, no me entendáis mal: la muerte de Lexa me pareció una crueldad y, como fan, hubiera preferido que tuviera un final feliz. No obstante, comprendo que la desgracia sucediera, porque era algo que demandaba la historia. He leído muchas opiniones diciendo que podían haber prescindido de Lexa de otra manera, limitar sus apariciones porque Alycia Debnam-Carey es fija en Fear the walking dead y no podía compaginar ambas series. Pero la verdad es que yo creo que no tendría sentido, no narrativamente hablando, sobre todo tras como habían ido desarrollando el personaje.
Lexa era una líder, una líder muy comprometida con sus responsabilidades, además. Vamos, que no iba a dejar de lado el enorme problema que representa la Skaikru y el sangriento liderazgo de Pike. No podía dejarlo de lado, ni creo que a la serie le interesaba, ya que se estaban centrando en las doce tribus y cómo funcionaba su política. Tampoco habría tenido sentido viendo lo mucho que Lexa quería a Clarke y cómo se interesaba por ella y su gente.
Precisamente eso era lo que hacía que la historia pidiera su muerte y que fuera un hecho que se veía venir desde hacía varios episodios. Lexa estaba tan dispuesta a seguir a Clarke y su idea de un mundo nuevo y pacífico que tenía que desaparecer. Con Lexa presente, los Skaikru estaban a salvo, demasiado a salvo. Ni siquiera el deleznable y horrible acto de intentar arrasar una aldea, tras que Lexa les perdonara que masacraran a su ejército amparándose en la noche, había conseguido que Heda efectuara el blood must have blood que les lleva guiando años. Así que, para mí, era cuestión de lógica que Lexa muriera: dejaban de nuevo a los Skaikru sin protección y ella no tenía que traicionar a Clarke, ni sus ideales.
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¿Qué es cruel y una putada? Pues sí, pero es que esto es The 100. Y The 100 no es una serie amable, no es Hart of Dixie o Parks and recreation, es una serie donde cualquiera puede morir. A mediados de la segunda temporada Finn murió tras masacrar a los grounders, pero también murió Wells (y a manos de una niña pequeña, no olvidemos eso) y Maya y muchísimos más.
Otro aspecto a analizar sería el cómo. Quizás en una batalla hubiera molado más, no lo negaré, pero creo que a los guionistas les pudo la intimidad y el darle un final más bien dulce a Lexa. Un final que, además, no sólo sirve para enlazar las dos tramas, sino que nos ha dejado a Clarke y Murphy atrapados en la habitación donde ha tenido lugar todo, siendo dos Skaikru en un entorno hostil, donde han asesinado a la comandante con una de sus armas. No sé si los acusaran del asesinato de Lexa, pero me parece plausible viendo cómo es la serie.
No sé, yo personalmente me alegro de que, al menos, Lexa muriera en brazos de Clarke, sin sufrir y con la intimidad suficiente como para que se despidieran en condiciones. ¿Qué el disparo por error es demasiada casualidad? Pues sí, pero al menos deja la muerte de Lexa como lo que es: una tragedia. A Lexa la mata su maestro, el que estaba intentando salvarla (a fin de cuentas, el seguir a Clarke como lo hacía estaba generando roces que acabarían por pasarle factura y ya la habían atacado y cuestionado), lo que resulta tan cruel como que Lexa muera justo tras acostarse con Clarke por primera vez. Y, sí, pobre Lexa, también pobre Clarke que es la segunda vez que pierde a la persona amada (y a Finn tuvo que matarlo ella misma). Pero, al menos, tuvieron un instante de felicidad y eso es más de lo que se puede decir de otras parejas que surgen más por casualidad (química de los actores, peticiones de la audiencia...) que porque estuvieran pensadas.
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Y es que se ha liado pardísima porque cierto sector de los fans los han acusado de perpetuar clichés homófobos porque, al parecer, las parejas lesbianas siempre acaban mal. Y esto me parece una exageración muy, muy grande.
Sí, es cierto, la muerte de Lexa nos recuerda a la de Tara en Buffy, la cazavampiros, que también era lesbiana. Pero también podríamos comparar la muerte de Finn con la de Ángel en la misma serie: Ángel, tras acostarse con Buffy, pierde su alma y ésta tiene que matarlo; en The 100, Clarke se acuesta con Finn, unos episodios después éste enloquece y ella tiene que matarlo. A lo que voy es que en muchas series, sobre todo de ciencia-ficción o fantasía, las parejas acaban mal, ya sean heterosexuales como homosexuales.
¿Qué Tara murió y dejó sola a Willow? Cierto. ¿Qué Delphine muere en Orphan Black? También. Pero eso mismo les ocurre a muchísimas parejas heterosexuales: en Buffy, Ángel muere aunque luego resucite, pero ya no fue lo mismo; temporadas después, Spike muere también; en el spin-off de Buffy, Fred la palma y me deja a Wesley solo. En Embrujadas, Andy muere y deja sola a Prue. También tenemos a Allison en Teen Wolf, todos los dramas de The vampire diaries (Jo y Alaric, Tyler y Liv, por poner un par de ejemplos), Paul en Orphan Black... Es decir, que me parece muy exagerado que se les acuse de homófobos, sobre todo cuando nos han dado una relación muy bien construida y que ha sido canon.
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En serio, la de parejas hombre-hombre que los fans queremos y no han sido canon, ni lo serán nunca. Dean y Castiel, Sherlock y John, Stiles y Derek, Steve y Danny...
Lo que quiero decir es que no se les puede acusar cuando han desarrollado la relación, le han puesto cariño y hasta nos dieron una bonita escena de cama para sellar el amor que se profesaban. El problema, al menos en mi opinión, es que en las series con tramas fantásticas o de ciencia-ficción es donde más arriesgan con las relaciones y es muy fácil que un personaje muera en una guerra o enfrentándose a un demonio o a la última amenaza muy chunga, se tenga la orientación sexual que tenga. Y más en este caso, cuando cualquiera puede morir en cualquier momento y nunca han tenido miedo de mostrar las consecuencias de los actos de los personajes.
De hecho, de lo que sí se les podría acusar es de odiar a la pobre Clarke, que ha tenido que ver morir a sus amantes en sus brazos dos veces. Dos. Sin contar que mataron a su mejor amigo muy al principio de la serie. Vamos, que este paso, además de Wanheda, Clarke va a ser La viuda negra, la pobrecita.
Habrá que ver cómo el mundo de The 100 queda tras la muerte de Heda, ya que, ahora mismo, las posibilidades son infinitas y todas igual de estimulantes. Y habrá que ver cómo le afecta a Clarke esta nueva pérdida y la que se está liando por todos los frentes. Porque Lexa ha sido tan mítica que su ausencia se va a notar y, al fin y al cabo, es uno de los temas fundamentales de esta serie.

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