Hará casi dos años ya que empezamos nuestra experiencia curiosa con la Terapia Atlante.
Admito que al principio era algo que se nos escapaba por completo de nuestra lógica y manera de ver el mundo. Siempre sabíamos que había “algo mas”, pero ni habíamos tenido experiencias que iban mas allá de lo explicable, ni estábamos muy interesados o metidos en el tema. Después de esta experiencia e incluso formarnos como terapeutas atlante e introducirnos un poco más en la materia, nos hemos sorprendido de cuanta gente se interesaba y lo aprobaba.
¿¿Pero que es la Terapia Atlante?? Lo podrás leer aquí!
Bien, pues empezamos:
Sobre verano del 2013 empezaron a salirme
orzuelos en los ojos. Al principio iba de uno en uno, pero con el tiempo he llegado a tener hasta 5 y 6 orzuelos en ambos ojos. No siempre salía la pus a través de los glándulas cercanas al párpado, muchas veces se quedaba obstruido debajo de la piel de los parpados.Obviamente lo primero que probé es tratármelo con acupuntura y a continuación con cada terapia natural que fuera posible. Incluso una amiga que trajo una pomada desde China me untó esa pomada en el parpado. También probé con enjuagues con colirio y unas gotas de flores de Bach y otras toallitas específicas para orzuelos y potingues de la farmacia. Algunas veces mejoraba, pero siempre volvían. Pensé que había que sacar armamento mayor y me fui a pedir cita en el oftalmólogo de la Seguridad Social.
Lamentablemente todos sabemos como funciona nuestra Salud pública, así que me dieron cita para dentro de medio año. Pero un poco harta ya de probarlo todo, le pedí cita a una oftalmóloga particular. Me trató con antibióticos locales y otra pomada de farmacia.
Los orzuelos volvieron.
Volví a la oftalmóloga privada y me dio más antibióticos (que además me puse religiosamente!) y me dio otra pomada.
Los orzuelos volvían.
Al final me tocó la cita con la oftalmóloga de la Seguridad Social. Me volvió a dar el mismo tratamiento que su compañera del privado. Antibióticos y siendo chica buena, me lo volví a tratar con el antibiótico local tal como ella me lo había indicado.
Los orzuelos volvieron a salir.
Un día, durante el descanso de mediodía de la formación de profesores de Qigong, estamos hablando con un amigo y me pregunta que qué me pasaba en el ojo. Le comenté mi calvario desde hacía ya más de medio año y que no encontraba la solución.
Pero su pregunta me dejó atónita.
¡Me preguntó si no podría ser un mal de ojo! ¿¿Como?? ¿¿Mal de ojo?? Mi respuesta fue: “¡Artemio, no me digas que tu crees en eso!“ Porque además Artemio me parecía un chico muy sereno, con su cabeza y el corazón en el sitio justo.
La verdad que Artemio se limitó a ofrecerme la ayuda de un amigo y quizás fuera la decisión mas sabia que tomó. “No vas a perder nada si no funciona y si funciona mejor.”
Unas semanas después acompañados por Artemio nos fuimos a ver a su amigo Jose. Me midió con unas varillas que conocía muy bien por mis padres, pero que el le daba una utilidad bastante diferente.
Acostumbrada a ver a mis padres andar por el jardín con las varillas para ver donde mejor plantaban sus flores, hierbas aromáticas y verduras, Jose dirigió las varillas hacia mi haciéndole preguntas a las varillas. Vaya, esa utilidad era nueva para mi. Les preguntó si tenía entidades. Mis ojos se abrieron, porque yo ya me imaginaba lo que era, pero no estaba segura. Preguntó mi nivel energético a nivel mental, astral y físico. Por supuesto que preguntó si tenía trabajos de magia y resultó que tenía dos! Mis ojos se abrieron más todavía. Cuando preguntó desde cuando los tenía y coincidió con el verano anterior cuando empezaron a salirme los orzuelos ya casi se me cae la mandíbula inferior al suelo.Obviamente le pregunté que solución me ofrecía el y me ofreció el Alineamiento Atlante.
Antes de entrar en la consulta además midió el nivel energético de mis chakras y coincidió con los que siempre suelo tener obstruidos.
Con unos liberadores o “puñeteros metacrilatos con Leds” como posteriormente lo describió un amigo, me hizo el Alineamiento y ya fuera en la tienda me volvió a medir. Cual era mi sorpresa cuando las varillas ya no daban los mismos resultados que anteriormente. Me entregó un protector advirtiéndome de no quitármelo salvo que me sintiera mal, mareada, etc.
Luego nos midió el móvil y un mp4 que llevábamos. Nosotros sabíamos por la práctica con las varillas de mis padres que el móvil iba a dar una señal. El campo electromagnético que general el móvil hace que las varillas se unan hacia el centro. Por supuesto que las varilla
s se unieron. Jose agarró el móvil y lo puso entre los liberadores unos segundos. Dijo que me había limpiado el móvil y que se mantendría limpio sin mas necesidad de hacerle nada y lo volvió a medir. ¡¡¡Cual fue me segunda sorpresa cuando después de la limpieza ya no se unían!!!Y lo mismo hizo con Paco. Lo midió, limpió y volvió a medir. Por cierto, Paco tenía un pequeño orzuelo en un ojo también y el resultado del trabajo de magia fue idéntico al mío.
Nos pasamos toda la tarde pensando en como era posible….. no llegamos a ninguna solución, claro está y nos olvidamos con relativa rapidez.
Al día siguiente por la tarde de repente a Paco se volvió a acordar de la limpieza del día anterior cuando me pregunta: “¿Cómo tienes el orzuelo?” Yo habiéndome olvidado por completo me fui al baño a mirarme en el espejo. ¡No podía creerme que había casi desaparecido! ¡En un solo día! Donde antes había necesitado casi 5-6 días en medio-mejorar (¡no desaparecer del todo!), en menos de un día se había reducido un 90%.
Amigas luego me decían que la mente podía mucho, que fue una historia a nivel inconsciente. No se que decir. Yo hasta ese momento no me creía la historia. Incluso mucho después, quise comprobar si de verdad el protector me protegía y los orzuelos habían podido desaparecer por la limpieza de Jose. Exactamente un mes y medio después me quité el protector entregándome a un auto-experimento.
Los que conocéis y creéis en la Terapia Atlante, la Geometría Sagrada y la física cuántica, quizás os imagináis el resultado. Yo, como soy un poco dura de mollera, me volví a sorprender. Nada mas quitarme el protector, al día siguiente volvieron los orzuelos.
Así seguí durante un tiempo, comprobando que los orzuelos me salían cada vez que me quitaba el protector. Cuando me ponía el protector, tampoco se iban al 100%, siempre me quedaba un restito en el párpado derecho superior, pero al menos ya no era la incomodidad que había tenido meses anteriores.
Al fin convencidos que la simbología triple atlante del protector y de los liberadores funcionaba nos decidimos a hacer la formación de terapeuta atlante. En la formación le pregunté a Jose, porque no me desaparecía al 100% y después de medirme y darnos cuenta que el trabajo de magia seguía allí, me respondió que si alguien, por poner un ejemplo, había puesto una imagen mía con el trabajo de magia en un cajón y seguía en ese cajón, el trabajo de magia seguía activo y lo único que podía hacer es protegerme a mi, pero no eliminar esa magia, hasta que no pueda ir a ese cajón y limpiar mi imagen.
Después de algunos meses me llama un día una amiga y me pide limpiar el sitio de una conocida amiga nuestra que le había comentado que lo necesitaba. Cuando fui no detecté nada raro, la verdad, pero quizás me falte la percepción suficiente para ello. Era un sitio que había frecuentado algunas veces y a ella la conocía desde hacía varios años. No teníamos muchas cosas en común, pero tampoco teníamos nada en contra. La relación no era para nada mala. Liberé todo el local, sellándolo con los sellos atlantes y no pensé nada más salvo en los resultados de las mediciones.Al día siguiente de hacer la Armonización Ambiental de ese sitio me dí cuenta que el pequeño restito de orzuelo que me había quedado el parpado superior derecho había desaparecido por completo.
¿Todo casualidad?
La entrada original Nuestra Experiencia con la Terapia Atlante aparece en www.bienestarvalencia.com