Nuestro amigo el glifosato, analizado a fondo en una jornada monográfica por Foro Agrario

Elena F. Guiral/ Sara Pérez Jerónimo

El pasado jueves, 31 de marzo, la Fundación Foro Agrario organizó una jornada técnica dedicada a los transgénicos tolerantes a herbicidas en colaboración de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la UPM.   En ella, un amplio y variado grupo de expertos analizó y mostró diferentes aspectos de la evaluación y gestión variedades mejoradas y herbicidas ante más de un centenar de asistentes.

El primer vistazo al programa mostraba una mañana cargada de presentaciones e información, pero la jornada pretendía aportar una visión completa de los riesgos y oportunidades de estas nuevas herramientas y si cualquier actividad relacionada con OMGs supone trabajar en un marco regulado y sujeto a evaluaciones de riesgos directos, indirectos, inmediatos y diferidos, cuando se trata de la combinación planta y herbicida convergen y se añaden las evaluaciones y regulaciones que afectan a los productos fitosanitarios en general y a los herbicidas en particular.
La apertura de la Jornada por parte de Martín Fernández de Gorostiza en nombre de Foro Agrario recordó la misión fundamental de la agricultura, actividad destinada a abastecer de alimentos y materias primas a los ciudadanos, y cómo la tecnología puede contribuir a disminuir las pérdidas por la competencia de las malas hierbas. Del mismo modo, la Catedrática y Académica Dra. Pilar Carbonero recordó el reto de alimentar a una población creciente con la frase de Jonathan Swift en Los viajes de Gulliver “Quienquiera que produzca dos mazorcas de maíz, merecería un mejor reconocimiento de la humanidad y lograría realizar un servicio más esencial para su país, que toda la clase política junta”. Y la segunda mesa redonda, moderada por el Profesor de Investigación Dr. Pedro Castañera, puso de manifiesto que los problemas del futuro no se pueden resolver utilizando sólo herramientas del pasado.

La primera mesa redonda estuvo dedicada a la Evaluación de riesgo y autorización de variedades modificadas genéticamente y herbicidas. En ella, los técnicos y autoridades del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino, así como los expertos de centros de investigación que prestan su colaboración científica detallaron cómo se llevan a cabo las completas evaluaciones para garantizar que los usos autorizados sean seguros para consumidores y medio ambiente. También quedó patente que las evaluaciones de riesgo son siempre llevadas a cabo caso por caso y basadas en información científica, mientras que el manejo del riesgo, o decisiones finales sobre autorización, están basadas en cuestiones políticas.

El segundo bloque temático versó sobre cómo se pueden integrar estas nuevas variedades y manejos de malas hierbas en nuestra agricultura para que los agricultores cuenten con un mayor abanico de herramientas y puedan competir en igualdad de condiciones frente a las geografías donde su uso comercial está autorizado. Para ello se propusieron medidas de gestión responsable y seguimiento del cultivo que promuevan un buen uso de la tecnología e integración dentro de los programas de producción integrada y agricultura de conservación, que han demostrado importantes beneficios agronómicos y medioambientales.

En el debate final destacaron numerosas preguntas sobre por qué una tecnología empleada desde hace 16 años con un historial impecable de seguridad y que en 2010 fue utilizada en unos 122 millones de hectáreas (variedades tolerantes a herbicidas o con varios eventos apilados) causa recelo en la opinión pública y volvió a reiterarse la necesidad de mejorar la información que recibe la opinión pública. Un público cada vez más urbanita y alejado de los agricultores, y más vulnerable a campañas de cuestionable ética profesional que echan por tierra la imagen de productos autorizados mientras se promociona otros con argumentos sin ninguna base científica. Quizás haya que comenzar a preguntar a cada ciudadano como hizo D. Vicente Bodas en su presentación, que haga un ejercicio de imaginación y piense en aquella tribu que ante circunstancias adversas tuvo que decidir si seguían a merced de clima y adversidades que determinaban su alimentación o inventaban la agricultura, pero conscientes de que una vez tomada la decisión el medio ambiente dejaría de ser tal  para constituir nuestro medio de supervivencia.

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