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En este Mes de la Patria escuchamos con el mayor respeto y emoción, como todos los años, dentro de los actos de homenaje a nuestros héroes, el Himno Nacional Mexicano, considerado por propios y extraños como una de las piezas poéticas y musicales más bellas del mundo.
Fue el 12 de noviembre de 1853 cuando el gobierno mexicano encabezado por el presidente Antonio López de Santa Anna convocó a un concurso para componer un “Himno a la Patria”.
El autor de la letra, ganador de este certamen, resultó ser Francisco González Bocanegra, hijo del español José María González Yáñez y de Francisca Bocanegra Villalpando, nativa de Pinos, Zac. Nació en San Luis Potosí, pero debido a que su padre era de origen español, fue desterrado con su familia en 1829, y regresó diez años después cuando España había ya reconocido la independencia de México.
El joven Francisco se dedicó al comercio en su natal San Luis, pero luego pasó a la Ciudad de México, donde contrajo matrimonio con su prima Guadalupe González.
Al tiempo que la letra del Himno fue escogida, se eligió la música compuesta por Jaime Nunó Roca, hijo de Francisco Nunó y Magdalena Roca, quienes fallecieron cuando Jaime tenía apenas nueve años de edad.
Nunó había participado en el concurso con la composición musical titulada “Dios y Libertad” para las estrofas compuestas por González Bocanegra.
De esta manera, el Himno Nacional Mexicano con música de Nunó y letra de Bocanegra se interpretó por primera vez en público el 15 de septiembre de 1854 en el entonces llamado Teatro Santa Anna, actualmente Palacio de Bellas Artes, de la Ciudad de México.
Artículo publicado por la revista México Rural en su edición de septiembre de 2016.