Vivir en una isla es sinónimo de viajar en avión. Las familias que viven en la península igual no tienen tantas oportunidades de volar, pero en nuestro caso para cruzar el charco, aunque solo sea para visitar a la familia en Murcia, lo hacemos a menudo.
Sunflower voló por primera vez con cuatro meses de vida y desde entonces ha volado una media de cuatro veces al año. Una por temporada. Así que muchas veces me encuentro con mamás que van a iniciarse en la experiencia de subir a un avión con sus pequeños y me piden consejo. Su pregunta más común es qué tienen que llevar para entretenerlos en el avión y que no se aburran.
Obviamente depende del vuelo, no es lo mismo un vuelo de tres horas y media (como cuando fuimos a Oslo el verano pasado), que un vuelo de media hora, que es lo que tardamos en ir a Alicante desde Mallorca. Pero como más vale ir preparados para lo que pueda pasar, siempre llevamos nuestro kit infalible de juego, un kit muy útil para cuando hay que estar mucho tiempo sentado, sin moverse, y en un espacio pequeño, que de alguna manera puede resultar agobiante y estresante para un niño/a pequeño, y por supuesto para un adulto.
Sin pantallas de por medio
En nuestro kit no llevamos nada que tenga relación con una pantalla. Lo sé, esto no es lo habitual. Los juegos del Ipad o del móvil, películas, dibujos animados,… son el entretenimiento número uno utilizado por los padres y madres en estos casos. Cuántos niños/as habremos vistos ya en la sala de embarque absorbidos por la pantallita y que no despegan su mirada de ella salvo los pocos minutos que no se pueden utilizar dispositivos electrónicos, en el despegue o en el aterrizaje.
¿Que son una opción válida y eficaz? Tienen que serlo, sino, no se usarían tanto, pero no es la opción que elegimos. Creemos que hay muchas otras alternativas más saludables y apropiadas para los niños pequeños y que permiten además un disfrute diferente del momento especial de viajar en avión, pues no te desconectan tanto, sino al revés, te conectan.
Nuestro kit de juegos viajeros
Sunflower siempre lleva una mochilita donde guarda todas sus herramientas de ocio. Esta en concreto nos la regaló una mamá lectora del blog que la cosió con mucho cariño y le encanta.¿Es bonita verdad?
Lo que llevamos absolutamente siempre (además de alguna muñeca) es:
- Algo para jugar a pintar
- Algo para hacer labores (o manualidades como les llama ella).
- Algo de lectura
- Algo de construcciones
- Algunos juegos mini de mesa para jugar de forma individual o con nosotros.
Jugar a pintar
Esto es lo que más le gusta hacer en el avión con diferencia. Eso de bajar la bandejita frontal y dibujar o pintar le chifla. Por eso siempre llevamos algún cuaderno comprado o casero, pues solemos aprovechar hojas de reciclar y crear pequeños cuadernillos, simplemente haciendo un par de agujeros con la taladradora y atando las hojas con un plim-plim.
Para pintar llevamos siempre algo pequeño tipo la bolsita de tela de los Crayons Rocks que son geniales por tamaño y gama de colores (los nuestros son de Alupe).
Hacer labores
Los telares pequeños como el telar de flor, el de tenedor o de estrella y un poco de lana están siempre en su kit de viaje. Cuando fuimos a Oslo el verano pasado hizo un cordón tan largo de colores en el avión que fue suficiente para hacernos una tobillera para ella, para F. y para mí. ¡Y fue todo iniciativa suya!
El telar tiene algo muy tranquilizador, al ser un patrón rítmico que se repite, y está muy bien para un momento en el que igual necesitamos estar serenos y pasar el tiempo.
De telares mini, que se pueden utilizar a partir de los 3 años, tenemos varios (te los enseñé aquí), este en concreto le gusta mucho porque no pesa apenas y le encanta que sea una flor. (Puedes encontrarlo aquí).
Algo para leer
Me parece imprescindible llevar algún cuento bonito, nosotros solemos llevar alguno sorpresa, o varios más pequeños para que haya variedad, tipo los Minis.
Un cuento que llevamos en el último viaje porque sabíamos que le iba a gustar muchísimo es el best seller “Las princesas también se tiran pedos” de editorial Algar.
Sunflower y sus amigas llevan todo el curso partiéndose de risa con el tema de los pedos. Mi amiga Romina (la de la cocina de doña flor) dice que todos los niños pasan por esa fase de nombrar todo el tiempo lo de “caca, pedo, culo, pis”, pero es que Sunflower y sus tres amigas más allegadas ¡llevan meses! (En otro post te explicaré qué hacer cuando los niños pequeños dicen palabras o expresiones poco educadas o apropiadas porque es todo un tema también).
Este cuento, como te puedes imaginar, le encantó, y después lo hemos estado leyendo muchas noches seguidas. Además tiene unas ilustraciones muy chulas y un bonito mensaje.
Algo para construir y crear
En Noruega descubrimos los plus-plus, pequeñas piezas de construcción de colores que no pesan nada y que se pueden llevar a cualquier parte metidas en una bolsita de tela. Además son geniales porque permiten construir en 2D y en 3D y en superficies reducidas como la bandeja del avión.
Otra opción genial que descubrí en EEUU y que teníamos muchas ganas de probar es el juego imantado de bolsillo TEGU. Es una especie de Tangram de madera con algunas variaciones, aunque permite construir muchas figuras similares y al ser piezas imantadas es otra forma de jugar muy interesante y más cómoda para el avión. Además lleva una bolsita de fieltro muy práctica para guardarlo.
Lo único que hay que tener en cuenta es que en el control de seguridad pueden pararte porque detecten algo raro al estar las piezas imantadas, pero en cuanto ven de lo que se trata, no debes tener mayor problema.
Juegos de mesa mini
¡Importantísimos!
Tenemos varios, desde el clásico 3 en raya en una latita pequeña, y también imantado…
El juego de ¿Quién soy? con el que nos partimos de risa…
Es un juego que le gusta tanto, tanto a Sunflower que solemos jugar también en el coche solo de forma verbal, uno piensa qué personaje, animal u objeto es y el otro debe adivinarlo haciendo preguntas de Sí o No. ¡Muy recomendable para cualquier momento de espera!
O el juego de atención Dobble que tanto nos gusta y que descubrimos el año pasado (te hablé de este juego aquí).
Y si después de todo este arsenal de juegos y propuestas todavía el viaje se hace largo y tedioso, entonces es momento de sacar la merienda (siempre llevamos galletas y algo de fruta o zumo sea la hora que sea a la que viajemos) o de intentar dormir un rato para descansar y cantar alguna cancioncilla, eso también es infalible.
La mayoría de juegos y materiales que he utilizado para ilustrar este post son de las chicas de Alupé, dos hermanas, y también mamás, muy conectadas con el juego de calidad que están especializadas en juguetes creativos.
Y ahora cuéntame: