Revista Maternidad
Hace ya unos días que quería comentar esta nota de Pagina 12, aprovecho en este momento que ambas niñas duermen y tengo un respiro (con 3 no es tan fácil ya encontrarle tiempo al blog, sepan disculpar!)Como les compartiera aquí, hace un tiempo ya que se estaba estudiando en la Comisión de Salud una nueva ley de obstétricas o parteras, como se las llama más comúnmente.Esta nueva ley contempla un marco mucho más amplio del accionar de la profesional obstétrica, accionar que, aunque se encontraba desde siempre preparada para llevar a cabo, no realizaban ya que quedaban siempre a la sombra del médico obstetra.Así, a partir de la nueva ley, las parteras podrá controlar todas las etapas del embarazo sano, colocar DIU, interpretar estudios, prescribir medicación, extender certificados, etc.Sin embargo, esta ley tiene una trampa: establece que las parteras solo podrán asistir los partos en en entidades debidamente habilitadas, coartando de esta manera el derecho de las mujeres a parir en sus casas o en la casa de sus parteras, si así lo desean.Para completar lo desafortunado de la ley, la misma diputada Chieno, al defender su proyecto, tuvo varias frases igualmente desafortunadas en esta nota periodística, reduciendo la lucha por el derecho a elegir dónde y con quién parir a una cuestión económica, de cobertura de las obras sociales, considerando que las parteras no están capacitadas para atender partos a domicilio (demostrando un absoluto desconocimiento de las estadísticas de los partos en casa, que entre otros aspectos tienen las tasas de cesáreas más bajas de todas), y lo peor de todo, diciendo que esto se trata de un "deseo de una elite, a una moda de ricos y famosos".No soy rica, mucho menos famosa, ni pertenezco a ninguna "elite". Pero parí a mis dos hijas menores en mi casa, acompañada de parteras. Ambos partos fueron excelentes experiencias, que sin duda recomiendo a cualquiera, en especial si las comparo con el parto de Joaqui, que si bien fue parto "normal", fue super intervenido.El parto de Emma lo pude afrontar porque estuvimos ahorrando desde antes de que yo quedara embarazada, porque teníamos claro que no queríamos repetir la experiencia que habíamos tenido con Joaqui.El parto de Maite, lo pagamos ahorrando mes a mes durante el embarazo, más los aguinaldos.En ambos casos fue un sacrificio, pero que lo hicimos gustosos, a sabiendas de que estábamos dándoles a nuestras hijas la mejor venida al mundo que nos era posible.Por otro lado, de todas las mujeres que la vida me dio la alegría de conocer, que han parido en sus casas, o en las casas de sus parteras, NINGUNA de ellas es millonaria, y solo conozco, como caso de una famosa, el de Carla Conte.La mayoría de estas mujeres afrontaron el costo del parto ahorrando, pidiendo prestado a familiares y amigos, e inclusive sacando prestamos bancarios.Al quitar a las parteras la posibilidad de atender partos en casa, lo que se está haciendo es limitando aún más el acceso de las mujeres todas, aún más las de menores recursos, a parir donde y con quien quieran.Como la misma Diputada Chieno reconoce, las parteras que asistan partos en casa "pueden poner en peligro su título". En estas condiciones, pocas son las parteras que se arriesgaran a perder su profesión, su modo de vida y la forma en que llevan el sustento a sus familias. Por ende, el parto en casa será, ahora sí, cada vez algo más elitista, porque cada vez habrá menos profesionales dispuestos a hacerlo, y menos mujeres podrán pagarlo.Se arroja a las parteras y a las mujeres que quieran parir en casa a la ilegalidad, a estar al margen de lo permitido, a no tener protección legal alguna. Por desinformación y por capricho.Y si vamos más a fondo, supongamos que realmente el parto en casa fuera una moda, que fuera elitista o algo de ricos y famosos... acaso ellos son menos personas por el simple hecho de ser famosos o millonarios?? Acaso no tienen tanto derecho a elegir parir en sus casas como lo tienen de elegir parir en tal o cual clínica?? Esta desafortunada frase, para mí, tiene un solo nombre: discriminación. Porque discriminar según la definición de la Real Academia Española, es "Dar trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, etc.". Y negar a alguien el derecho a parir en su casa por la simple razón de que es famoso o puede pagarlo, es lisa y llanamente, discriminar, le pese a quien le pese.Parir es un hecho fisiológico, no una enfermedad. Cualquier mujer sana puede parir a su hijo, aún sin ayuda (y no es que aconseje parir sin asistencia de ningún tipo, yo no lo haría, pero conozco varios casos en los que el profesional no llegó a tiempo, y la mujer parió igual, no va a estar esperando a que el medico llegue para parir, faltaba más!!). Lo hemos hecho durante milenios, y ese es el motivo de que la raza humana haya llegado hasta aquí. Y podemos seguir haciéndolo, si nos dejan.