Científicos forenses en los Países Bajos han desarrollado una técnica fiable para estimar la edad humana con sólo una gota de sangre.
De los varios usos potenciales de la herramienta, podría ser especialmente útil a la policía tratando de determinar la identidad de personas desaparecidas o de presuntos delincuentes a través de muestras de sangre recogidas en la escena del crimen.
“Nuestra prueba tiene un gran potencial para su aplicación en la estimación forense de la edad, sobre todo en casos en que tan sólo se dispone de sangre, como suele ser el caso en crímenes violentos”, dijo el biólogo molecular Manfred Kayser de Erasmus MC en Rotterdam, y co-autor del estudio publicado en Current Biology.
Hasta ahora, los investigadores de escenas de crimen han dependido de la disponibilidad de partes específicas del cuerpo, como dientes, huesos o ligamentos, para estimar la edad de las personas que de otro modo no son identificables.
Esta nueva técnica es muy superior porque se basa exclusivamente en la disponibilidad de una muestra de sangre relativamente pequeña.
Se aprovecha de un fenómeno conocido como involución del timo, que comienza poco después del nacimiento. Cuando una persona envejece y se degrada el tejido del timo, la cantidad de un determinado tipo de molécula de ADN en nuestras células inmunes, señal de conjuntos de células T del receptor de los círculos de la escisión, disminuye a un ritmo constante.
En su estudio, Kayser y su equipo tomaron muestras de sangre de 195 pacientes holandeses sanos, de edades comprendidas entre unas pocas semanas a 80 años.
Después de cuantificar la cantidad de sjTRECs en cada muestra, junto con un gen de referencia para compensar la cantidad total de materia prima de ADN, los investigadores realizaron un modelo de regresión comparando la abundancia sjTREC y la edad.
Descubrieron que la abundancia de sjTREC representa una porción muy significativa de la variación total en edad, con una precisión de alrededor de nueve años. Se sugiere que la herramienta sería de gran precisión en la asignación de personas no identificadas en categorías generacionales, cada una abarcando 20 años.
El nivel de precisión lograda con la prueba es la más alta obtenida hasta la fecha a partir de información del ADN de cualquier rasgo humano.
Se basa en un campo cada vez mayor de investigación, que trabaja con nuevos métodos para predecir la apariencia humana a partir de muestras de ADN en una escena del crimen.
Peter Schneider, biólogo forense de la Universidad de Colonia, describió el estudio como “innovador” y “original”, e hizo hincapié en la superioridad de la técnica respecto a otros métodos ya que “una mancha de sangre es lo bastante buena para hacer una predicción”.
Schneider considera que esto es sólo el comienzo, con nuevos tipos de marcadores moleculares y enfoques más innovadores, nuevas técnicas para estimación de edad pueden ser descubiertas en un futuro muy próximo.
Según el científico forense Roland Van Oorschot del Departamento de Policía de Victoria, “la investigación realizada, establece un nuevo paso hacia la mejora de la capacidad de los científicos forenses para estimar la edad humana.”
Van Oorschot, sin embargo, advierte que se requiere más investigación antes de que la prueba puede utilizarse para una aplicación legal.
Aparte de su evidente papel en la ciencia forense penal, la herramienta también puede ser de utilidad en varias otras áreas de las biociencias.
“Otras aplicaciones se encuentran en los estudios antropológicos, como estimar la edad de una persona histórica (si se dispone de sangre vieja), y nuestro examen también puede servir en la gestión de la fauna y biología y la conservación para controlar la edad en poblaciones de vida salvaje”, dijo Kayser.
Autor: Andrew Letten
Enlace original: Human age written in blood