NUEVA VERSIÓN DEL "VERANO" DE VIVALDI: "No hay palabras, sólo hay música", es una de las frases más conocidas de Antonio Vivaldi. Y otra, que ahora, mirando hacia atrás, nos parece mentira que dijera un genio estas palabras: "Si no te gusta esto, dejaré de escribir música". Menos más que no ocurrió... si no, nos perderíamos muchas de sus obras maestras. "Las cuatro estaciones" de Vivaldi es un conjunto de cuatro conciertos de este gran compositor, cada uno de ellos tratando de expresar musicalmente lo que significaba para él cada una de las distintas temporadas del año. Las compuso entre 1718 y 1720, pero no se publicaron hasta 1725. Estos conciertos están basados en unos sonetos que, según la mayoría de estudiosos del tema, los escribió el propio Vivaldi. Con esto podemos incluirlos en un género musical llamado música programática, que consiste en tratar de expresar por medio de la música algo extramusical (un objeto, un sentimiento, un poema, una estación, una flor... cualquier cosa). Aquí me detengo en el 3er movimiento de su concierto "El Verano", Presto, que está basado en los tres últimos versos del soneto que hace referencia a esta estación. Dicen así: ¡Ah, que son sus temores verdaderos! Truena y fulmina el cielo y granizoso Trunca las cabezas de las espigas y los granos altera. La versión en la que me quiero detener aquí es la que está ejecutada por Vanessa Mae, una violinista que, aunque tenga una formación clásica, pues con 3 años empezó a estudiar piano y con 4 violín, realiza música techno-clásica, arreglos de obras clásicas en clave moderna, a través del uso de las nuevas tecnologías musicales. Vanessa Mae nació en 1978 en Singapur, que con 4 años vivió el divorcio de sus padres y tuvo que irse a vivir a Londres con su madre y su nuevo padre, Graham Nicholson, que la metió a estudiar violín. A los 8 años empezó a estudiar intensivamente con Lin Yao Ji en el Conservatorio Nacional de Música de Beijing. Posteriormente regresó a Londres y entró en el Royal College og Music de Londres. Os dejo con ella y su versión del tercer movimiento del "Verano" de Vivaldi, que interpretó en 2002 en las ceremonias de inauguración de los Juegos Paralímpicos de Invierno de dicho año.