Con esta entrada solo pretendo contar nuestras impresiones basadas en nuestra experiencia personal de nuestro viaje a Nueva York en verano (fuimos en septiembre de 2014), pero no encontraréis historia ni nada que ya venga más que detallado en las guías de viajes. Pero sí os podéis hacer una idea general de qué visitar en Nueva York, aunque allí hay mucho más que ver.
1. Estatua de la Libertad
2. Williamsburg, barrio judío3. Guggenheim Museum
4. Intrepid Museum
5. Puente de Brooklyn6. China Town
7. Little Italy
8. Memorial del 11 S
9. Battery Park
10. Central Park
11. Tienda Lego
12. Bronx
13. Times Square
14. Wall Street
15. Queens
16. Flea Market
17. Americam Museum of Natural History
18. La ruta del shopping1. Estatua de la LibertadLa Estatua de la Libertad es el símbolo indiscutible de Nueva York. Irse sin verla es más que un pecado... eso es lo que se puede pensar pero la realidad se asemeja a lo que ocurre cuando viajamos a París y visitamos el Louvre deseosos de materializar, por fin, La Mona Lisa. No es que la Estatua de la Libertad se vea a través de un cristal y a una distancia que hace parecer que miramos un sello -como en el caso de la Gioconda de Leonardo Da Vinci- pero sí es verdad que se divisa de lejos, tanto que no llegas a sentirte una miniatura a su lado.
La razón es bien sencilla y es que lo impactante es ver de frente semejante monumento de 46 metros de altura. Para ello, una muy buena opción es hacer uso del Staten Island Ferry (conecta Manhattan con Staten Island) que es gratuito, aunque también se puede visitar la Isla de la Libertad donde se ubica la estatua.Una vez en la terminal del Ferry se ve multitud de gente esperando. La puerta es enorme y todo el mundo se planta delante. A quien le interese coger los mejores sitios, lo más recomendable es situarse en el lateral derecho, ya que por ahí es más sencillo hacerse un hueco y entrar antes. Además de que dentro del Ferry la zona buena también es la derecha. Lo he dicho de forma discreta pero me refiero a colarse y lo digo así porque no es colarse propiamente ya que no hay colas bien formadas ni se puede pedir "la vez", como si de la frutería se tratara. Ahí es la ley del más fuerte y si uno no va espabilado, es que directamente se queda sin sitio porque toda la educación que se puede ver en muchos sitios neoyorquinos, ahí se pierde y, como poco, te aplastan.Bien, una vez en el Ferry hay dos plantas para sentarse, ya sea en interior o en exterior. Aunque hace más frío (hay que llevar algo de abrigo) conviene más situarse en exteriores ya que se aprovechan mejor las vistas.Si el viaje se hace de día, la estatua se ve y los barcos tipo "pirata" quedan chulísimos en las fotos. En cambio, si se hace de noche, la visibilidad está más limitada pero la iluminación de los edificios es tremenda y también queda como resultado una bonita postal. De cualquier manera, nuestras cámaras no consiguieron captar tanta belleza. Lo bello de la estampa permanece en nuestras retinas.
Vistas de la Estatua de la Libertad desde el Ferry (gratis)
Esto es lo más cerca que se puede ver la Estatua de la Libertad desde el Ferry
Vistas de la Estatua de la Libertad anocheciendo
De noche se ve la Estatua de la Libertad y los edificios de Manhattan
Aunque el viaje gratis en ferry se aproveche para ver la Estatua de la Libertad, no hay que olvidar que se trata de un transporte más en la ciudad que se utiliza para cruzar desde Manhattan a Staten Island y viceversa (el recorrido dura unos 25 minutos), por lo que una vez finalizado el trayecto hay que dar marcha atrás. Para ello, hay que bajarse del ferry y hacer de nuevo la cola. Es imposible quedarse dentro ya que hay revisores que se encargan del desalojo. Si no entras en esa partida de gente, tendrás que esperar al próximo y tiempo perdido es Nueva York es tiempo que no se vuelve a recuperar y que te privas de ver muchas cosas. Por tanto, hay que seguir la táctica de situarse por los laterales ;-)
Horarios del Ferry
.2. Williamsburg, barrio judíoEntre nuestros planes no estaba pasarnos por Williamsburg, el barrio de los judíos ortodoxos que se ubica en el barrio de Brooklyn, pero lo descubrimos durante nuestra excursión de contrastes (no somos nada dados a las excursiones guiadas pero el recorrido incluía zonas a las que era mejor ir acompañado y también estaba el sobreañadido del autobús que permitía un mayor aprovechamiento del tiempo) y no pasó inadvertido para nosotros. Tanto, que decidimos ir un día por nuestra cuenta.
Lo que llama la atención es la indumentaria de hombres, mujeres y niños. Sabía de sobra cómo vestían los hombres, con su peculiar sombrero negro (como curiosidad, se elaboran en Sevilla), las casacas negras, las barbas y los tirabuzones largos a cada lado de las orejas. Pero lo que no me imaginaba es que los niños eran clones de sus padres... tan pequeñitos y calcados.
Por otra parte, las mujeres no son nada sexys, desde el punto de vista occidental, claro está. Visten ropas oscuras, faldas largas que cubren más allá de las rodillas, medias hasta en verano. Y las casadas se cubren la cabeza con pañuelos o pelucas que no son nada baratas. Incluso algunas van rapadas ya que el pelo se considera algo sexual que solo debe estar al alcance del marido.En cuanto a los menores, en el colegio tienen una entrada para niños y otra para niñas. Por mucho que nos hubieran contado o hubiéramos leído, era como estar en una película. Era otro mundo.
Entrada al colegio para niñas
Según recomendación del guía de la excursión de contrastes, comimos en un restaurante judío donde, de acuerdo con sus costumbres, no mezclaban leche y carne. Así que servidora, intolerante a la lactosa, se zampó una hamburguesita la mar de rica con todos sus aparejos ;-)Nos hubiera gustado mezclarnos un poco más en el ambiente pero lo cierto es que el rato que pasamos en ese barrio con la excursión de contrastes no dio para mucho y cuando ya volvimos los dos solos, era sábado (ellos lo denominan Shabat) y es su día sagrado por lo que no se trabaja y todo permanece cerrado. Mal día para hacer la visita, pero sí pudimos ver una indumentaria diferente, caracterizada por gorros circulares de pelo que lucen los hombres casados.A modo de curiosidad, según nos contaron, intentan tener ajenos a los niños a la realidad que se vive en otros barrios. Y lo llamativo es que según íbamos paseando, cuando los niños nos miraban, los padres les hacían seguir hacia delante. Y pasó lo que tenía que pasar... nos perdimos y tocaba preguntar. Un judío muy amable nos atendió (bueno, a mí ni me miró pero al Señor Untado en Crema lo trató de una manera increíble); miró el mapa, le explicó cómo llegar hacia nuestro destino y encima sabía un poco de español.3. Guggenheim MuseumEsta fue una de las grandes decepciones para nosotros ya que esperábamos mucho de él y cuando llegamos más de la mitad de las instalaciones estaban cerradas por cambio de exposiciones y por mantenimiento, ya que parte se correspondía con muestras fijas. No venía indicado en ninguna parte y las entradas las vendían al mismo precio. Ante esto, no es mala idea informarse de qué se puede ver en cada museo en el momento de la visita.Lo que sí es muy bonito es el edificio por fuera ya que su forma circular merece una foto.
Portaaviones (Intrepid Museum)
A la derecha, uno de los muchos aviones en tamaño real que se pueden ver. Este es un Harrier, un avión que puede despegar de manera vertical, sin coger carrerilla
Es uno de los museos más caros de los que visitamos en Nueva York pero también es de los más completos, entretenidos y bonitos. Yo, personalmente, me lo hubiera saltado pero el Señor Untado en Crema ama los aviones por lo que era visita obligada. Y tengo que reconocer que fue un acierto porque se congregan un portaaviones, un submarino, un transbordador espacial y un concorde en un único espacio. Es un lugar enorme, además de muy fotogénico con posibilidades en exteriores e interiores. Aparte, dentro hay un Au Bon Pain por si se quiere comer algo con mucho sitio para sentarse.
Hay que tener en cuenta que nada más entrar para comprar la entrada hay una cola delimitada con cintas que van formando un laberinto que hay que respetar aunque no haya nadie. Y cada pocos metros te encuentras a un trabajador del museo que te pregunta que si vas a comprar la entrada... Es obvio que si estás en la cola es para comprar la entrada pero te lo preguntan varias veces y de paso te saludan.
En cuanto a la
visita al submarino, si tienes claustrofobia lo mejor es que no accedas ya que, una vez iniciada la visita no se puede dar marcha atrás y las dimensiones de su interior son algo estrechas. Es más, antes de formar el grupo para entrar te piden que intentes pasar por una ventana tipo ojo de buey pero más alargado y ancho y si no se cabe o cuesta introducirse (hay que agacharse un poco), no se puede visitar el submarino. La razón es que esa es la forma que tienen las puertas en el interior del submarino.En definitiva, merece la pena entrar.Una vez se sale del Intrepid Museum, si caminamos hacia la derecha nos encontramos un paseo inmenso (West Street) -compuesto por varios parques y vistas al río Hudson- que nos lleva hasta el centro financiero.
West Steet
Chelsea Piers
Por el camino hay zonas donde se puede tomar el sol, hacer fotos con vistas muy bonitas, comprar helados riquísimos (son puestecitos itinerantes pero merecen la pena) y un sitio que nos llamó mucho la atención fue The Sport Center at Chelsea Piers. Se trata d
e un club deportivo donde se pueden realizar distintas actividades. Era un domingo por la mañana y sobre las diez ya se podían ver niños de todas las edades haciendo deporte, como fútbol, o practicando gimnasia rítmica, todo bajo techo y varios monitores.Nos encontramos una explanada con normas para practicar con el monopatín (mucha disciplina y niños muy entregados).
Aquí hay que advertir el hecho de que el puente tiene una anchura normal pero está dividida en varios carriles, para peatón y para bicicletas. Así que hacerse fotos no es fácil porque lo cruza muchísima gente y los ciclistas van muy rápido. También no está de más ir provistos con agua, sobre todo si el sol aprieta, porque no se encuentran sombras. Por no hablar del protector solar, más que necesario, ya que te quemas igual que si estuvieras en la playa.
Vistas del Puente de Brooklyn
El Puente de Brooklyn está dividido en carriles... ojo con la velocidad de las bicicletas al hacer las fotos
.6. China TownChina Town es el paraíso de las falsificaciones. Es imposible dar un paso sin que te ofrezcan relojes, bolsos, carteras... y para ello te invitan a que les sigas a un lugar no visible. Y es que todo lo que no está en un escaparate no es legal venderlo pero tampoco comprarlo.Aparte, fue una zona que no nos gustó nada... una imagen dice más que mil palabras y nada más viendo la oferta culinaria, daban ganas de salir corriendo.
Mercado en China Town
7. Little ItalyNo nos pareció nada del otro mundo. Eran calles repletas de restaurantes italianos y para de contar.
Lo que sí coincidió fue con el festival de San Genaro pero la traducción real, al menos para nosotros, fue "velada de barrio", para entendernos. Había algunas atracciones, puestecitos de comida y poco más.
Me imagino que una persona que pueda comer de todo lo hubiera vivido de otra manera pero yo que no tolero la lactosa, no pude probar las pizzas ni nada. Así que nos fuimos.
8. Memorial del 11 S
Una de las fuentes en el lugar donde se encontraba una de las Torres Gemelas
Donde estaban las Torres Gemelas ahora hay dos fuentes enormes en cuyos muros se encuentran los nombres de los fallecidos. Por ello, en cada nombre los familiares dejaban flores y otros recuerdos, como grullas de papel y otros detalles.
Había familias y muchos turistas y el caso es que el ambiente se respiraba diferente... la tristeza se introducía en todo el que pasaba por allí y se veía a gente que llegaba, hacía dos fotos y se les caían las lágrimas.Había un grupo de amish, por lo que es probable que algunos de los fallecidos pertenecieran a esa comunidad.
Grupo de amish en el Memorial del 11 S
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9. Mirador Top of the Rock (Rockefeller Center)
Vistas del Empire State desde el Top of the Rock
Quien viaja a Nueva York lleva en su lista subir al Top of the Rock y al Empire State. Sin embargo, si te paras a pensar te das cuenta de que ambos ofrecen muy buenas vistas y que lo que merece mucho la pena es divisar el Empire State. Por tanto, si te quieres ahorrar dinero y tiempo, lo mejor es subir al mirador Top of the Rock.En Nueva York hay cola para todo y para comprar la entrada no podía ser menos. Y la mayoría de los lugares de interés ofrecer un guardaropas sin coste alguno. En cambio, esto no ocurre con el Top of the Rock. Aquí no hay taquillas para dejar bolsos, mochilas, compras, paraguas o abrigos por lo que debes dejar en el hotel cualquier objeto que se considere non grato, como puede ser el caso de las navajas suizas. Si por casualidad la llevas y olvidas sacarla, irá directamente a la basura. Te dan la opción de que metas la mano en la basura cuando termines la visita pero te advierten de que es muy probable de que se haya cambiado la bolsa cuando llegues... estos americanos son mortales. Así que si te pasara algo similar, lo mejor es pedir el reembolso de la entrada y volver en otro momento.
Almuerzo en lo alto de un rascacielos
Una vez pasados los controles, te querrán hacer una foto (para luego vendértela) que simula la famosa imagen conocida como Almuerzo en lo alto de un rascacielos, en la que once albañiles en 1932, durante la Gran Recesión, comen sobre una viga de acero mientras se construía el Rockefeller Center (en aquella época uno de cada diez neoyorquinos estaba desempleado y quien trabajaba en la construcción de semejante edificio se enfrentaba a condiciones tan duras como se muestran en la imagen).S
i no vas a hacerte la foto y tampoco quieres comprarla, puedes abandonar la cola y seguir adelante.Entonces,
te guiarán hasta un ascensory una vez en la primera planta, ya cada turista va por libre. Mi consejo es que te despegues de la multitud y subas hasta la última planta porque en las primeras plantas hay cristales que dificultan la toma de fotografías, porque son paneles con cortes y por los reflejos. Por el contrario, en la última planta no los hay y las vistas son aún mejores. Nosotros nos dimos cuenta cuando habíamos hecho filigranas para tomar buenas instantáneas.Cristales de las primeras plantas del Top of the Rock que interrumpen las vistas y se reflejan en las fotos. Para evitarlo, haz las fotos desde la última planta.
Aquí captó nuestra atención un grupo de chicos sin camiseta y con mucho rollo que iban reclutando turistas, les pedían cinco o diez dólares (no lo recuerdo con exactitud) y poniéndolos en fila. Cuando ya tenían el grupo hecho, saltaban sobre ellos y cada uno a su casa... No fue nada espectacular pero es una manera fácil de perder dinero y de que traten como a un guiri, según nuestra opinión. Nosotros fuimos meros espectadores, no caímos.
Se sabe que Central Park es un lugar inmenso y que lo normal es perderse. Lo curioso es que es un parque donde se respira respeto por encima de todas las cosas.
Me sorprendió ver el zonas donde sí se puede montar en bicicleta y otras donde los ciclistas tienen que dejar de pedalear e ir a pie, no se puede fumar bajo ningún concepto (y la gente lo cumple, además en la puerta de los edificios, en general, no se puede fumar, hay que alejarse unos metros para no molestar a quien accede), hay ardillas por todas partes, hay zonas para cargar la batería del móvil (con los cables en su sitio, no arrancados) y zonas donde los perros pueden estar sueltos y otras donde no. Esto último se da en muchos otros espacios al aire libre en Nueva York.
11. Bryan Park
Bryan Park
Basuras que se acumulan en las aceras neoyorquinasa lo largo del día. No hay contenedores
En cambio, la otra cara de la moneda son las calles de Manhattan. Debido a los atentados terroristas de las Torres Gemelas, hay seguridad por todas partes (muchos policías vestidos de paisanos) y eso incluye el hecho de que no haya contenedores (sí papeleras, pero abiertas). Por tanto, a medida que avanza el día los locales de comida van sacando la basura y el olor de las calles no es el más agradable, por no hablar de los ríos de lixiviado que se formaban en el suelo con un hedor que no es Chanel número 5, precisamente.
12. Teleférico Roosevelt Island
Vistas desde el teleférico
En la esquina de la 2th Avenida con la 60th se encuentra el teleférico que conecta la ciudad con Roosevelt Island.Lo ideal es acceder solo cuando tengas la metro card. Se trata de un bono de transporte que incluye metro, autobús y teleférico de manera ilimitada durante los días contratados. La metro card es necesaria sí o sí, a no ser que elijas la opción de desplazarse en taxi, por lo que lo mejor es esperar a tenerla para no tener que pagar el billete.
Una vez en Roosevelt Island, estas son las vistas:
Vistas de Manhattan desde Roosevelt Island
13. Tienda Apple
Aparte de ser una tienda impresionante y parada obligatoria para todo amante de la tecnología, destaca por su aire acondicionado, sus cómodos poyetes interiores para sentarse, su servicio limpio y su wifi, todo gratis.
No está de más hacer alguna paradita para descansar y aprovechar el wifi para marcarse unas palabritas con la familia con el Tango o mandar unos whatsapps, ya que hay que tener en cuenta la diferencia horaria. Yo llamaba a Mamá Envuelta en Crema desde el hotel cuando me levantaba a las siete de la mañana y en España era la una de la tarde, así que si me encontraba una tienda Apple me daba tiempo de decirle buenas noches ;-) o también de enviarle alguna foto.
También dejé ahí al Señor Untado en Crema mientras yo echaba un ojo en Century 21.
Ya seas pequeño o grande seguro que te gustará ver el dragón con piezas lego que atraviesa la tienda. No es por nada, pero a quien alguna vez haya pasado por Alcalá de Guadaira (Sevilla) seguro que ese dragón le recuerda al puente de la entrada ;-)
Hay que advertir que el dragón está en el techo y que como mucho podremos subir la escalera para aparecer a la izquierda de la cabeza para hacernos la foto porque al otro lado está la caja para pagar y no se puede acceder.
Y la cola tendrá que aparecer en una foto aparte porque es imposible hacer otra cosa.
Dragón de Alcalá de Guadaira (Sevilla)
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12. Bronx
La misma excursión de contrastes que contratamos incluía una visita al Bronx. Hay quien decide ir por su cuenta pero nosotros fuimos precavidos y cómodos, todo hay que decirlo, porque después de andar más de la cuenta, que te paseen un día en un autobús (si vas un periodo considerable de tiempo, no tres días y vuelta a casa) no está de más.
El guía nos contaba anécdotas similares a las que se ven en las películas y todo se resume en temor, establecimientos y casas protegidos por rejas y el detonante final es una bala alojada en la cabeza. Incluso pasamos por una zona en la que se encontraba un grupo de pandilleros y eso atrapó toda la atención del guía. Tanto que hice un par de fotos desde el bus.
Pandilleros (foto desde el autobús)
El Bronx se recorría en bus y no todas las zonas. Solo nos bajamos para hacer algunas fotos en el Estadio de los Yankees y en determinados grafittis, pero nada más.
En cuanto al peligro, nos contaron que estábamos pasando por una calle donde la semana anterior habían asesinado a un chico. Aún había algunos restos de sangre en el suelo... En cambio, una joven camarera dominicana que servía el desayuno en el hotel me contó que ella vivía alquilada en el Bronx y, al saber lo que nos había contado el guía, se llevó las manos a la cabeza. Ella decía que el Bronx no era así, que había zonas peligrosas pero que un tiroteo podía darse también en Brooklyn o Manhattan.
13. Times Square
Nueva York es la ciudad que nunca duerme pero eso, sobre todo, lo lleva a rajatabla Times Square. Hay que tatuarse en la frente que el domingo en Nueva York no es un día muerto, como en muchos destinos turísticos. El domingo las muchas tiendas de Times Square permanecen abiertas, hay un ambiente increíble y te reciben algunas chicas con el cuerpo pintado con la bandera americana dispuestas a hacerse una foto contigo a cambio de la voluntad.
14. Wall Street
El distrito financiero de Nueva York, en concreto la parte este, cerca de Water Street, tiene wifi gratis por la calle. Viene muy bien para consultar el mapa de Google Earth, por ejemplo.Ahí también se encuentra el Toro y se dice que tocarle sus atributos viriles augura prosperidad económica. El consejo es que hagas la foto como puedas porque los japoneses lo acaparan todo y es un "quítate tú para ponerme yo". Por lo que si pretendes ser educado y esperar tu turno, vas mal. En la vida te harás la foto.
15. Queens
El barrio de Queens estaba repleto de casas impresionantes o mejor dicho, mansiones. Lo más curioso es que nos contaron que ese tipo de viviendas no eran las más caras y hablamos de unos cuatro o cinco millones de dólares. Las imágenes recuerdan a series como Mujeres Desesperadas donde los vecinos compiten por tener el mejor jardín o donde se se hacen grandes barbacoas ;-)
16. Brooklyn Flea
Al caminar para llegar hasta el mercadillo (Brooklyn Flea), pasamos por casas en cuyas puertas las mismas familias tenían puestas mesas para vender los objetos que ya no usan. Se trata de una imagen archiconocida en series y películas americanas pero verlo con los propios ojos es otra historia. En España se hacen cosas parecidas, pero no es lo mismo y más cuando el cine se han encargado de mostrarte esa faceta de la ciudad y con las peculiares fachadas con escaleras detrás.
Una vez ya en Brooklyn Flea te encuentras decenas de puestos. No era nada barato y la temática es que fueran artículos de segunda mano (salvo cosas muy concretas). Pero lo que más nos gustó fueron los puestecitos de comida mexicana, italiana, alemana (curiosamente sus salchichas era lo que menos bueno estaba) y dulces, entre otros. ¡Un diez para ellos! En cuanto a calidad es mucho superior a la comida callejera que te encuentras en pleno Manhattan y lo curioso es que el precio también era superior.
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17. Americam Museum of Natural History
En el Museo de Historia Natural es posible llevarse de recuerdo un detalle muy bonito y original. Y es que hay una pantalla en medio del museo y solo hay que estar dispuesto a simular que se corre ;-)
En una pantalla del tamaño de un ordenador, se proyecta la imagen (como si de una película se tratara) de un taxi y un taxista, además de tú mismo como copiloto (solo se te ve la cabeza y parece que estás sentado junto al taxista). Y entonces comienza la grabación del vídeo que dura unos segundos: se ve a un taxista que va a toda prisa y tienes que mirar hacia atrás y poner cara de pánico porque te persigue un dinosaurio. En el instante, incluyes una dirección de correo electrónico y lo recibe quien tú quieras.
¡Ojo! el vídeo caduca a los dos meses.
Podría contar mucho más pero creo que está bien. Si tienes alguna duda, no tienes más que preguntarme.
Espero que este post te sea de utilidad si viajas a Nueva York ;-)
*Nueva York I: Qué comprar en Nueva York (cosméticos y maquillaje)
*Nueva York II: Mi experiencia al intentar reservar un apartamento con Airbnb
*Nueva York III: Qué comprar en Nueva York (ropa, electrónica, calzado, chucherías, juguetes, joyas, chocolate...)
*Nueva York IV: Dónde comer en Nueva York
*Nueva York V: Brownies, cookies, muffins, helados y cup cakes sin lactosa
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