Revista Salud y Bienestar

Nuevas herramientas para aliviar a los pacientes con fibromialgia

Por Sramosa @sramosa

fibromialgia

La Dra. Belén Aranda, anestesióloga especialista en terapia del dolor, nos hace una breve introducción sobre la fibromialgia y sus tratamientos.

La fibromialgia se trata de un síndrome doloroso, caracterizado por dolor generalizado, difuso, de localización imprecisa y que se acompaña de astenia, fatiga y dificultad para conseguir un sueño reparador. Existen una serie de puntos trigger o de hipersensibilidad mecánica al dolor, de localización fija y cuya estimulación mecánica provoca dolor. Además, la fibromialgia puede acompañarse de otra sintomatología como migraña, trastornos gastrointestinales, trastornos de la micción, trastornos vegetativos, intolerancia a múltiples fármacos, trastornos psicológicos, entre otros.

La incidencia de la fibromialgia en España se calcula en torno al 2-3% de la población adulta. Afecta más a mujeres, (incidencia 9:1), aunque en otros países se habla de una incidencia en torno al 10-11%.

Los últimos estudios científicos parecen evidenciar en los pacientes con fibromialgia la existencia de determinadas alteraciones del sistema nervioso central, así que parece necesario desarrollar terapias farmacológicas y no farmacológicas que actúen sobre las causas de la enfermedad y sus síntomas.

Tratamiento farmacológico y no farmacológico

En la fibromialgia, el tratamiento es complejo. Es necesario instaurar un tratamiento multidisciplinar, ya que es la manera más adecuada para conseguir mejoras en la calidad de vida del paciente. Con el tratamiento se conseguirá un alivio claro de la sintomatología, aunque ésta no desaparezca por completo.

Por un lado, se debe instaurar un tratamiento farmacológico con medicamentos que traten el dolor, que ayuden al paciente a conseguir un sueño reparador, y también, que contribuyan a tratar los síntomas de hipersensibilidad. La efectividad del tratamiento farmacológico viene muchas veces limitada por intolerancias farmacológicas y efectos secundarios.

Por otro lado, para un tratamiento eficaz se requiere terapias no farmacológicas como la infiltración de los puntos dolorosos u otras técnicas de la clínica del dolor, técnicas de relajación muscular, terapias con ejercicio físico, terapias psicológicas, terapia ocupacional, terapias alternativas (acupuntura), además de medidas generales como puede ser evitar los factores exógenos que producen un empeoramiento de la sintomatología, conseguir una adecuada higiene del sueño y evitar el estrés.

Estas terapias colaboran junto con el tratamiento farmacólogico para disminuir la intensidad de los síntomas de la fibromialgia, disminuyendo significativamente el impacto de la enfermedad en la vida del paciente.

Fuentes:


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