Estas son 9 ideas simples de poner en practica y que pueden ayudarte a ahorrar energia a diario.
1. Utiliza bombillas de bajo consumo, reducirás el consumo de energía y te durarán más tiempo
Sustituya las bombillas convencionales (incandescentes), son las de mayor consumo y las de menor duración, por lámparas “eficientes” (lámparas fluorescentes compactas sin reactancia radiactiva y halógenas de bajo voltaje). Proporcionan la misma luz, duran 8 veces más y ahorran hasta un 80% de energía. Según el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE), la sustitución de una bombilla tradicional por otra de bajo consumo representa al final de su vida útil un ahorro de más de 60 euros.
Si cambia las tres bombillas de mayor consumo de la casa por las equivalentes de bajo consumo, reducirá a la mitad lo que gasta en iluminación y recuperará la compra por el ahorro en ocho meses. El ahorro al cabo de cinco años rondará los 300 euros.
Las lámparas fluorescentes compactas son excelentes ahorradoras de energía, máxime si se tiene en cuenta que el gasto energético en iluminación supone cerca del 20% del consumo eléctrico del hogar. En algunas casas carentes de suficiente luz natural este gasto puede llegar alcanzar la mitad del recibo de la luz.
Instale tubos fluorescentes en los espacios donde necesite más luz, y donde ésta permanezca encendida muchas horas: cocina, baño… Duran 10 veces más que las lámparas incandescentes y consumen cuatro veces menos energía. Procure no encenderlos y apagarlos constantemente porque se acorta su vida. Si la fluorescente va a estar apagada menos de 20 minutos, es mejor dejarla encendida.
Tanto lámparas fluorescentes como incandescentes han de permanecer limpias de polvo para que la suciedad no bloquee la luz que emiten.
Siempre que sea posible, aproveche la iluminación natural. Mantenga abiertas las persianas y cortinas mientras haya claridad para aprovechar al máximo la luz natural del sol. Use luz artificial cuando realmente la necesite. No deje luces encendidas en habitaciones o zonas en las que no haya nadie.
2. No dejes los electrodomésticos en “standby”. Apágalos del todo.
Un televisor apagado únicamente con el mando consume 15 vatios por hora
3. Mantén la temperatura a raya
Sustituya los radiadores eléctricos por acumuladores de calor, y contrate la tarifa nocturna. Ahorrará más de un 50% en gastos de calefacción.
Procure que la temperatura de la calefacción se mantenga alrededor de los 20 ºC, nivel térmico ideal para una vivienda. Por cada grado adicional consumirá entre un 5 y un 7% más de energía. Y si se ausenta de su hogar durante unas horas, reduzca la posición del termostato a 15ºC. Con un simple jersey podrás bajar la temperatura de la calefacción a unos confortables 21 grados.
Por cada grado de temperatura que le exija a su aparato de aire acondicionado por debajo de los 25 ºC, estará consumiendo aproximadamente un 8% más de energía.
4. Antes de adquirir un electrodoméstico, infórmate sobre su consumo en la etiqueta energética
Cuando se adquiere un electrodoméstico, es muy importante tener en cuenta su consumo de energía. Por ello, debe prestar especial atención a la etiqueta energética que se incluye en todos los electrodomésticos cuando quiera decidir su compra. Esta clasificación indica el grado de eficiencia energética del aparato. A mayor eficiencia, menor consumo.
Clase Energética
Consumo Energético
Evaluación
A
<55%
Bajo consumo de energía
B
55-75%
C
75-90%
D
90-100%
Consumo de energía medio
E
100-110%
F
110-125%
Alto consumo de energía
La mejor manera de aprovechar sus electrodomésticos y de que consuman menos, es utilizarlos siempre a plena carga y, si tienen, usar los programas económicos.
5. En cada colada utilizamos 50 litros. Cada vez que pongas en marcha la lavadora, llénala.
Las lavadoras de bajo consumo ahorran hasta un 70% de agua y un 24% de energía.
Analice los ciclos de lavado que ofrece cada modelo y recuerde la importancia de disponer de un ciclo económico y corto; y la posibilidad de elegir distintas temperaturas de lavado
Tenga en cuenta que las lavadoras de carga frontal gastan, generalmente, menos energía y agua que las de carga superior.
El 90% del consumo de la lavadora es para calentar el agua. Utilice un programa de lavado con agua fría o templada, que suele ser suficiente con los detergentes actuales.
6. El lavavajillas es más eficiente que lavar a mano con agua caliente
El lavavajillas es uno de los electrodomésticos que más energía consume. El 90% de ese consumo se debe al proceso de calentar el agua y el 10% restante se utiliza para girar las aspas y agitar el agua. No obstante, lavar los platos a mano con agua caliente supone un 40% más de consumo que con el lavavajillas.
Elija el tamaño de su lavavajillas en función de sus necesidades. Si normalmente tiene poca vajilla que lavar, difícilmente podrá utilizar un lavaplatos grande a plena carga.
Una opción interesante son los llamados lavavajillas bi-térmicos, que tienen dos tomas independientes, una para el agua fría y otra para el agua caliente. De este modo, el agua caliente se toma del circuito procedente del calentador o caldera, reduciendo un 25% el tiempo de lavado y ahorrando energía.
7. El frigorífico es el electrodoméstico que más consume, mejor que nos ayude a ahorrar
El frigorífico consume el 40% de lo que consumen el conjunto de aparatos.
El hielo y la escarcha son aislantes y dificultan el enfriamiento en el interior del frigorífico. En el mercado hay modelos, los llamados “no-frost”, o sin escarcha, que tienen una circulación continua de aire en el interior que evita la formación de hielo y escarcha.
Regule la temperatura del frigorífico según las instrucciones del fabricante. Cada grado centígrado de frío supone el aumento del 5% en consumo de energía.
Mantenga la parte trasera del frigorífico y congelador siempre limpia y ventilada y sitúelos lejos de los focos de calor. Instalados en malas condiciones pueden consumir hasta un 15% más de energía.
No introduzca alimentos calientes en el frigorífico o en el congelador. Si los deja enfriar fuera, ahorrará energía.
Compruebe que su frigorífico cierra herméticamente y no lo abra inútilmente. Unos pocos segundos son suficientes para perder buena parte del frío acumulado.
8. Realiza un buen aislamiento en puertas y ventanas y ahorrarás mucho en calefacción y aire acondicionado.
Un buen aislamiento puede ahorrar hasta un 40% del gasto de una familia en el consumo de la calefacción, alrededor de 160 euros anuales, y también un porcentaje considerable en sistemas de aire acondicionado y climatización, según el Instituto de Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE).
Para ventilar una habitación son suficientes 10 minutos.
9. Ahorrando con la placa y el horno
Si su cocina es eléctrica, use cazuelas y sartenes de mayor tamaño que la placa o zona de cocción. Si un recipiente deja al aire dos o tres centímetros de la zona de cocción, está perdiendo la mitad de la energía consumida. Siempre que la receta lo permita, utilice ollas a presión. Consumen la mitad de energía y ahorran mucho tiempo.
Aproveche el calor residual de las cocinas eléctricas, apagándola cuando falten unos cinco minutos para terminar de cocinar (algo menos si es vitrocerámica).
No abra innecesariamente el horno. En cada ocasión que lo haga la temperatura puede disminuir entre 50 y 125 grados, y está perdiendo hasta un 20% del calor acumulado. Utilice el reloj programador o el timbre avisador del horno.
Si utiliza habitualmente el horno, sepa que los de convección favorecen la distribución uniforme de calor, ahorran tiempo y gastan menos energía.
Fuente: enerzuul