Miami.- El comisionado Bud Selig dio su opinión sobre el nuevo estadio de los Marlins de Miami con una sola palabra.
“Wow, eso es lo único que se puede decir”, expresó Selig previo al lanzamiento de la primera bola el miércoles, cuando los Marlins iniciaron su temporada frente a los campeones reinantes, los Cardenales de San Luis.
El techo retráctil, que se prevé permanecerá cerrado en todos menos una decena de juegos, fue abierto media hora antes del comienzo.
En la presentación de los Marlins, cada jugador estaba acompañado por una joven vestida como una bailarina latina.
El invitado para lanzar la primera pelota ceremonial fue una verdadera sorpresa: el ex campeón de todos los pesos Muhamad Ali. Salió por el portón del jardín central en un carrito junto con el dueño Jeffrey Loria, y cuando se detuvieron junto al montículo, el torpedero dominicano Hanley Ramírez tomó suavemente la pelota de la mano derecha de Ali.
Minutos después, el puertorriqueño Carlos Beltrán tuvo el primer hit para los Cardenales. A continuación, David Freese, el jugador más valioso de la Serie Mundial, disparó un sencillo productor de dos carreras.
Selig cabildeó durante años en apoyo a la campaña de Loria por un nuevo estadio. Hubo una fuerte oposición al proyecto de 634 millones de dólares, financiado principalmente con dinero de los contribuyentes, pero Selig pronosticó que los detractores acabarán por rendirse ante la evidencia.
“Dado lo sucedido aquí, este es un día muy especial”, aseguró. “Dentro de cinco años no se hallará un solo opositor a esto. Se pueden discutir las ventajas económicas, pero los estadios nuevos tienen un gran valor sociológico. Convierten a la ciudad en un lugar mejor donde vivir”.
Después de terminar últimos en la Liga Nacional en cuanto a concurrencia durante los últimos siete años, los Marlins disfrutan de una fuerte venta de entradas. Loria asegura que los fanáticos seguirán asistiendo a los partidos a medida que continúa la temporada. Dijo que los Marlins tuvieron mucho público en su primera temporada y nuevamente en 1997 y en 2003, cuando ganaron la Serie Mundial.
“Vienen cuando se les da un buen club”, dijo Loria. “Y este año les hemos dado un muy buen club”.
El flamante mánager Ozzie Guillén dijo que la asistencia depende en última instancia del equipo.
“Para mantener el interés de la gente, tenemos que ganar partidos”, dijo el dirigente venezolano. “Así es como se mantiene el interés en cualquier ciudad, con cualquier estadio”.