Revista Ciencia

Nuevo estudio sobre los problemas óseos de la permanencia en el espacio

Por Marathon

Según nuevas investigaciones, parece que los astronautas y los futuros viajeros espaciales tienen un mayor riesgo de sufrir problemas de salud de los huesos relacionados con su estancia en microgravedad que sus compañeros en la Tierra.
La investigación plantea graves problemas a los planes de exploración espacial tripulada, según los investigadores, teniendo en cuenta que una posible misión a Marte necesitaría, por ejemplo, un año y medio para llevarse a cabo.
Nuevo estudio pone de relieve los problemas óseos de la permanencia en el espacio

Las largas estancias en el espacio en la Estación Espacial Internacional provocan importantes pérdidas de masa ósea
En este momento, la tecnología para visitar el planeta rojo se encuentra en buena posición, pero todavía tenemos que comprender mejor cómo un viaje de larga duración a nuestro planeta vecino afectaría los cuerpos de los astronautas y las mentes.
Para experimentar esto último, un experimento llamado Mars500 que se está realizando en Rusia, donde seis personas son confinadas en una nave espacial que simula un viaje al planeta durante 520 días.
En el nuevo estudio, se reveló que existen razones para preocuparse, en lo que se refiere a la salud de los huesos. Los astronautas que regresan de largas estancias en la Estación Espacial Internacional (ISS) son la prueba viviente de ello.
Los investigadores han determinado que estos astronauras necesitan más de un año después de regresar del espacio para recuperar sus funciones óseas completas.
Por eso los científicos que llevaron a cabo este nuevo trabajo de investigación afirmaron que las agencias espaciales necesidan desarrollar métodos para garantizar que la densidad ósea no se pierda en el espacio, en lugar de confiar en el hecho de que los astronautas puedan recuperar su salud mediante el ejercicio al regresar a casa.
"Si somos podemos actuar en el espacio para que los miembros de la tripulación no se deterioren tanto, sería lo mejor para ellos", explica el investigador del estudio Shreyasee Amin.
En la reciente investigación, Shreyasee y su equipo estudiaron a más de 28 astronautas norteamericanos, de entre 36 a 53 años, que pasaron entre 95 y 215 días a bordo de la ISS.
A pesar de un ejercicio intenso y los regímenes de rehabilitación, la densidad mineral ósea de cadera, en particular, sufrió bastante, dijo Amin, mientras que en otras zonas, como la muñeca, se recuperó más rápido.
Los huesos de las caderas y las piernas deben ser fuertes en la Tierra, porque soportan mucho peso cada día. Pero la microgravedad los libera de esa carga y parece que se debilitan.
"La hipótesis ha sido siempreque la causa es la falta de carga en las extremidades inferiores".
Un descubrimiento interesante de la investigación fue que las mujeres parecían estar perdiendo mucha menos densidad ósea que los astronautas varones. La causa de ésto último no se pudo determinar, pero el equipo tiene previsto realizar nuevos estudios para averiguarlo.
"Hay [todavía] un par de cosas que necesitamos averiguar antes de tomar la decisión definitiva que sólo podemos enviar mujeres al espacio", bromea Amin.
Los estudios anteriores habían demostrado que la densidad ósea de los astronautas disminuye hasta en un 1,8% cada mes que se pasa en el espacio, una tasa comparable o superior a la que los ancianos pierden en durante un año entero en la Tierra.
Este peaje en la salud de los astronautas no es ninguna sorpresa para la NASA. La agencia espacial conocía desde hace mucho tiempo este problema, por ello los astronautas se entrenan duro para paliar los efectos de la pérdida de masa ósea y la pérdida de masa muscular en el espacio.
Durante sus periodos de seis meses de estancia a bordo de la Estación Espacial Internacional, los astronautas se ejercitan alrededor de 2 horas y media por día, seis días a la semana. Se entrenan en bicicleta estacionaria, en una cinta para correr y levantando pesas usando una máquina instalada en la estación en noviembre de 2008, que funciona generando cargas con cilindros de vacío.
Los investigadores no estudiaron la salud de los astronautas que se ejercitan actualmente con estos nuevos aparatos de la ISS. Podría ser que la NASA estuviera acertando con esto, pero en este momento los científicos no tienen datos suficientes para afirmarlo o negarlo.
El equipo está combinando información sobre los regímenes de ejercicio de los astronautas y los marcadores bioquímicos que pueden influir en la pérdida ósea y la velocidad de recuperación. También piensan en otros factores que puedan contribuir al debilitamiento de los huesos, tales como la deficiencia de vitamina D.
Los científicos esperan que, con el tiempo, pueden desarrollar recomendaciones sólidas sobre cómo ayudar a mantener los huesos de los astronautas sanos en el espacio, y quizás también sobre la forma para a ayudar a que se recuperen una vez que regresen a la Tierra. Este nuevo estudio es un avance en esta dirección.
Fuente original


Volver a la Portada de Logo Paperblog