Madrid casi siempre ha sido el foco de todo. Hace cien años, un mes de diciembre más frío que el de este siglo XXI, las Cortes entraban en crisis y daban como resultado la llegada de un nuevo Gobierno.
El 6 de diciembre de 1915, dada la penosa situación de la política en general, la guerra de Europa, los asuntos militares y los fallos en el mandato de D. Eduardo Dato Iradier, el conde de Romanones apoyaba en el Congreso la siguiente proposición:
"Los Diputados que suscriben ruegan al Congreso se sirva declarar que el Gobierno de S. M. debió dar cumplimiento a las promesas que, reiteradamente, hiciera ante el Parlamento, de presentar oportunamente un plan orgánico de medidas económicas y financieras adecuadas a la crisis nacional y a la situación del mundo, lo que hubiera evitado la anormalidad parlamentaria en que hoy nos hallamos, y de la que piensa salir sin pérdida de momento, con un criterio de diligente satisfacción para las necesidades públicas.
En tal sentido, la Cámara expresa su deseo de que, sin perjuicio de discutir y votar aquellas medidas de carácter militar que considere más urgentes, y especialmente las que, inspiradas en un dictamen autorizado, afirmen eficazmente la acción defensiva de España, se proceda sin dilación a la discusión de cuantos proyectos puedan responder al propio plan orgánico y de conjunto, a la de un presupuesto que se acomode a la situación real del país y a las más apremiantes necesidades del Tesoro, al de sus leyes complementarias, y en suma, a cuantas iniciativas se encaminen a vigorizar la potencia económica de la nación."
Hubo entonces un intenso rifirrafe entre el conde y el Presidente del Consejo de Ministros. Con más categoría que el debate de los líderes políticos de hoy, y más contundentes en su contenido. Tales fueron las ofensas que D. Eduardo Dato tuvo que decir:
"-Me levanto para decir que el Conde de Romanones ha interpretado mal algunas de mis palabras y para poner de manifiesto que, después de sus terminantes declaraciones, es improcedente, por anticonstitucional, que prosiga la sesión, pues no hay Gobierno."
El Sr. Presidente del Congreso entonces se vio forzado a anunciar:
"-Se levanta la sesión. Para la próxima se avisará a domicilio."
Dato conferenció con Alfonso XIII, quien, ante la afirmación hecha en el Congreso, no tuvo más remedio que aceptar la dimisión del Gobierno.
El 7 de diciembre iban llegando a Palacio los presidentes de las Cámaras y los señores Maura, conde de Romanones, marqués de Alhucema y Villanueva, que habían sido llamados a consulta por el monarca.
Durante toda la mañana y parte de la tarde fueron desfilando los coches de los citados por las calles de Madrid rumbo al Real Palacio. Vítores e improperios iban recibiendo -según las simpatías o rechazos- del pueblo madrileño.
El 8 de diciembre continuaban las consultas. En esa ocasión acudió a Palacio el jefe de los reformistas, Sr. Melquíades Álvarez.
El rey había ofrecido el Gobierno al Sr. González Besada, quien lo rechazó de modo categórico y absoluto. Entonces el monarca reiteró su confianza a D. Eduardo Dato, quien manteniéndose en su decisión, rechazó el ofrecimiento.
Al fin, Alfonso XIII ofreció el Gobierno al conde de Romanones, que lo aceptó.
"[...] el Soberano me ha ofrecido otra vez el Poder, y yo, ante tales circunstancias, considerando que no debía rehusar una obligación que tengo como jefe de una oposición de S. M., me vi obligado a aceptar el ofrecimiento del Rey, quedando encargado de formar, bajo mi presidencia, un nuevo Gobierno."
El día 9 se ponía fin a la crisis gubernamental y quedaba formado un nuevo Gobierno del partido liberal, en conjunción con los demócratas, y liderado por el conde de Romanones.
A las seis de la tarde juraba el nuevo Gobierno, que quedaba constituido de la siguiente forma:
Presidencia, Sr. Conde de Romanones.
Estado, D. Miguel Villanueva.
Gracia y Justicia, D. Antonio Barroso.
Hacienda, D. Ángel Urzáiz.
Gobernación, D. Santiago Alba.
Guerra, General Luque.
Marina, General Miranda.
Fomentó, D. Amós Salvador.
Instrucción pública, D. Julio Burell.
En la fotografía podemos ver los rostros del nuevo Gobierno de 1915.
De izquierda a derecha: Miguel Villanueva; Antonio Barroso; Amós Salvador; Julio Burell; General Miranda; General Luque; conde de Romanones; Santiago Alba; Ángel Urzáiz.
El 30 de diciembre el Ministerio de Hacienda cerraba balance y facilitaba los datos de la liquidación del presupuesto del año 1915.
Ingresos
La recaudación por los conceptos ordinarios del presupuesto, durante el año de 1916, según datos provisionales, sujetos a las rectificaciones que produjera el examen de las cuentas definitivas, ascendía a pesetas 1.201.716.640,41.
Él producto íntegro de la emisión y negociación de obligaciones del Tesoro, con arreglo a la ley de 26 de Diciembre de 1914, importaba 620.790.500 pesetas.
Lo obtenido por venta de substancias alimenticias adquiridas en virtud de la autorización de la ley de 18 de Febrero de 1914 ascendía a 94.021.659 pesetas.
Ingresos por todos conceptos, 1.916.628.799,41 pesetas.
Pagos
Los realizados por los conceptos presupuestos, según los mismos datos provisionales, importaban 1.566.240.509,37 pesetas.
Los referentes al canje de Obligaciones del Tesoro, negociadas con arreglo a la ley de 26 de Diciembre de 1914 y Real decreto de 4 de Junio de 1916, ascendían a 283.206.600.
Lo satisfecho por compras de substancias alimenticias adquiridas con arreglo a la ley de 19 de Febrero de 1915 importaba 109,611.126,60 pesetas.
Total de pagos, 1.948.968.136,97 pesetas.
Resumen
Ingresos: 1.916.528.799,41.
Pagos: 1.948.958.136,97.
Déficit aparente: 32.429.336,56.
Pero aumentando la cifra de 337.684.000 por la diferencia entre los ingresos por emisión y negociación de Obligaciones del Tesoro y los pagos por canje de las mismas, resultaba un déficit de 370.013 336,66. [1]
El año de 1916 comenzó con mucha tarea para el nuevo Gobierno.
Quizá lo más aplaudido en los primeros meses fue el decreto por el que se concedía a don Mariano de Cávia la Cruz de Alfonso XII.
Y esto fue lo que ocurrió con la política en el Madrid de 1915. A ver que ocurre pasada esa centuria con la actualidad política española.
[1] Soldevilla, Fernando (1916) El Año Político 1915. Madrid. Imprenta de Ricardo F. de Rojas. Año XXI, pp.563-564
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En todos los casos cítese la fuente: Valero García, E. (2015) "Nuevo Gobierno de España. Madrid, 1915", en http://historia-urbana-madrid.blogspot.com.es/
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