El alcalde de un pequeño pueblo francés desafió la prohibición del país sobre el matrimonio homosexual presidiendo una boda de dos hombres el sábado, reavivando el debate sobre el matrimonio gay en un momento en que la campaña para las elecciones presidenciales de Francia .
El movimiento fue duramente criticado por el gobierno de Nicolas Sarkozy que lo describió como una “provocación electoral”.
Jean Vila, alcalde de la ciudad de Cabestany, llevaba la faja tricolor al presidir la boda de Patrick, de 48 años y Guillaume, de 37 años. Tras la boda argumentó que había presidido la celebración del matrimonio como un “acto militante”.
“Dejar el matrimonio homosexual fuera de la ley es negar la realidad de miles de parejas homosexuales”, dijo después de la ceremonia en el ayuntamiento de la ciudad situada a unos 40 kilómetros de la frontera española.
“Esta decisión de unir a estas dos personas para mí es un acto de ira y rebeldía frente a la negativa de las autoridades para legitimar este tipo de uniones”, agregó.
Sin embargo Vila se negó a apuntar en el matrimonio en el registro oficial, para evitar que este fuera anulado como ocurrió con dos hombres que se casaron en 2004.
Holanda, Bélgica, Portugal, Islandia, Noruega, Suecia además de España ya permiten a las parejas del mismo sexo casarse, pero Francia sólo permite las uniones civiles, una condición que le otorga menos derechos que el matrimonio adecuado.
La autoridad constitucional de Francia en enero confirmó la prohibición del país sobre las bodas gay, y en junio el Parlamento rechazó un proyecto de ley presentado por el Partido Socialista para intentar legalizarlas.Claude Greff, ministro del gabinete de Sarkozy, dijo que la ceremonia era una “provocación en la víspera de las elecciones presidenciales”, en referencia a los comicios de 2012 entre Sarkozy y su rival socialista, François Hollande, quien lidera las encuestas.
De obtener una mayoría clara, Francia podría convertirse en el próximo país en aprobar el matrimonio homosexual. Eso si el gobierno conservador de David Cameron no lo aprueba antes en el Reino Unido.
Por otra parte, existen miedos de que un próximo gobierno de extrema derecha en España anule el matrimonio igualitario reconocido por el parlamento.