El Ministerio de Industria ultima una reforma del sector energético nacional donde habrá un impuesto a la generación de energía y una tasa para la nuclear, la hidráulica y las renovables.
Soria anuncia “una reforma impositiva para gravar todo tipo de generación”.
El impuesto será “progresivo”: las que reciben más “subsidios” contribuirán más.
El ministro dice que el recibo de la luz tendría que subir un 80% sin esta medida.
Ésta es la fórmula por la que parece haberse decantado el Ministerio de Industria, Energía y Turismo para hacer frente al déficit de la tarifa eléctrica, cifrado hasta el momento en 24.000 millones de euros. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha anunciado este viernes 13, que en este mes se aprobará una ley para paliar el problema del déficit tarifario del sistema eléctrico
El consumidor además, asumirá 10 céntimos en los carburantes y 15 euros más al año en el gas. La luz subirá cerca de un 5% porque la energía trasladará sus mayores costes al mercado.
El consumidor va a ser el gran damnificado de la reforma energética. La luz, el gas y los carburantes subirán de forma considerable por los ajustes aplicados en el sector y por la subida del IVA, que pasará del 18 al 21 por ciento.
El alza más inmediata se hará notar en los carburantes, donde se aplicará una subida de cerca de 10 céntimos, como consecuencia del incremento del IVA y también de la aplicación del nuevo tributo sobre los carburantes en una cuantía de 5,4 céntimos por litro. Con todo, llenar un depósito de 50 litros será de un día para otro 5 euros más caro, aproximadamente.
Por su parte, la tarifa del gas para un consumo de una familia de cuatro miembros (60 metros cúbicos) se puede llegar a incrementar entre 15 euros y 20 euros al año, debido al nuevo gravamen que el Ejecutivo impondrá de 4 céntimos por metro cúbico en el gas natural para recaudar un total de 1.150 millones de euros.
Con todo, la tarifa para un consumidor medio aumentará en torno a un 2,5 por ciento, pero el gran impacto será para la gran industria, ya que asumirán una subida de los peajes del orden del 6 por ciento, que supone cerca de 600 millones de la recaudación que pretende el Gobierno. Las azulejeras, las cementeras, ladrilleras, serán los sectores que más sufrirán y que además recibirán también un fuerte varapalo en el precio de la factura eléctrica, ya que muchos costes de los nuevos impuestos se trasladarán al mercado mayorista.
Los consumidores domésticos también verán cómo aumenta de nuevo el precio del recibo de la luz, después de que se les ha aplicado una subida del 7 por ciento en abril y del 4 por ciento en julio.
En el caso de la electricidad influirán los nuevos gravámenes al régimen ordinario como los ciclos combinados de gas, las centrales de carbón, las presas, así como a las renovables, valorados en total en 1.580 millones. Esta cantidad supone un incremento de cerca del 12 por ciento en el coste de la energía que se trasladará previsiblemente a los precios del mercado mayorista. Este aumento derivará posteriormente en una subida de la luz que rondará el 5 por ciento por los mayores costes de producir la energía. Además, lejos de mantener el principio de solidaridad territorial, por el que todos los consumidores asumen en el recibo de la luz el exceso de costes de generar electricidad en las islas, ahora las comunidades autónomas podrán repercutir los actuales tributos medioambientales. De esta manera, el coste de la luz será diferente en cada comunidad autónoma, en función de los cánones e impuestos que tengan en vigor.
Las nuevas tasas a la generación tradicional están valoradas en 2.500 millones, mientras que los tributos de las comunidades autónomas suponen unos 200 millones de euros.
Con todo, las eléctricas advierten que con los impuestos no se ha acotado el problema principal y que, por tanto, la luz seguirá siendo cara. Además, ya se encuentra entre las más caras de la Unión Europea.
Sentencia de muerte
El sector renovable será una vez más, uno de los mayores afectados en esta sin razón de política energética.
Los eólico ya han anunciado que la eólica es la tecnología eléctrica que soporta un mayor número de impuestos y la nueva tasa que baraja el Gobierno sería el final del sector.
APPA denuncia una gravísima discriminación hacia las renovables. La Asociación de Productores de Energías Renovables denuncia una grave discriminación hacia estas tecnologías en la nueva regulación eléctrica que prepara el Gobierno y asegura que la compensación a nucleares e hidráulicas mediante ampliación de su vida útil y las concesiones hace que en esta nueva regulación unos ganen y otros pierdan.
Fuentes: ElEconomista , RTVE ,