La tecnología de los transistores lumínicos sigue avanzando, con nuevos diseños que compiten por alcanzar un nivel de fiabilidad y madurez que les permita pasar del laboratorio a la fábrica.
Ahora es el turno del ingenioso dispositivo creado por el equipo de Andrei Pimenov en la Universidad Tecnológica de Viena en Austria.
En vez de recurrir a complejas configuraciones basadas en gobernar fotones para lograr que estos controlen a otros fotones, los creadores del nuevo transistor lumínico han ideado un modo de modificar la dirección de oscilación de haces de luz, simplemente mediante la aplicación de una corriente eléctrica a un material especial.
De este modo, aunque se usa electricidad para el control, el transistor en sí mismo funciona con luz en vez de corriente eléctrica.
La luz puede oscilar en diferentes direcciones, como podemos ver en el cine 3D: Cada lente de las gafas sólo permite que pase la luz de una dirección de oscilación específica. Sin embargo, resulta difícil cambiar la dirección de polarización de la luz sin perder una gran parte de ella.
El citado grupo de expertos de la Universidad Tecnológica de Viena ahora ha logrado esta hazaña, usando luz con una longitud de onda del orden del terahercio, básicamente luz infrarroja, la cual tiene muchos usos tecnológicos.
Un campo eléctrico aplicado a una capa muy delgada de material puede orientar la polarización del haz según se requiera. Esto da lugar a un transistor lumínico eficiente que puede ser muy pequeño y utilizable en la fabricación futura de ordenadores ópticos.
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