Revista Salud y Bienestar

Nuevos datos europeos sobre la evidencia demuestran que el tratamiento antibiótico de primera línea para las infecciones cutáneas complicadas y la neumonía se asocia a una necesidad alta de modificar el tratamiento y a un uso elevado de recursos hospit...

Por Fat

Los resultados del nuevo estudio REACH (a REtrospective study to Assess the Clinical Management of Patients With Moderate-to-severe cSSTI or CAP Infections in the Hospital Setting, Estudio retrospectivo para evaluar el tratamiento médico de pacientes con infecciones complicadas de la piel y de tejidos blandos (ICPTB) o neumonía adquirida en la comunidad (NAC) moderadas o graves en el ámbito hospitalario), presentados hoy en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ECCMID, según sus siglas en inglés), han mostrado que en el estudio fue necesario modificar el tratamiento antibiótico inicial a entre el 37% y el 47% de los pacientes europeos hospitalizados con ICPTB o con NAC. Esta necesidad de modificar el tratamiento de primera línea se asoció a un mayor uso de recursos hospitalarios, lo que constituye un problema creciente para los hospitales.
Hasta ahora había pocos datos que reflejaran verdaderamente lo que sucede en la práctica diaria habitual. Por consiguiente, para conocer mejor esta situación se  diseñó el estudio REACH con el fin de obtener datos actuales del tratamiento médico real de la NAC y las ICPTB en hospitales de toda Europa. El estudio REACH fue un estudio de cohortes retrospectivo y observacional patrocinado y financiado por AstraZeneca en el que colaboraron investigadores independientes.
Según los resultados del estudio REACH, las tasas medias de modificación del tratamiento de primera línea fueron del 46,6% en los pacientes hospitalizados con ICPTB1d y del 37,1% en los pacientes hospitalizados con NAC2d. Además, se observó que las tasas de modificación del tratamiento fueron todavía mayores en los pacientes que también tenían otras enfermedades. En los pacientes con ICPTB y otras enfermedades, la tasa fue del 49,3% mientras que fue del 37,1% en los que no tenían otras enfermedades1e.
Aunque en estudios clínicos anteriores sobre el tratamiento de las ICPTB y la NAC se utilizaron diversos criterios para definir estas enfermedades, sus resultados mostraron que las tasas de fracaso del tratamiento fueron del 22% al 30% para las ICPTB,,,,, y del 2,4% al 31% para la NAC.
Estos hallazgos de la evidencia real del estudio REACH constituyen otra prueba más de los problemas a los que se enfrentan los médicos a la hora de instaurar un tratamiento antibiótico empírico para las infecciones graves; es decir, a la hora de decidir cuál es el antibiótico más adecuado para cada caso antes de saber con certeza cuál es microorganismo causante de la infección. “Esperábamos observar un cierto nivel de modificación del tratamiento de primera línea, dados los problemas a los que se enfrentan los médicos a la hora de instaurar rápidamente un tratamiento sin contar con un diagnóstico microbiológico confirmado en estas infecciones graves. Pero los datos del mundo real del estudio REACH han demostrado que existe una necesidad mucho mayor de modificar el tratamiento que lo que se pensaba” ha declarado el Profesor Francesco Blasi de la Universidad de Milán, investigador principal del estudio
“Las elevadas tasas de modificación del tratamiento inicial observadas en el estudio REACH indican que es necesario volver a evaluar las pautas de tratamiento óptimas para los pacientes hospitalizados con NAC e ICPTB, especialmente para los pacientes que también tienen otras enfermedades, las cuales constituyen un motivo de preocupación adicional para los médicos”.
Otro hallazgo importante del estudio REACH fue el aumento del uso de recursos hospitalarios asociado a la modificación del tratamiento de primera línea. Los resultados mostraron que la utilización de recursos fue mayor en los pacientes en los que fue necesario modificar el tratamiento antibiótico inicial que en los pacientes en los que no fue necesario hacerlo; en concreto, en los pacientes en los que se modificó el tratamiento se observaron aumentos en la duración de la estancia hospitalaria, en las tasas de ingreso en la unidad de cuidados intensivos o en la aparición de complicaciones, por ejemplo shock séptico.
El Profesor Helmut Ostermann del Hospital Universitario de Munich, economista sanitario e investigador principal del estudio REACH, ha declarado lo siguiente: “Tanto las ICPTB como la NAC pueden asociarse a una morbilidad y una mortalidad considerables que tienen grandes consecuencias negativas para la salud de los pacientes y constituyen un problema económico importante, porque el tratamiento requiere el uso de muchos recursos y conlleva unos costes sanitarios elevados. Como hemos visto en el estudio REACH, la modificación del tratamiento inicial se asoció a un aumento del uso de recursos hospitalarios, lo que pone de manifiesto que si podemos mejorar las tasas de éxito del tratamiento de primera línea se reducirán los costes sanitarios”.
John Rex, vicepresidente de la división de infecciones de AstraZeneca, comentó que: “El estudio REACH se diseñó específicamente para obtener más conocimientos sobre el tratamiento médico real de las ICPTB y la NAC con el fin de intentar solucionar los problemas que existen actualmente para tratar estas infecciones. AstraZeneca ha financiado el estudio REACH como parte de su compromiso continuo para mejorar el tratamiento de las enfermedades infecciosas. AstraZeneca sigue invirtiendo en la investigación y el desarrollo en el campo de los antibióticos con el fin de reducir el peligro que suponen estas enfermedades para la salud humana y la creciente amenaza de la resistencia a los antimicrobianos”.


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