Desde hace más de cien años, la pasión por la arqueología egipcia no ha cesado, siendo frecuentes los descubrimientos de pirámides, tumbas y tesoros que llevaban miles de años ocultos.
Cuando parece que ya nada puede ser descubierto, las últimas noticias que nos llegan desde allí, demuestran lo contrario.
Los arqueólogos han utilizado infrarrojos en varias pirámides y tumbas, y se han encontrado verdaderas sorpresas.
Todo este trabajo pertenece al llamado “scan Pyramids” que utiliza técnicas no invasivas para investigar los secretos de esta antigua civilización.
Han utilizado este sistema en la Gran Pirámide (Keops), y los contrastes de temperaturas, o anomalías, nos hablan de al menos dos zonas donde el aire cambia, y es posible que se hallen dos pasadizos que darían a sendas salas.
Los secretos que podrían albergar todavía son un misterio.
El ministro de Arqueología de Egipto, Mamduh al Damati ha realizado las siguientes declaraciones:
“Hemos detectado diferencias de temperatura, lo que significa que hay algo detrás y que podría ser algo nuevo. Determinar de qué se trata depende de la investigación que vamos a realizar en los próximos días”
Hablamos de una noticia de principios de noviembre, por lo que de momento, solo nos cabe esperar.
Rueda de prensa del ministro de arqueología
El ministro dio una rueda de prensa en el exterior de la pirámide, y mostró las imágenes de los futuros hallazgos.
“Hemos identificado un área localizada en la base que tiene una temperatura más alta que el resto de la pirámide. La diferencia de 6 grados en esas rocas es demasiada y sugiere que existe algo detrás”
No solo en la base de la pirámide se han detectado esas anomalías, en la parte superior de la pirámide, han descubierto tres puntos que tienen un aire más caliente que el resto, lo que podría significar que ahí dentro hay algo.
Un equipo de científicos se dedicará a investigar estos hechos, y consensuar una forma de llegar a esos puntos de las pirámides de una forma segura, tanto para ellos, como para que el monumento no sufra en la medida de lo posible. Cualquier arqueólogo está invitado y la investigación durará cerca de un año.
Recordemos que la pirámide de Keops, o Gran Pirámide de Gizeh, fue construida ca. 2570 a.C. siendo la mayor de las tres grandes pirámides de la Necrópolis de Gizeh, fue construida con las de 2 millones de bloques de piedra, de gran tamaño, y recubierto de blanca piedra caliza.
En su interior, cuenta con varias cámaras, las mayoría saquedas en la antigüedad. Contando con una falsa cámara subterránea que serviría para ahuyentar precisamente a los ladrones ya la que se accedía tras una larga galería de 47 metros. Las verdaderas cámaras funerarias donde podría estar el cuerpo del faraón son las llamadas cámara del rey y la reina.
Interior de la Gran Pirámide
Antes de las investigaciones comentadas, en los meses de verano de este año, un investigador español, Miguel Pérez- Sánchez, investigó la pirámide, como objeto de su tesis, durante diez años.
Entre sus conclusiones destaca lo siguiente, asegura que la pirámide estuvo coronada por una esfera que simbolizaba el ojo de Horus con un medida de 2,7 metros (número e), según sus estudios la pirámide fue construida bajo unas normas geométricas precisas que le han llevado a encontrar sus medidas exactas, algo desconocido hasta ahora pues no tiene su forma ni tamaño original. Según ésto, los egipcios conocían las medidas de la tierra y el número Pi. También ha concluido que es más que posible que la verdadera tumba de Keops, esté aún por desenterrar. Como vemos, esto puede ser factible si nos guiamos por las investigaciones con los infrarrojos que hemos mencionado al principio.
De momento solo cabe esperar, para saber si la Gran Pirámide, esconde nuevos secretos bajo sus colosales piedras.
Los mismas investigaciones con infrarrojos se han utilizado para estudiar la tumba de Tutankhamón, aquí se han encontrado también anomalías, ciertos investigadores están seguros de que existen puertas tapiadas que todavía nos ocultan muchas cosas, entre ellas podría hallarse la tumba de la reina Nefertiti, que fue precisamente la madrastra de Tutankhamón.
La búsqueda de la tumba de esta bella mujer ha sido un quebradero de cabeza durante cientos de años, ¿Dónde se encuentra enterrada? El egiptólogo Nicholas Reeves es un buscador incansable de la misma, y es el que se ha metido en esta aventura dentro de la tumba del faraón niño. Debido al estudio de unas minuciosas fotografías de la tumba de Tutankhamón, catalogada como KV62, pudo observar unas pequeñas grietas, de las que ha llegado a la conclusión de que se trata de dos puertas que no se conocían hasta el momento y que llevarían a dos cámaras por descubrir, una al oeste y otra hacia el norte que sería anterior en el tiempo, y la que sin duda llevaría a la tumba de Nefertiti.
Nefertiti fue la esposa de Akhenatón, que murió en el 1336 a.C, asumiendo entonces la reina la regencia.
A su muerte se le enterró en lo que conocemos como KV62, entonces (según la teoría de Reeves) sube al trono Tutankhamón (hijo de otra de las esposas de Akhenatón, y su primogénito). El joven faraón muere prematuramente, y la tumba de la reina se abre para hacer otra cámara y enterrar allí sus restos, dado que no había habido tiempo a construirle un gran mausoleo.
Arqueólogos franceses aseguran sin embargo que la momia de Nefertiti ya existe y fue descubierta hace cien años, se trataría de una momia que se expone en el Museo de El Cairo, la llamada “dama joven” o KV354L, esta momia presenta en su ADN similitudes con la de Tutankhamón, y aquí viene las controversias, dado que el faraón niño no era hijo de Nefertiti, si no de Kiya, otra de las esposas de Akhenatón, aunque no su preferida. Por otras parte pudiera ser que Nefertiti fuese prima de su marido, y de ahí las similitudes genéticas.
La Dama Joven
El gobierno de Egipto pide prudencia y deja investigar a Reeves, con técnicas de momento no invasivas, a ver a que conclusiones llega. Podría ser el descubrimiento del siglo si es que lo que dice, se cumple.
Muchos son los investigadores que se preguntan porque Tutankhamón no tuvo un enterramiento fastuoso, con una tumba más grande o pirámide, y si uno más parecido a todos los que se encuentran en el Valle de las Reinas, la explicación de Reeves, daría sentido a todo ésto. Además la morfología de la tumba en si, también se asemejaría más al de las tumbas de las reinas, con una forma en L, y entre los restos de policromía de las paredes, dice que aparecen la reina y Tutankhamón, otra gran baza para pensar que ella puede estar ahí dentro.
Reeves en el interior de la tumba
Sin embargo el ministro de arqueología se encuentra escéptico. De cualquier manera, espera que todo se resuelva antes de que acabe el año.
Toca, de nuevo, esperar.