En los últimos años, algunas empresas del sector alimentario conjuntamente con empresas expertas en biotecnología han desarrollado los muy interesantes y novedosos estudios de intolerancias alimentarias. Estos estudios son pruebas de laboratorio que permiten medir los niveles de Inmunoglobulina G específica (IgG) específica frente a más de 200 alimentos diferentes, no existiendo ninguna relación entre estos niveles y los de Inmunoglobulina E específica (IgE)frente a los mismos alimentos en caso de alergia a los alimentos.
DigestivosAcidezÚlceras y aftas en la bocaGastrititisColitisEstreñimientoDiarreaNáuseas
RespiratoriosTosBronquitisAsma
ArticulacionesDolorRigidez
GeneralesJaquecasFatigaDepresiónRetención de líquidos
El test de intolerancia alimentaria que evalúa anticuerpos IgG es un tipo de herramienta de diagnóstico muy útil para todas las alergias alimentarias de los tipos II, III y IV. En la de tipo III, se pueden formar immunocomplejos Ag-Ac. Estos immunocomplejos circulantes aumentan la presión oncótica de la sangre, que provoca retención de agua y, por tanto, aumento de peso. Si esta es la patología concreta que tiene el paciente, al retirarle los alimentos a los que tiene sensibilidad y frente a los que ha desarrollado anticuerpos IgG, disminuirán los immunocomplejos, en consecuencia disminuirá la presión oncótica y se eliminará agua; es decir, se perderá peso, desapareciendo a su vez, de forma casi inmediata, los trastornos colaterales como la patología asociada de inflamación, dolor o rigidez en las articulaciones. Ahora bien, esto ocurre en estas patologías concretas. Una persona obesa por aumento simplemente de su tejido adiposo, podrá mejorar su estado con la supresión de alimentos frente a cuyas proteínas haya desarrollado IgG, pero no habrá una pérdida de peso evidente. En resumen, la pérdida de peso por supresión de alimentos frente a cuyas proteínas se presenta alergia IgG mediada, se producirá principalmente en obesidades edematosas.
Estos análisis se realizan por tecnología “microrray”. Después de los análisis, un test los clasifica en diferentes grupos de acuerdo con la respuesta obtenida: alimentos permitidos (cuya reactividad ha sido nula), alimentos no recomendados (reactividad baja) y alimentos prohibidos (reactividad alta). Normalmente, estos estudios también incluyen una relación de productos que pueden contener trazas de los alimentos no recomendados o no permitidos en su composición.
Es importante destacar que para evitar desequilibrios nutricionales y/o riesgos de malnutrición, estas pruebas deben ser supervisadas por un especialista que elabore una dieta equilibrada, así como un seguimiento.