Revista Viajes
Ejercicio concienzudo de imaginación necesitarás para vislumbrar en este terreno desolado los que fueran los territorios irreductibles de los arévacos. He dejado atrás la minúscula población de Garray y llegado a los yacimientos arqueológicos de Numancia.
La entrada vale cinco euros, pero merece la pena la visita.UN BUEN LOCAL PARA COMER, EN GARRAY, ANTES DE LLEGAR A NUMANCIA.RESTAURANTE CASA ABEL. GARRAY.
Fundada a finales del siglo II a.c, el pueblo arévaco celtíbero que aquí vivió estuvo conformado por pastores, ganadores y guerreros aguerridos, afuerza de voluntad y un tesón inquebrantable, para repeler una y otra vez las consuetudinarias acometidas beligerantes de las tropas romanas.
Así, durante 20 años, mantuvieron a estas gentes bajo un asedio opresivo que no acababa de dar los frutos anhelados. Derrota tras derrota los romanos regresaban humillados y pesarosos, incapaces de subyugar a un puñado de ganaderos, años 153-133 a.c.
Tuvo Roma que recurrir a un héroe de renombradas gestas llamado Publio Cornelio Escipión para finalmente sojuzgar a la incombustible resistencianumantina.
11 meses duraría su maquiavélica estratagema de derribo y acoso, cercándoles, agostando sus campos, contaminando sus aguas, asesinando a quienes les daban socorro y les abastecían. Muertos de hambre y sed poco duraría ya su arrojo y perseverancia.
A partir del siglo IV decae Numancia para convertirse en un asentamiento visigodo, allá por los siglos VI-VII.
Retornando al drama numantino, se sabe que los famélicos guerreros pastores acabaron suicidándose, murieron de inanición o fueron esclavizados quienes sobrevivieron. La ciudad, que estaba fuertemente amurallada, soportó las visitas romanas con invencible denuedo.
El recorrido por la yerma Numancia me lleva a imaginar entre las piedras una muralla inviolable. Es interesante la reconstrucción que se ha hecho de las típicas casas arévacas y romanas.