Cuando crees que tu vida se ha detenido y el tiempo sólo pasa… Dios espera contigo.
Cuando estás sola(o) y tus amigos están muy ocupados, aún para una llamada telefónica… Dios está a tu lado.
Cuando has tratado todo y no sabes hacia donde ir… Dios te mostrará el camino…
Cuando nada tiene sentido y estás frustrada sin saber hacia dónde ir… Dios tiene la respuesta. Si de repente tu mirada al mundo exterior se hace más brillante y encuentras senderos de luz… Dios te ha susurrado en el oído.
Cuando las cosas van bien, y tienes mucho que agradecer… Dios te ha bendecido. No importa si te sientes bien o mal. Dios siempre está contigo y te acompaña en las buenas y en las malas.
Nunca dejes de hablar con Dios y contarle tus problemas, pues muchas personas buscan a alguien con quien hablar y desahogarse, sin embargo no hablan con el único que siempre va a escuchar con misericordia y paciencia, sin sacar a relucir tus errores. Busca a Dios de corazón y cuéntale tus problemas, pues El siempre te acompaña y te cuida… lo creas o no… te guste o no… El nunca te abandona…porque te ama.