Hoy traigo una entrada que la verdad no sabía si hacer o no. Hay muchos productos que yo no volvería a comprar, tal vez no se ajustaron a mis necesidades, mi tipo de piel, no logre el resultado que esperaba, ect. Otros iban bien pero el precio no se ajustaba al resultado o simplemente, descubrí uno mejor.
Sin embargo, en algún momento de tu vida compras un producto y acto seguido dices: ¿pero qué es esto? Y si a maquillaje se refiere, añades: ”Carlo di Roma lo haría mil veces mejor, hasta del chino sería mejor’’. Pues bien, precisamente de ese tipo de productos va esta entrada. La mayoría de ese tipo productos los tire, como es lógico. Sin embargo, he recolectado por casa algunos que aún no he tirado, vete tú a saber por qué.

Empezamos por unos pinceles. Todos tenemos esos típicos familiares que nunca saben que regalarte, un día descubren que tienes una afición, como el maquillaje por ejemplo y aunque no entiendan nada del tema deciden que tu regalo siempre será de eso. Estos pinceles fueron un regalo de ese tipo de familiares. Pinchan, es más, aruñan el ojo y te quedan las marquitas. El palo se sale, la madera lacada que tienen se puso negra a los 2 o 3 lavados.. Vamos, una cochinada. Eso sí, barato seguro porque por Ebay están a 2 o 3 dólares. El único uso útil que he logrado darles, ha sido pintar con ellos mis cuadros (para las zonas pequeñas), como sabéis, me gusta el arte y para pinturas al óleo dan el pego.

Lo siento, le toca a Deliplus. Esta marca tiene muchas cosas buenísimas, pero cuando encuentras una mala, es mala de verdad.
El lápiz de labios en cuestión, es el peor que he probado jamás; huele fatal, como a alcohol. Se descascara en el labio, queda en los pliegues y se va en el resto; vamos, horrible. Además de todo esto, se ha ido resecando.

Para colmo, una cosa es fijo pero es que luego no hay modo de quitártelo de los pliegues. Te desmaquillas, quitas lo que puedes, te acuestas y aun a la mañana siguiente te quedan restos. La línea de la foto, la hice por la mañana; lo estregue con agua y jabón varias veces en el día ya es por la noche y aun no se ha ido. Aceros una idea, si hubiese querido un rotulador permanente lo habría comprado directamente.

Esa mariquita negra que veis en un lado es por donde iba el bote, en un principio trate de terminarlo por el simple hecho de haber costado dinero, pero como solo su olor me produce arcadas, así se quedo y así acabara en la basura.
Esto ha sido todo, como os dije hay más productos que no volvería a comprar pero estos ni aunque fuesen los últimos sobre la tierra. Muchas gracias por leerme una vez más.
