Fortaleza imperial Kaiserburg
La ciudad de Núremberg ó Nürnberg en alemán, ofrece a todos los que la visitan unos atractivos y modernos entornos, en contraste con la espectacular y bien conservada ciudad medieval, que aún se preserva en el interior de sus antiguas murallas.Ya desde la época medieval, la ciudad de Núremberg adquirió una relevante importancia debido a sus avances tecnológicos y culturales, siendo el lugar, cuna y residencia de importantes artistas y artesanos de la época, que se establecieron en Núremberg, como sede para desarrollar sus actividades. Entre estos importantes precursores de la ciencia y la cultura, cabe destacar al afamado artista del Renacimiento alemán, Alberto Durero que adquirió fama mundial con sus dibujos, pinturas, grabados y escritos teóricos sobre arte. La casa taller de este gran artista, que aun se conserva dentro del casco histórico, junto a la plaza de Tiergärtnertorplatz, previa a la fortaleza imperial amurallada de Kaiserburg, es hoy día un museo que brinda a los visitantes la posibilidad de observar el entorno familiar y laboral del artista.
Tiergärtnertorplatz y casa-taller de Alberto Durero
Aunque esta ciudad que se extiende sobre los margenes del río Pegnitz, y que cuenta con más de 200 km cuadrados de extensión urbana, además de las zonas de campos de cultivos y bosques que la rodean, tiene muchos atractivos rincones que recorrer y disfrutar, en este artículo, solo enumeraré algunos de los más importantes ubicados principalmente en el interior de las viejas murallas que rodean el centro histórico a los que pude acceder y fotografiar durante mi estancia en esta agradable ciudad.
Torre Sinwellturm y capilla de Walpurgis
Fortaleza imperial Kaiserburg.Este es uno de los monumentos más característicos e importantes de la ciudad, toda vez que la ciudad se originó a la sombra de esta fortaleza construida sobre una elevación del terreno y que finalmente, dio origen al primer nombre de la ciudad, Nuorenberc ó Monte escarpado. El castillo y la ciudad de Núremberg, fueron lugar de parada para los distintos gobernantes, cuando realizaban sus viajes a través del reino y con el fin de proteger la fortaleza y el territorio colindante, se instaló allí un burgrave que representara al emperador. En 1191 las dependencias del burgrave, pasaron a manos de los condes de Zollern. A través del tiempo y de la historia, la fortaleza de Kaiserburg, ha experimentado muchos y notables cambios en su estructura y funciones, habiendo sido destruida y renovada en más de una ocasión.
Vista de la ciudad desde la fortaleza. Puedes visitar el castillo ascendiendo por la cuesta que sube desde la ciudad, hasta la Himmelstor ó puerta del cielo, una vez allí además de visitar el museo y algunas de sus dependencias, podrás tener una perspectiva del casco antiguo con las torres de dos de las principales iglesias, la de San Sebaldo y la de San Lorenzo, destacando sobre los tejados de las casas de esta zona de la ciudad.
Tiergärtnertorplatz y casas entramadas. Situada en la zona noroeste del casco histórico, esta plaza, rodeada de antiguos edificios construidos con piedra y madera entramada, es uno de los centros de más afluencia de visitantes. En esta plaza se encuentra la casa museo de Durero y la Casa de Pilatus ó Casa del hombre del arnés, que en otros tiempos fuera el taller del herrero Hans Grünewald. Este soberbio edificio muestra en una esquina de su fachada una escultura de San Jorge, matador de dragones y también patrón de los herreros.
Weissgerbergasse.
Una pintoresca calle de corte medieval ubicada en el interior del casco histórico, donde podremos encontrar algunas típicas casas entramadas de los siglos XV, XVI y XVII.
Esta romántica callejuela, es habitualmente recorrida por los coches de caballos, que inician sus paseos turísticos desde la cercana Hauptmark ó plaza del mercado.
El río Pegnit, que atraviesa Núremberg, divide a la antigua ciudad amurallada, en dos mitades, que se unen a través de varios puentes, algunos de ellos muy singulares e históricos, desde los que se pueden apreciar bellas y románticas estampas de la ciudad, como estas de Weinstadel y Hospital del Espíritu Santo.
Weinstadel y torre de agua.
Este impresionante conjunto arquitectónico sobre el rió Pegnit, forman parte de la penúltima fortificación de la ciudad. El edificio Weinstadel, una de las más voluminosas estructuras medievales que se conservan, fue en otros tiempos un almacén para vino y también asilo para pobres. Actualmente es utilizado como residencia para estudiantes.
Hospital del Espíritu Santo.
Muy cerca del Mercado Central, frente al puente del Museo, nos encontramos con este edificio construido con el apoyo y financiación del alcalde imperial Konrad Grob, en el año 1339, para la atención de los mayores.
El perfil de este impresionante edificio, ha servido en muchas ocasiones, como motivo para ilustrar las cajas del típico Lebkuchen ó pan de especias.