Cada paso que damos en estas tierras indómitas llamadas Vida nos enfrentamos a muchísimas pruebas, obstáculos y experiencias maravillosas. Todo esto va formando, día tras día, nuestro marco de pensamiento y la manera en la que nos relacionamos con el mundo.
Por ejemplo, una buena vivencia en un solo restaurante de comida china nos puede llevar a emitir un juicio como: Me encanta la comida china. Cuando en realidad únicamente hemos probado los alimentos de un lugar en toda la ciudad.
De igual forma, el pasar penurias por la arrogancia o avaricia de una persona nacida en X lugar de la Tierra nos llevará a decir que todos los que vienen de X son iguales.
Ambos ejemplos son una muestra del poder que tienen nuestros juicios y lo difícil que son de cambiar una vez que nos apegamos a ellos.
Nuestras relaciones personales buenas o malas, las situaciones que disfrutamos, los objetos que usamos y que no nos gustan dependen de cómo veamos la vida y de nuestros sentimientos en ese momento determinado.
Es por eso que la palabra de hoy es con O de Observación, pero no simplemente ver. O como dicen por ahí: estás viendo y no ves.
Observar la vida es una actividad que además de los ojos, implica un ejercicio consciente de entender las situaciones sin apegos y sin juicios.
Mirar las cosas como son, sin imprimirle historias que no han sucedido, sin fantasías en las que somos las víctimas; nos reditúa en una vida mucho más tranquila porque estamos en ese momento. Sólo observando.
Y luego de ver la vida como es, sólo entonces podemos emitir un juicio. Esto es, cuando desligamos el ego de la realidad.
Cuántas veces no hemos pensado joyas egocéntricas como: esto sólo me puede pasar a mi, pero cómo sufro… Y son tan sólo muestras de cómo al no observar, perdemos de vista que el mundo incluye injusticias, rupturas de corazón y que no somos los únicos sufriendo.
Concentrarnos en nuestro propio ego nos evita poder observar el mundo como es. Así de simple.
Antes de emitir un juicio hacia una persona o situación, detente un segundo y piensa. ¿Cómo te estás relacionando y cómo te afecta?
Estoy seguro que aprenderás a ver las cosas como son… que es el principio básico detrás de la práctica del desapego.
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Nota choco budista: Aprender a observar y entender que no todo en la vida nos afecta de manera directa y que sólo somos un grano de arena en la inmensa playa cósmica, se llama Visión Correcta, que es uno de los factores del Noble Camino Óctuple; que a su vez es el camino a una vida tranquila.