Barack Obama comunicó a los miembros republicanos del Congreso que tiene previsto enviar 1.200 soldados de la Guardia Nacional a la frontera con México dentro de un plan para mejorar las condiciones de seguridad en esa zona, según comentaron participantes en la reunión.
Este plan forma parte de la estrategia de la Casa Blanca para impedir la aplicación de la ley contra los inmigrantes ilegales en Arizona y otras similares que están siendo consideradas actualmente por otros Estados fronterizos.
El presidente dijo a los congresistas republicanos, que en su mayor parte respaldan la propuesta de Arizona, que comparte la preocupación de la población de esa región por la violencia vinculada a la inmigración, pero insistió en que medidas como la adoptada por ese Estado no son el instrumento adecuado para hacer frente a esos problemas. El presidente manifestó que está estudiando diversas medidas para que el Gobierno federal se involucre más directamente en la mejora de la situación fronteriza. Para ello, Obama va destinar 500 millones de dólares.
El envío de 1.200 soldados de la Guardia Nacional, un cuerpo de las fuerzas armadas que se ocupa principalmente de los problemas de seguridad en los Estados, servirá para reforzar la vigilancia de la policía fronteriza, así como para adiestrar a nuevas unidades policiales que se sumen en el futuro a esa labor.