Pebetero de Ensérune.A escasa distancia al suroeste de Béziers, junto a la aldea de Nissan-les-Ensérune, se eleva unos cien metros en dirección este oeste un promontorio de roca miocena blanda de apenas un kilómetro, desde donde se divisa una amplia llanura vitícola que llega hasta el mar, al este, y en la que resalta una gran hondonada circular, la antigua laguna de Montady, hoy seca.
Laguna desecada de Montady, visible hoy como un curioso círculo de campos cultivados radialmente. A sus pies pasaba la vía Domitia, primera calzada romana que cruzaba la Galia, uniendo en arco los Alpes y los Pirineos, paralela al Mediterráneo, construida en el 118 a.d.C. por el procónsul Cneo Domicio Enobarbo. Hoy puede verse además desde el poblado de Ensérune la línea azul del canal del Mediodía.
La vía Domitia a su paso por el centro de Narbona.
El Canal du Midi flanquea el oppidum.
El comercio griego.
La visita a este poblado galorromano fortificado, muy destacable entre los del sureste francés, monumento nacional, es, además de muy agradable, imprescindible para el amante de la Historia, pues constituye un ejemplo magnífico de lo que fue un asentamiento indígena durante las seis centurias inmediatas antes de Cristo.





La riqueza de los materiales o ajuar que se depositaba junto a la urna (cerámica importada) es muy notable, con abundantes joyas, armas, o juguetes en las tumbas infantiles.

Las copas áticas y grandes cráteras van dejando paso a finales del siglo IV a las Apulas, junto a otros elementos del ajuar funerario, como jarras, copas o platos asímismo itálicos. Junto a las producciones locales, cerámica gala, abundan también los materiales importados de la costa catalana (cerámicas grises, ibéricas pintadas).

En la segunda mitad del siglo III a.C. se construyeron más viviendas en terrazas artificiales, y en el área de la antigua necrópolis se levantaron viviendas señoriales, el llamado barrio residencial (villae). En esta última fase de ocupacion los postes de sostén de la techumbre se reemplazan por columnas jónicas de piedra tallada.

Las importaciones ahora son la cerámica campaniense, vajilla de los centros greco-ibéricos de la costa catalana, armas y joyas, vasos del área celta, cerámica aretina y ánforas vinarias itálicas.

Las colecciones de objetos de uso comun del museo son muy ricas y variopintas, satisfacen al curioso y estimulan al investigador, pues abundan, además de las cerámicas que trataremos más detalladamente en la siguiente entrada del blog, objetos de todo tipo.

En metales (fíbulas, anillos, campanillas, adornos, anzuelos, brazaletes, broches, botones, material quirúrgico, cajitas para agujas, pinzas, arreos, armas, herramientas, plomos, textos grabados, tubos, espejos, pondera, joyas...)








En hueso encontramos una exquisita colección de agujas, mangos, botones, cucharillas para ungüentos, aci crinales, amuletos, bisagras de cofre, instrumentos musicales, fieles de balanza, stylos, punzones, husos...Sin duda los artesanos eborarios alcanzaron un alto nivel técnico.










En vidrio encontramos jarritas, botellas, perfumarios, pasta vítrea, cuentas y perlas, anillos, brazaletes y collares. También ámbar y coral, entalles.







Destacan sobremanera las colecciones de graffiti sobre cerámicas áticas, ibéricas, campanienses, romanas, tanto en lengua ibérica como latina, especialmente abundan los textos ibéricos, lengua que se hablaba en el yacimiento hasta su romanización. Una colección de alto valor para el estudio de esta lengua que ha motivado exposiciones monográficas.









El barro, con independencia de las colecciones de vasos que serán objeto de la próxima entrada de blog, está representado por figurillas en terracota, juguetes, antefijas, thymiateria, sellos, estampillas, fusayolas, jetones, fichas, pesas de telar, unos curiosos distribuidores para tubos... así como la piedra, tallada en placas biseladas cosméticas en pizarra o caliza, además de, estatuillas, arulae, materiales de construcción, pigmentos, …










Una extraordinaria colección para la investigacion de la vida cotidiana. Pero si esta variedad y riqueza es más que notable, serán las colecciones de los ajuares cerámicos y armas
de la segunda planta las que más asombren al visitante por su riqueza.
Un grafito identificativo del Museo de Ensérune.
Una cantidad y calidad de vasos, muchos importados, nada habitual. Una buena elección esta visita. En la próxima entrada presentaremos una selección de estas cerámicas. de Ensérune.


