La explicación que Neus Miró, comisaria de la muestra hace en el folleto me parece más que acertada sobre lo que se muestra en esa sala:
"Tras la expansión de las disciplinas canónicas de las denominadas Bellas Artes (sobre todo de la pintura y la escultura) en los años sesenta, así como de su cuestionamiento como categorías independientes por parte de un gran número de artistas, el ámbito del arte contemporáneo llegó de forma definitiva a lo que la crítica Rosalind Krauss ha denominado condición post-medium. Una condición que se caracteriza precisamente por el colapso de las disciplinas, por la confusión entre ellas y por la pérdida de su autonomía respecto de la realidad histórica, el lugar o el espectador. Dicha condición es uno de los aspectos que comparten las piezas de la Colección de Arte Contemporáneo Fundación La Caixa que se reúnen en esta exposición. En 'Objetos desclasificados' el espectador encontrará trabajos mayoritariamente escultóricos, aunque totalmente alejados del concepto canónico de escultura, de forma que pueden incorporar fotografía, dibujo o pintura".
Se dan cita objetos cotidianos que han servido para las creaciones de los artistas presentes, los antecedentes habría que buscarlos en el surrealismo, y en las décadas de 1960, 1970, en Fluxus y en el arte conceptual.
En los tiempos que corren ya no nos sorprende encontrar objetos de consumo en salas de exposición, desde el ready-made y el desplazamiento del significado, la naturaleza olvidada del objeto se transforma en cuestionamiento y coleccionismo.
Obras conformadas a partir de objetos diversos, dispersadas en el espacio, individuales, aparecen como jeroglíficos que requieren de un hábil lector de significados contemporáneos.
Los artistas presentes son:
Allan McCollum. 216 Sustitutos de yesos, 1987-88.
Piezas de yeso en forma de marcos que emulan de modo contemporáneo a las paredes de algunas pinacotecas, unas obras encima de otras.
Katharina Fritsch. Soporte con vírgenes, 1987-89.
Curiosa obra donde Katharina cuestiona la realidad de los objetos, concretamente del souvenir de la Virgen de Lourdes. Coloca nueve hileras de 32 vírgenes a modo de columna. Vírgenes en yeso pintadas de color amarillo, acaban configurando un elemento arquitectónico: una columna.
Christian Boltanski. Archivos del año 1987 del diario El Caso, 1989.
Desde 1985, Boltanski ha realizado los denominados 'Monumentos' que se definen como instalaciones de retratos fotográficos presentados en composiciones murales y con luces, de modo que el enorme conjunto puede recordar a los altares religiosos. En este caso, recoge imágenes de asesinos, desaparecidos o víctimas que en 1987 publicó el rotativo de sucesos El Caso. Imágenes descontextualizadas, sin el texto que las acompañaba y borrosas, de modo que se hace difícil el reconocimiento y la correcta ubicación.Carlos Pazos. Maldita primavera, 1985.
Materiales, objetos encontrados a los que Pazos les otorga una segunda vida dentro del museo. Un claro ejemplo de sus assemblages.
Franz West. Los peces deben nadar, 1994-1996.
Gran collage donde introduce todo tipo de materiales -fotografías, recortes de periódico, muebles, etc.-. Aquí reproduce por medio de piezas originales un espacio doméstico de un coleccionista.
Andreas Slominski. Sin título, 1994.
Una fotografía de una bicicleta de un sin techo realizada en Frankfurt, fue la inspiración para esta obra, donde la reprodujo minuciosamente, y donde además intercambió la bicicleta por una estática. La pieza, desplazada de su hábitat normal, dentro de un museo se convierte en un símbolo de la economía de la subsistencia de las grandes ciudades.
Ana Laura Aláez. Mujeres sobre zapatos de plataforma, 1992.Seis pelucas diseñadas por la artistas y seis pares de zapatos de los años setenta componen la obra. Aquí los zapatos han sido recuperados en tiendas de segunda mano, y las pelucas cuidadosamente manufacturadas por la propia Ana Laura a partir de materiales como rulos, plumas o uñas postizas.
Sophie Calle. El hotel, habitación 24 y 43, 1983.
Fotografías donde muestra su interés por el comportaiento humano. Fotografía de habitaciones, fruto de su trabajo como camarera de pisos en un hotel de Venecia en 1981. Las fotografías se enmarcan junto con textos donde describe minuciosamente su impresión del aspecto de la habitación antes de limpiarla.
Hans-Peter Feldman. Juego de sombras, 2002.
Hans-Peter muestra en esta obra simples objetos del entorno cotidiano, con ellos construye piezas denominadas 'Juego de sombras'. Los diferentes objetos reunidos se disponen en grupos, sobre pequeñas plataformas giratorias situadas frente a unas luces, y todo el conjunto se distribuye en una hilera de mesas. Juguetes souvenirs y objetos de decoración kitsch proyectan sombras, que al estar en plataformas giratorias, se alejan y se combinan entre sí. Clara referencia al teatro de sombras y a los artefactos precinematográficos.
Annette Messager. Juego de duelo, 1994.
Un contemporáneo tríptico donde se integran el dibujo, la fotografía, el texto, los bordados y los peluches. En el centro, una hilera de fotografías de diferentes partes del cuerpo, casi como exvotos. A los lados, una fotografía de un animal disecado con una capucha y debajo una fotografía del ojo de un niño. Debajo se apilan muñecos de peluche y de tela. Todo ello cubierto por una gran red de color negro a modo de velo.
Y el vídeo de la muestra es: