Revista Cine

Obra Maestra. Un concepto demasiado utilizado

Publicado el 25 septiembre 2010 por Cinefagos

 Obra Maestra. Un concepto demasiado utilizado

Seguramente no nos pondremos ni mucho menos de acuerdo, ni pretendo que así sea, pues de lo que me dispongo a hablar es de aquellos temas peliagudos que traen cola y que derivan inevitablemente en multitud de opiniones enfrentadas, y todas y cada una de dichas opiniones son de lo más respetables. Pero es mi obligación decantarme por lo que siento y con eso decir que últimamente el concepto “Obra maestra” está perdiendo todo su significado siendo utilizado muy a la ligera, y por supuesto este hecho le quita magnitud y valor restándole la importancia que debería tener tal concepto, devaluándolo y adjudicándole injustamente la etiqueta de algo “normal”, “vulgar” y “corriente” cuando debería ser todo lo contrario y por derecho y ley le tocaría ser algo sublime y fuera de lo común, en definitiva; algo que sólo sucede una vez entre un millón, cosa que parece que muchos prefieren ignorar.

El calificativo de “Obra Maestra” no se adjudica de un día para otro (por mucha calidad que atesore la obra, sea musical, literaria, cinematográfica o del campo del arte o las ciencias que prefiráis) sino que se va forjando ese derecho a ser denominada como tal con el paso del ineludible tiempo, ganándose el mérito de generación en generación de ser considerado algo especial, algo excelso, algo divino y no exagero para nada cuando digo que este concepto está acariciando la divinidad. Me explicaré: Todas las “Obras Maestras” así consideradas están por encima de cualquier moda pasajera, por encima de cualquier técnica utilizada para confeccionarlas o incluso están por encima de la agraciada mano de su creador, en muchos casos olvidado y “ejecutado” por el ineludible paso de los años, pues lo verdaderamente importante no es el “quien” sino el “que”, o sea el contenido, ya que los creadores de tales logros, como humanos que son tiene fecha de caducidad y mueren ,pero sus creaciones perduran a lo largo de eso que conocemos como tiempo que avanza y avanza dejando atrás sin pizca de piedad aquello que no merece ser recordado, de ahí que me atreva a denominar a una “Obra Maestra” como algo casi divino ya que está en una posición elevada, por encima del hombre y por encima del tiempo.

Obra Maestra. Un concepto demasiado utilizado

Eso es algo innegable e incontestable. Por tanto debemos admitir y entender que una “Obra maestra” es intemporal e imperecedera y que pese a ser “antigua” (o no) no pierde nunca el valor, la actualidad, la calidad o el interés; cualidades que ya de por sí desprendía y desprenderá desde el mismo día en que fue creada hasta el mismo día en que todo se convierta en ceniza, cualidades que tendrá siempre, haya pasado un lustro, seis décadas o diez siglos, pues el tiempo no deteriora las palabras si con fuerza están escritas, ni acalla las notas si con fuerza son tocadas, ni agrieta los recuerdos si con verdad y entereza son impresos, pues el tiempo tan sólo es tiempo por muy duro y cruel que sea.

Analicemos brevemente el significado y origen de la palabra “Maestro” ; precedente del termino latín “magis”(más); significa más sabio, más grande, más justo, moralmente superior, más espiritual y por extensión algo sublime e inclusive algo mágico, muchísimo más que un simple humano y superior a algo que ha sido creado por la mano del hombre e infinitamente superior en todos los sentidos a algo banal, superficial o terrenal.

“Maestro” es un concepto de índole trascendental, es algo puro, realizado, repleto de conocimientos, tocado con el don de la palabra, místico, profundo, vital y sobretodo abierto y enamorado de ser entendido, sentido, respetado, amado e idolatrado. Por tanto si calificamos a algo con el termino “Obra maestra” le estamos regalando sin pensar unas virtudes casi divinas, que en la mayoría de los casos no merecen ser regaladas tan impunemente, y no se pueden adjudicar tan a la ligera unos dones que ni siquiera el poderoso Dios Cronos podrá arrebatar con su borradora y omnipotente mano.

 

Obra Maestra. Un concepto demasiado utilizado

La calidad de una obra, sin duda, tiene mucho que ver a la hora de adjudicarle el termino de “Maestra”, pero no es ,ni mucho menos, suficiente motivo para calificarla como tal. Influyen muchos más factores que no tienen nada que ver con la calidad. Como por ejemplo, el sentimiento, la personalidad o el ALMA; algo imprescindible, ya que por muy elaborada, completa y virtuosa que sea una obra si no tiene “alma” resultará algo vacío e insípido.

Pero sin duda alguna lo que diferencia a una “Obra Maestra” es la intemporalidad, y es en ese detalle donde se encuentra su particularidad. No quiero poner ejemplos para que nadie se sienta aludido pero hay muchísimas obras (musicales, literarias, cinematográficas, pictóricas etc) que maravillaron desde el mismo momento en que vieron la luz y pese a tener una calidad sobrecogedora con los años perdieron fuelle y envejecieron muy mal ¿Cuantas películas (por poner de ejemplo el cine que es de lo que hablamos aquí) nos han encantado las primeras veces que las hemos visto y al cabo del tiempo al revisarlas de nuevo las encontramos obsoletas? Ahí está la diferencia; una “Obra Maestra” siempre es actual, nunca pasa de moda y por supuesto jamás envejece, cautivando con su “magia” a generación tras generación.

Obra Maestra. Un concepto demasiado utilizado

Creo que puedo hacer una comparación bastante eficaz sin “mear fuera de tiesto” y con la que seguramente entenderéis mucho mejor ( o no ) a lo que me refiero:

Una “Obra Maestra” es como el buen vino, si es bueno de verdad mejora con el paso del tiempo. Pero es muy difícil de pronosticar si un vino acabará siendo un “Gran reserva” o en cambio se tornará vino rancio para acompañar los postres o vinagre para aliñar las ensaladas. Sólo el paso del tiempo le pondrá en el lugar que le corresponde, eso es una verdad irrefutable.

Cuando fui al cine a ver “Inception” salí maravillado y pensando; ¡¡Joder que pedazo de peliculón!! Como me ha pasado con muchísimas otras películas, discos, libros, etc, pero desgraciadamente no soy yo quien debe decidir si se trata de una “Obra Maestra” o no, eso sólo lo decide el tiempo. Como ya os he dicho, no es suficiente que algo sea muy pero que muy bueno para regalarle el termino “Obra Maestra”, aunque la verdad si queréis hacerlo yo no soy quien para privaros de ese placer, además es gratuito y no hace daño a nadie. Ya sabéis mi humilde opinión, ahora yo quiero saber las vuestras; Es lo justo ¿No?


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