Todo el mundo repudia la muerte de población civil. Las personas que nada tienen que ver con los conflictos no deberían morir en ellos. Para morir y matar están los soldados. A nadie le gusta ver cómo personas ajenas e inocentes pierden la vida en la guerra.
Los últimos ataques que han sufrido ciudadanos occidentales han llevado al mundo entero a condenar con fuerza los actos terroristas que acaban con la vida de personas. La gran manifestación de París intentó representar un grito global contra el terrorismo. Los muertos en suelo occidental han permitido unir las manos de todos los líderes políticos del mundo. Los civiles muertos en los pueblos y ciudades de Oriente no consiguieron despertar tanto rechazo a las bombas y a los disparos.
Sería ingenuo no ver la relación que existe entre los bombardeos que caen sobre las casas de población árabe con los atentados yihadistas que sufre de vez en cuando Occidente. Toda la violencia ha de ser condenada. Los muertos franceses no valen más que los muertos afganos. Ni menos. Todos los muertos tienen el mismo valor, y todos ellos tienen una explicación (que no justificación), pues son fruto de complejas situaciones bélicas, políticas e históricas. En este artículo no vamos a intentar entender por qué tienen lugar los bombardeos o los atentados, pero intentaremos reivindicar la memoria de todas las víctimas, tengan la nacionalidad o el color de piel que tengan.
Ataques en suelo occidental
El siglo XXI comenzó con el peor atentado en suelo estadounidense desde la Segunda Guerra Mundial. El 11 de Septiembre acabó con 3.000 personas fallecidas y marcó el comienzo de la llamada “Guerra contra el terrorismo”. Inmediatamente tropas occidentales invadieron Irak en busca de las armas de destrucción masiva que tanto amenazaban a Occidente.
La fotografía de Tony Blair (Reino Unido), George W. Bush (Estados Unidos) y José María Aznar (España) representa la unidad que hubo en Occidente para intervenir militarmente en Oriente Medio. Los tres países representados en esta fotografía sufrieron ataques terroristas. En Estados Unidos el ya citado 11-S. En España el peor atentado de su historia, el 11-M, que se saldó con la muerte de 192 personas en el metro de Madrid en Mayo de 2004. El Reino Unido también sufrió atentados en Julio de 2005, con varias bombas en el sistema de transporte público (autobuses y metro) de Londres.
Más recientemente, Occidente se ha visto conmocionado por los llamados “lobos solitarios”, un nuevo tipo de terrorismo menos letal que el terrorismo de células yihadistas (como en Londres o Madrid), pero mucho más difícil de controlar. Los lobos solitarios son terroristas que atentan por su cuenta, sin tener el apoyo de un comando. Matan en nombre de la yihad, y suelen identificarse con alguna organización terrorista como Al-Qaeda o Estado Islámico.
En Mayo de 2013, dos hombres asesinaron a machetazos a un policía en Londres al grito de “¡Alá es grande!”, en un atentado que muchos recordarán por la tranquilidad que mostraron los asesinos, que incluso se dejaron grabar en vídeo. Fueron abatidos por la policía.En Octubre de 2014 Canadá sufrió un ataque en el Parlamento, donde murió un guardia de seguridad, y un ataque contra la policía, que se saldó con otro muerto. Ambos atentados fueron perpetrados por ciudadanos canadienses que se habían radicalizado tras convertirse al islam.
En Diciembre de 2014 otro lobo solitario actuó en Sidney, Australia. Un ciudadano australiano nacido en Irán entró en una cafetería y retuvo durante horas a 40 personas. Antes de que la policía lo abatiera, pidió hablar con el Primer Ministro y también que le trajeran una bandera de Estado Islámico. La complicada operación de rescate resultó con tres rehenes muertos.
En menos de un mes, otro atentado contra Occidente ha tenido lugar en París. Este ha sido más complicado, pues todo apunta a que no ha sido realizado por lobos solitarios, sino por un comando organizado que residía en la misma capital francesa. La matanza en la sede de la revista Charlie Hebdo, el asesinato de una joven policía y el secuestro de varias personas en un supermercado judío han paralizado a Francia y han asombrado al mundo entero, pues demuestran que los terroristas cada vez están más preparados y atacan sin ningún tipo de lógica en los tiempos o en los lugares. Puede ser en cualquier momento y en cualquier lugar (un Parlamento, una estación de metro, un supermercado, una cafetería, un autobús…). Actualmente, Occidente está amenazado por un enemigo invisible.
Ataques occidentales en Oriente
En las manifestaciones de duelo por las víctimas y repulsa contra los ataques se honra, como es lógico, a los muertos en los atentados más recientes y cercanos. Es por eso por lo que solemos olvidar las víctimas que mueren en tierras lejanas, que normalmente son mucho más numerosas. Las grandes muestras de dolor y condolencias se dan cuando las vidas que se pierden son occidentales.
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Lo cierto es que más allá de Occidente también mueren personas inocentes por el fuego de las bombas y de los disparos. Más allá de los muertos por las guerras entre países o de los muertos por atentados, hay personas en Oriente cuya muerte las ha firmado Occidente de forma directa.
No hubo ninguna manifestación de rechazo ante la muerte de 31 civiles en Somalia, en Enero de 2007, por un ataque de helicópteros estadounidenses. No se unieron los líderes mundiales para condenar aquel bombardeo de la OTAN que mató a diez niños en la provincia de Kunar, en Afganistán, en Abril de 2013. En Septiembre de 2013, un avión no tripulado de las Fuerza Aérea de Estados Unidos mataron a 13 civiles en el sur de Yemen. No se creó ningún hashtag en Twitter para denunciar esas muertes.
Si bien es cierto que se enmarcan dentro de la “Guerra contra el terrorismo”, los 700 civiles que murieron por bombardeos con drones en el norte de Pakistán entre Ener0 de 2009 y Enero de 2010 son 700 personas que han sido asesinadas por Occidente. No se puede esconder a esas víctimas tras el término “daños colaterales”. Son víctimas del terror, al igual que los muertos en Canadá, Australia o Francia.Considerando como país occidental a Israel, las víctimas por ataques de países del Primer Mundo aumenta considerablemente, debido a las diferentes ofensivas que el Ejército israelí ha realizado contra la población civil palestina. La última, la Operación Margen Protector, acabó con la vida de más de 2.000 personas en la Franja de Gaza.
Recientemente, la Coalición Internacional liderada por Estados Unidos para luchar contra el terrorismo en Siria e Irak también ha bombardeado sobre población civil, matando a cientos de personas. En Diciembre de 2014, 52 personas murieron en Siria por ataques de la Coalición, y el anterior 22 de Noviembre los aviones occidentales mataron a ocho personas al bombardear la ciudad de Hit, en Irak.
La Coalición Internacional la forman, entre otros, Francia, Estados Unidos, Canadá, Australia y Reino Unido. Estos países están bombardeando pueblos y ciudades en Oriente para acabar con el terrorismo. La Coalición se formó en Septiembre de 2014. Después de participar en los bombardeos, tanto Canadá como Australia y Francia han sufrido atentados terroristas.
Cada uno ha de sacar sus propias conclusiones. Lo que está claro es que los que mueren son siempre los mismos: personas inocentes de Francia, Afganistán, Australia, Siria, Canadá, Libia, España, Irak… y son todos iguales. No hay que gritar únicamente #JeSuisCharlie, sino también #JeSuisAfganistan, #JeSuisSidney, #JeSuisGaza, #JeSuisDamasco… todos somos personas, y a todos nos repudia la muerte de gente inocente, sean de donde sean.