Siguiendo la estela de la película te proponemos ocho alojamientos para revivir los mejores momentos de Ocho apellidos Catalanes haciendo turismo rural.
La película Ocho apellidos catalanes combina el desparpajo andaluz y el carácter vasco con el temperamento catalán. Una mezcla que se ha traducido en un éxito de la cinematografía española y que podemos disfrutar también fuera de los cines, viajando a los escenarios más destacados.
Proponemos una selección de casas rurales para revivir los momentos más divertidos de la película mientras hacemos turismo.
Can Mas Vilà. Monells (Girona)
Monells. El lugar elegido para grabar “la boda del año”. Un pueblo medieval situado en la provincia de Girona con un encanto especial, donde el viajero podrá deleitarse con los castellers o con la famosa fiesta de la calçotada. Además, para aquellos que también busquen el descanso, Can Mas Vilà se impone como un alojamiento en consonancia con el pueblo. Esta masía del siglo XVI dispone de ocho habitaciones totalmente equipadas, biblioteca, piscina exterior y un bonito jardín.
Llagostera. Este pueblo vecino, encerrado por una muralla del siglo XV, también ha sido protagonista en el film, ya que en Can Llambí, una masía con más de 800 años de historia, se grabaron algunas escenas. Cerca se encuentra el Hotel Rural Can Dander, rodeada de campos y bosques que garantizan la paz y la tranquilidad de los huéspedes.
Mas Petit. Vulpellac.
Vulpellac. El castillo de este pueblo es uno de los personajes de la cinta. Levantado en el siglo XIII, es un ejemplo de la arquitectura gótica-renacentista que, según la leyenda, cuenta con sus propios fantasmas. A pocos kilómetros, a la espera del descanso del viajero, se encuentra Mas Petit, seis apartamentos rurales con todas las comodidades.
Girona. Dejando a un lado la esencia rural, el barrio judío de Girona se ha dejado ver en la gran pantalla. A las afueras, en Sant Mateu de Montnegre, se encuentra Mas Vinyoles, una casa de campo típica de la zona. Lo mejor, su piscina rodeada de árboles frutales y su huerto ecológico.
Usotegi. Getaria.
Getaria. La gran noticia de Amaia llega de la mano de Koldo (Karra Elejalde) y Merche (Carmen Machi), cuando se reencuentran en este pueblo pesquero de la costa guipuzcoana. Después de unos pintxos o de un paseo por el puerto, el viajero podrá relajarse en Usotegi, un caserío totalmente nuevo rodeado de viñedos de Txakolí.
Zumaia. Este pueblo de Guipúzcoa, como el anterior, nos deja el regusto de Argoitia, esa localidad inventada por los guionistas que tanto enamoró a los andaluces tras la primera película. Lo que en el siglo XVIII funcionó como una ermita, ahora los viajeros lo verán reconvertido en un alojamiento rural. Así, en un entorno privilegiado, los seguidores de ambos films encontrarán en Casa Rural Santa Klara el espíritu vasco.
San Klara. Zumaia. Vistas desde la casa.
Sevilla. La Semana Santa sevillana también forma parte del elenco de la película gracias a Rafa (Dani Rovira), que saca su encanto andaluz a la mínima oportunidad. Para disfrutar de una escapada por el sur, Escapadarural.com te recomienda Huerta la Cansina, una finca con más de cuatro hectáreas dedicadas a la huerta ecológica. Además, cuenta con 19 habitaciones totalmente equipadas, jardín, piscina exterior y una granja.
Madrid. Por último, no nos podemos olvidar del único punto neutro de la película: Madrid, en donde se han rodado algunas escenas. Lejos del ajetreo de la gran ciudad, en Valdelaguna, el turista rural podrá deleitarse con la Casa Rural Valle de la Laguna. El alojamiento destaca por su cuidada decoración y dispone de nueve habitaciones dobles con baño completo; además de cocina, chimenea, sala de estar, barbacoa, sala de juegos y terraza, entre otros servicios.
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